Durante años he escuchado que las cosas suceden y de repente ayer así lo constaté.
Aunque sueñe, imagine, crea, que tengo el control, la verdad es que tan solo alguno de mis actos , siempre amparados por la energía que conlleva intrínseca la voluntad de hacer, me son propios. Ya no me voy a seguir empeñándome en inventar que tengo el control, seria una ingénua. Ayer al sosegarme y contemplar las cosas, comprendí que cuando permito el fluir de la vida, compruebo como ella sucede tal como debe suceder.
Un beso a cada uno, con el sabor de las mejores mandarinas de mi huerto, Mery,