Ya para el 2 de junio estaba en la mesa de operaciones. Le tomó al cirujano como 7 horas. El tumor era inoperable, pero ellos retiraron una parte que se encontraba en el lado izquierdo del tronco de mi cerebro. El cirujano le dijo a mi esposa, mientras me recuperaba, que la biopsia tomaría unos 2 a 3 días para nalizarla, pero que él sentía que era un glioblastoma del grado 2, juzgando por lo que podía er y por mis síntomas. También se le hacía que este tumor no estaba creciendo rápidamente, según pudieron ver mientras estuvieron ahí. De cualquier forma, el cirujano se lo desglozó a Jennie: El tumor podría ser benigno o grado 1, pero no parecía serlo asi que no había esperanza de que lo fuera. El grado 2 representaba a un tumor que estaba lentamente creciendo y podría vivir hasta 5 años. El grado 3 representaba que tenía a lo menos 2 años de vida y grado 4 menos de un año. El final vendría rápido. El pensó que de acuerdo a mis síntomas probablemente tuviera un grado 3. Lo sabríamos en pocos días.
Me tomó 2 días salir del hospital. Regresamos para ver los resultados de la biopsia. Pienso que no existe ninguna buena manera como para darle a uno una mala noticia. Ya habíamos esperado un largo tiempo para poder entrar en el cuarto de examinación. Una vez ahí nuestro médico estuvo por ahí sin decirnos un hola. Finalmente el cirujano llegó. Grado 4. El siguiente paso es visitar un oncológo quién va a utilizar la mejor estrategia para mi tratamiento. El pronóstico había sido explicado a mi esposa. Sin embargo, tu tienes 40, fuerte, uno nunca sabe. Lo siento. Adiós.
Después de la cirugía Jennie tenía que volar de regreso a Hong Kong. Renunciar a su trabajo. Empacar su vida. Cerrar todo. Dejar el arrendamiento. Un viaje redondo de 4 días. Me sentía en ascuas. Inmigración y todo. Todo eso era lo que necesitabamos. Algún bobo en inmigración "solo haciendo su trabajo".
Estuve desesperadamente buscando en el internet alguna alternativa. Dieta, suplementos, otra clase de terapia. Nada parecía promisorio. Me encontré con la página de Burzynski y los antineoplasicos, pero mi hermano, siendo de Houston, me contó de los problemas que estaba atravesando Brzynski. Sin embargo, tal vez ya no practicaría nunca más. Olvídalo. Todo era una estafa. Una señora en la oficina de mi hermano le dijo a mi hermano que estaba segura y tenía la prueba de cualquier éxito alegado por Burzynski antes de que yo gastara cualquier dinero ahí. Parecía no haber esperanza alguna. Lo que no hice fue preguntar por pruebas en el MDA (hospital) de cualquier éxito antes de que yo fuera ahí. Como si representara nada.
Bueno en el MDA Hospital me refirieron con el psiquiatra. Yo piensé que estaba ahí ese médico para orientarme hasta el final de mis días. Recuerdo que esa psiquiatra era una atea. Vaya que ayuda tan espiritual me iban a dar. Pienso que lo merecía después de todo había llevado una vida secular en todos mis 25 años. Asistí a esta sesión en compañía de mi esposa, hermano y mi heramana. Y en lo que acabo terminando la sesión fueron en los pleitos y enojo de mi hermana. La psiquiatra me dijo enfrente de mi hermana que este era el momento mio y que necesitaba tomar ciertas decisiones de quién estaría incluido. Estoy solo agradecido por esta claridad. De cualquier forma, la ayuda del psiquiatra para mi viaje final no fue bienvenido. Tenía otros planes.
Dios nos cuide y bendiga, sigo mañana relatándoles lo que este ingeniero realizó en su búsqueda por curación de su tumor cerebral.
Les quiero muchísimo , si tienen testimonios que contar que sean positivos, comentarios positivos, son bien recibidos a dracaroline@dracaroline.com que con cariño y respeto recibiré.
DraCaroline
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