No quiere
Y el niño no quiere
subir murallas,
el niño no quiere,
no le da la gana.
No quiere trepar
por rejas y balcones,
no quiere rondar
por los rincones.
Quiere coger la flor del tallo,
sin tener que alargar la mano,
mas la rosa engañosa,
clavadose ah en su mano, airosa,
despreocupada,
por dejar lacerada,
una piel, que no le importa nada.