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EL CUARTO CAMINO DE GURDJIEFF-BENNETT
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De: Ceciliak59  (Mensaje original) Enviado: 14/05/2010 14:04
LA IRA (Capítulo 15 del Libro "40 años tras Gurdjieff" de John Fuchs)

Con mucha frecuencia, los temas de discusión en mis grupos están relacionados con la ira. ¿De dónde viene la ira? ¿Cuál es su causa y cuáles sus síntomas? ¿Cómo puedo manejarla? ¿Qué puedo hacer con ella?
La ira es una emoción conectada con la violencia y es una de las más destructivas para nuestro ser. Podemos observar la ira viendo sus manifestaciones. Ellas aparecen como tensión interna, nerviosismo, malestar en el estómago o aceleración del pulso. Puede ser también una sensación de calor en la cabeza. Algunas veces podemos precisar su origen.
Hay al menos un objeto de la ira que encontramos bien ostensiblemente presente o bien imaginario. Es el "sí mismo" el que se enoja. Así que la ira puede ser vista desde el exterior, en relación con un objeto, o psicológicamente, en relación con el "sí mismo". Si es escrupulosamente sincero consigo mismo, podrá observar en cuál de los centros se origina la ira. Advierta que muchas emociones simplemente se disuelven, se evaporan, si son observadas de manera objetiva.
En la vida, la ira puede originarse fuera de nosotros. A uno le da rabia cuando no se sale con la suya, cuando no obtiene lo que quiere. Eso es la consideración interior. Estamos identificados con la situación y con la persona. Por momentos, podemos reconocer con dolor que la causa de la ira reside en nosotros mismos. La consideración interior siempre es una identificación y es, por tanto, mecánica. La consideración exterior, en cambio, es consciente.
Nos da rabia cuando alguien hiere nuestra vanidad con sus palabras, ya sea con una acusación o con un insulto implícito. ¿Cómo enfrentar la ira que surge de allí? Se nos ha dicho: ''Nada más difícil de tolerar que las manifestaciones negativas de los otros hacia uno". Poner esto en práctica es un ejercicio de sufrimiento voluntar o. Trate de tomar distancia, trate de abrir un "espacio" en su interior y reconozca que hay allí una oportunidad para realmente "hacer el Trabajo". El insulto duele. Sin embargo, ¿no es mucho más importante darse cuenta en ese momento de que ahora es su oportunidad de crecer; ahora usted puede dar un paso hacia un nivel más elevado?
Un método para lidiar con la ira comenzaría por ver la ira de manera objetiva y así reconocerla. Mírela desde diferentes ángulos. Sin embargo, por ser una emoción, cuando está profundamente arraigada la ira deberá ser tratada a nivel emocional.
La ira puede trabajarse también desde el cuerpo. Éste es para nosotros el método más fácil para manejarla, ya que es algo que podemos hacer tal como somos ahora. Trote, juegue tenis, limpie la casa, pula los muebles o la platería, monte en bicicleta o dé una vigorosa caminata. Péguese una buena sudada. Aumente su circulación y tome gran cantidad de oxígeno en una profunda inspiración. Observe la exhalación de su respiración hasta que sus pulmones queden completamente vacíos. Al trabajar físicamente, la energía que ha creado la ira se transforma en una fuerza positiva que consume y absorbe la ira. Al terminar su ejercicio físico, la ira probablemente se habrá disuelto, como una sustancia química en el agua.
La situación es más difícil cuando la ira surge de una perturbación emocional y no puede ser completamente erradicada mediante el esfuerzo físico. Una vez más, uno tiene que verla primero. En este caso, además de tratar de hacer el ejercicio físico tal como se explicó anteriormente, usted puede hacer participar al intelecto, preguntándose: "¿está relacionada esta ira con algo de mi pasado? Si es así, ¿debo traerla a este momento presente? ¿Es útil este pensamiento o esta emoción? ¿Puedo yo estar aquí y ahora, en vez de entretenerme en los errores del pasado, errores que ya no pueden ser enmendados?" Puedo sustituirla "aquí y ahora", consciente e intencionalmente, por un sentimiento diferente, como el perdón: borrón y cuenta nueva.
Margaret Anderson, en su libro Gurdjieff, el incognoscible. recuerda su rabia y su rebeldía hacia todo lo que el Señor Gurdjieff le pedía que hiciera. "El trabajo consciente" era demasiado difícil, el "sufrimiento voluntario" demasiado intolerable para llevarlo a cabo. Y luego, en un momento de lucidez, se vio como en un retrato, vio su estado y la causa de todo ello. Corrió hacia la Rué des Colonels Renard, al apartamento de Gurdjieff, y le dijo: "Señor Gurdjieff, me doy cuenta ahora de que mi vanidad y mi amor propio eran la causa de toda mi rabia".
Por último, al trabajar con la ira, uno puede acercarse a ese lugar tranquilo en su interior. Siéntese, relaje su cuerpo. Observe su respiración. Observe y trate de aquietar sus pensamientos, sus emociones. Haga participar a los tres centros. Propicie ese estado y permita que algo suceda. Hay ocasiones cuando lo mejor es no cambiar nada y simplemente observar y ver.


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