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celtas: Símbolos
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De: x-x-loly_ta-x-x  (Mensaje original) Enviado: 19/09/2003 14:09

Símbolos

Los Celtas nunca construyeron templos dado que la madre naturaleza lo había hecho por ellos.

El templo celta era el bosque y allí, en un claro, los Druidas, los sacerdotes-magos de la cultura celta, realizaban sus ceremonias rituales, muchas veces asociadas a la presencia de determinados árboles considerados mágicos o sagrados.

Todo bosque era de por sí un lugar sagrado, pero había lugares especiales con una característica más mística que otros.

En realidad la palabra celta para designar esos lugares sagrados era nemeton. Este fonema pasó a formar parte de muchos lugares europeos: Medionemeton, en Escocia, Nemetodurum en Francia, que actualmente se llama Nanterre, y Nemetobrigia en España, son nombres que corresponden a antiguos lugares especiales por sus características energéticas.

Al igual que muchos pueblos primitivos los celtas eran tan conscientes y conocedores del entorno natural que tan ricamente los proveía, en tanto que, como guerreros e invasores eran recolectores y dependían totalmente de lo que la madre naturaleza les brindaba.

Con el devenir de los siglos (recordemos que eran estructuras tribales que llegaron a Europa alrededor del siglo IV antes de cristo), a medida que iban evolucionando y creando asentamientos, ya que sin la condición de nomadismo que los caracterizó, si bien seguían siendo pueblos guerreros por naturaleza, al integrarse a las etnias que conquistaban, tendían lentamente a establecerse como culturas de agricultores.

Su conocimiento y manejo del hierro les permitió también la expansión, no solo por el predominio como guerreros, sino también porque contribuyeron eficazmente en la actividad agrícola, ya que introdujeron el uso de la cuchilla de hierro para la labranza de los campos, sustituyendo a la frágil hoja de arado de madera utilizada en la Europa de aquellos tiempos.

El mundo de las plantas era de gran importancia para los Druidas, ya que basaban en ellas no solamente los ritos mágicos sino también toda la terapéutica, el arte de curar y vencer a la enfermedad y la muerte, que seguramente tenía connotaciones rituales.

La asociación de los árboles con las ceremonias auspiciatorias de la guerra o la caza como sucedáneo de actividades bélicas, está presente en la iconografía celta, tal la bella representación que se aprecia en el famoso Caldero de Gundestrup, dentro del cual se ve una procesión de guerreros-cazadores llevando un árbol sagrado, con sus cabezas cubiertas por yelmos con forma de jabalí, uno de los animales más admirados por los celtas.

El bello caldero trabajado en plata, corresponde aproximadamente al siglo I A.C, y fue encontrado en Dinamarca a fines del siglo pasado.

Los antiguos celtas consideraban que cada árbol estaba habitado o poseía un espíritu propio y era un nexo entre el mundo inferior y el superior.

Los Druidas poseían un alfabeto mágico, el alfabeto ogham, cuyas letras eran la inicial del nombre de una serie de árboles y arbustos.
Se atribuía la creación de este alfabeto al dios Oghma, también llamado cermait (significa “el de la boca de miel”), llamándosela escritura “oghámica”.

Daremos referencias más detalladas de esta escritura en próximas entregas.

Para el celta los árboles constituían un símbolo de Ciencia, Misterio y Vida y como tales eran respetados.

La recolección con fines terapéuticos debía realizarse de acuerdo a pautas a las que debían atenerse estrictamente a fin de poder obtener el efecto curativo deseado, tal como lo atestigua un documento, que si bien es muy posterior en el tiempo, conserva los principios de los antiguos Druidas. Se trata del manuscrito “Precatio omnium herbarum”, que se conserva en la Facultad de Montpellier, y contiene una invocación a la madre tierra y un especial pedido de permiso para tomar las plantas que en ellas se encuentran.

Maravillosa lección de estos antiguos magos-terapeutas-sacerdotes-sabios, y porqué no ecólogos, ya que la magia los mantenía permanentemente comunicados con el Cosmos y la naturaleza a la que honraban y respetaban.



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