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S. Y CURACIÓN: La Verdadera Causa de la Enfermedad
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De: moriajoan  (Mensaje original) Enviado: 16/07/2011 18:03

 La

 

La Verdadera Causa de la Enfermedad

 

Por absurdo e inverosímil que parezca, podemos asegurar que somos

nosotros mismos los causantes de nuestros males y dolencias. Aunque el medio

ambiente y los cambios de clima, los accidentes, etc. Parezcan ser las causas

determinantes de la enfermedad, la verdadera causa la tenemos que buscarla

dentro de nosotros mismos.

Todas las dolencias físicas, mentales y emocionales que nos aquejan, se

manifiestan primero en nuestro cuerpo mental y emocional antes de

manifestarse en nuestro cuerpo físico, y provienen de nuestra forma

equivocada de vivir, de pensar, de sentir, y el resultado directo de nuestros

errores del pasado. Esto es por no haber atendido a la llamada interior de

nuestra conciencia, que constantemente trata de sobreponerse a nuestra

naturaleza inferior.

Los Grandes Seres, que desde los mundos celestes guían el destino de la

humanidad, permiten que suframos las consecuencias inevitables de nuestros

errores, en un esfuerzo de obligar a nuestra naturaleza inferior a soltar los

tentáculos con que se aferra a nuestros vehículos superiores. Lo aceptemos o

no, todos tarde o temprano, nos veremos forzados a admitir que todos

nuestros sufrimientos se deben a nuestros propios actos, tanto a los de esta

vida como a los de nuestras vidas anteriores.

Malos sentimientos, mala voluntad para con los demás, gratificación

inmoderada de los sentidos y otras formas de egoísmo, tienden a interferir

con las glándulas, nervios y órganos de nuestro cuerpo. Aunque es cierto que

podemos con frecuencia aliviar nuestras dolencias por medio de dietas

adecuadas, medicamentos y tratamientos varios, lo cierto es que solo

podemos aspirar a una curación completa cuando desterramos todas las bajas

inclinaciones de nuestra naturaleza inferior y vivimos la vida superior de

pureza, de amor y servicio desinteresado de la humanidad.

Es por tan importante razón, que la curación verdadera nos permite

aprender la lección espiritual contenida en la enfermedad misma.

Comprendemos, entonces, que debemos atribuir la causa de la

enfermedad a nuestra propia ignorancia y locura por haber infringido las leyes

Divinas, y no a una causa desconocida que, en nuestra ignorancia, atribuimos

a una suerte caprichosa y despiadada.

Esto nos permite trabajar en la más íntima armonía con los auxiliares

invisibles y así poder desterrar los malos hábitos que se manifiestan en males

y dolencias por no guardar armonía con el Plan Divino de la Creación.

Descubierta y aceptada la causa interior de nuestros males y dolencias,

que pueden ser: irritabilidad, gratificación desordenada de nuestros sentidos,

odio, resentimiento, miedo, lascivia, o cualquier otra cosa de orden negativo

y destructivo, que nos mantiene atados a nuestra naturaleza inferior,

podemos entonces emprender la gloriosa tarea de nuestra liberación con

sistemática persistencia y fe en Dios. Esto lo podemos realizar, resistiendo y

combatiendo todo aquello de orden inferior.

Pero existe un método natural de mucha mayor eficiencia. En efecto, en

un momento de reflexión nos demostrara que el polo opuesto de todo vicio es

una virtud, en la que ese vicio debe ser transmutado. Inmediatamente

comprendemos entonces lo imposible que es ser al mismo tiempo abstinente y

glotón, paciente e impaciente, amoroso y desamoroso, puro e impuro, etc.;

por consiguiente, si cultivamos cierta cualidad, el vicio quedará desterrado.

Viviendo una vida consagrada a los altos ideales, cultivando lo bueno y lo

verdadero dentro de nosotros y tratando siempre de ponernos a tono con las

altas vibraciones del amor, automáticamente nos sobrepondremos y

venceremos las bajas tendencias a que nos impele nuestra naturaleza inferior

con tanta o mas seguridad que el calor se opone al frío y la luz a las tinieblas.

Es mucho mas fácil desterrar un mal habito (vicio) construyendo el habito

opuesto (virtud), que atacándolo directamente y extrayéndolo de raíz. Esto

es, sin duda, lo que San Pablo quiso dar a entender cuando dijo: “No te dejes

dominar por el mal, antes bien, domina el mal con el bien.”

Es innegable que muchos de nosotros hemos adquirido malos hábitos que

están fuera de control de nuestra voluntad poder desterrar. Sin embargo si

sabemos que los Auxiliares invisibles trabajan con nosotros mental, emocional

y espiritualmente, para restablecer la armonía en nosotros y suavizar nuestros

dolores y que están siempre dispuestos a ayudarnos amorosamente a

liberarnos de nuestros males por medio de la auto regeneración; esa poderosa

ayuda, sumada a la que nosotros mismos podemos aportar, nos permitirá

obtener resultados que nos seria imposible obtener por nosotros mismos.

Siendo esto posible en el caso particular de usted, lo urgimos para que

coopere con los auxiliares invisibles.

Usted ha llegado a nosotros en busca de ayuda espiritual; pues bien, crea

y acepte que ya la esta recibiendo. Tenga presente, sin embargo, que el

beneficio que pueda usted obtener de tal ayuda depende en gran parte, de su

voluntad, y firme deseo de cooperar con los auxiliares invisibles, para

restablecer la armonía desaparecida entre su vida y la Ley Natural Divina.

Usted no puede esperar que ninguna Entidad Divina, por amorosa que sea,

quiera hacerle perder sus malos hábitos y errores por la fuerza, pues eso seria

atentar contra su libre albedrío, que es un don que Dios nos ha dado. Es a

usted a quien le corresponde combatir con voluntad y decisión sus errores y

malos hábitos; y es como usted debe cooperar. Es una gran verdad que: “Dios

por intermedio de sus auxiliares invisibles ayuda a los que se ayudan a si

mismo.

ROSACRUZ.gif picture by vislumbrar

 

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