¿Será Monseñor Ricca uno de los capos del 'lobby gay' de El Vaticano?
Cuando ya pensábamos que las aguas habían vuelto a su cauce y que la impoluta imagen del Papa Francisco seguiría indemne indefinidamente, la revista italiana L’Espresso ha vuelto a prender la mecha. Los mismos que destaparon la existencia de los documentos del Vatileaks, ahora hablan del escandaloso pasado homosexual de Monseñor Battista Ricca, a quien el Papa nombró recientemente como prelado para lograr una mayor transparencia en el IOR, el Banco del Vaticano.
Según L’Espresso, Ricca, de 57 años, es un asiduo visitante de lugares de ambiente gay, pillado en un ascensor bloqueado con un prostituto. Monseñor Ricca, es originario de la diócesis de Brescia, procede de la carrera diplomática, ha pasado 15 años en distintas nunciaturas antes de llegar a la Secretaría de Estado y en los últimos tiempos ejerció como director de la céntrica residencia donde el anterior cardenal de Buenos Aires se alojaba en sus visitas a Roma.
La polémica está servida porque según el vaticanista, Sandro Magister, autor de un artículo publicado por ‘L'Espresso’, revela que Monseñor Battista Ricca, forma parte de ese llamado “lobby gay” que hace poco reconoció el Papa Francisco de su existencia. No en vano, Magister sostiene que Ricca es conocido dentro de la Santa Sede por sus ‘agitadas relaciones personales’.
Aparentemente, Francisco desconocía el tormentoso pasado de Battista Rica, distintos nuncios de visita en Roma le comunicaron (según publica el semanario L’Espresso) que el currículo de Monseñor Ricca tiene diversos puntos oscuros, entre los que destacaron su paso por la nunciatura de Montevideo. Prestó servicio en las nunciaturas del Congo, Argelia y Colombia pero fue en Berna donde monseñor Ricca conoció y entabló una estrecha amistad con un capitán del Ejército suizo, Patrick Haari, a quien se llevó a Uruguay, alojó y empleó en la nunciatura. Una amistad que “escandalizaba a muchos obispos, sacerdotes y laicos” e incluso a “las religiosas que se ocupaban de la nunciatura”, según el autor del artículo.
Ricca incluso tuvo que ser rescatado por los bomberos del ascensor de un club nocturno para homosexuales después de quedarse encerrado dentro con un joven. Aunque el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, señala que la historia es "poco fiable", Magister insiste en que las acusaciones fueron testificadas por "numerosos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos" en Uruguay.
Al parecer el Papa no está informado del ‘oscuro pasado’ de este prelado pero es que ¿El Vaticano no investiga la trayectoria de aquellos que ocupan altos cargos de responsabilidad?. ¿Será realmente Ricca uno de los “capos” del supuesto “lobby gay” de la Santa Sede? .
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