"Proteger el coche de robos o accidentes"
Compra una cruz de Caravaca o una cruz de Jerusalén de metal blanco. Coge cuatro cintas de unos 15 centímetros de largo de colores azul, rojo, verde y amarillo, mójalas en agua con azúcar y todavía mojadas líalas alrededor de la cruz.
Pon la cruz así enrrollada con las cintas en la parte delantera del coche, en un sitio donde no la toque nadie. Una vez al año, en noche de luna llena preparas un recipiente de agua con azúcar y metes la cruz con las cintas un momento. La sacas y la pones a secar al aire de la noche, a la mañana siguiente la guardas de nuevo en el coche.

"Bendecir una casa nueva"
Antes de poner ningún mueble, coges una bolsa de tela roja vacía y con ella recorres la casa, con un pan debajo del brazo, un ramo de perejil fresco, un puñado de sal gorda y un trozo de carbón. En la bolsita meterás una medalla o estampa de San Jorge.

Pedirás la bendición del santo, y a continuación vas metiendo en la bolsa, el pan y todo lo demás. Añade también arroz, café, azúcar y una espiga de trigo. Cierras la bolsa y consérvala siempre en la cocina.

"Proteger la casa de los robos"
Te harás con una herradura usada y la atarás a un palo largo o vara de hierro. Harás una pequeña hoguera con maderas o troncos y le echarás unas hojas de laurel o perejil seco al fuego. Cuando crepiten acercarás la herradura para que se caliente un poco. Luego pelas un montón de ajos, pones las cascarillas amontonadas y al lado colocas un cuenco de leche.
Con la herradura candente quemarás las pieles de los ajos un poco por encima y a continuación metes la herradura en la leche. Las dejas enfriar y luego la pones a secar al aire. Cuando esté seca, le pasas alrededor una cinta blanca y la colocas sobre la puerta de tu casa.

"Proteger tus equipajes"
Cuando sales de viaje te puede preocupar el perder o que te roben los equipajes pero hay una muy vieja fórmula que los antiguos utilizaban para evitar ser atacados por salteadores de caminos.

Consiste en meter en cada maleta una manzana y un limón juntos. En la manzana clavarás cinco alfileres blancos y en el limón cinco alfileres negros. Cuando llegues al término del viaje, tirarás los frutos antes de entrar en tu casa.

Hay otra vieja receta que te aconseja que en la tapa de la maleta cosas una cinta azul clara en la que escribas: "Santo Ángel Custodio, ayúdame y protégeme".

Se puede poner también en el fondo de la maleta. Cuando tengas la maleta cerrada para salir de viaje harás tres cruces con agua bendita sobre cada cerradura y, en el asa, le darás un poquito de colonia o perfume.

Otra cosa que no molesta y te ayuda es llevar algún terrón de azúcar dentro de los zapatos de la maleta.

"Proteger un animal"
Ponemos en el fondo de un recipiente, la fotografía del animal que queremos proteger. El recipiente deberá ser de cristal y redondo.

Colocaremos en el centro del recipiente una vela blanca que procuraremos mantener derecha. Encenderemos la vela y dejaremos caer la cera sobre la vela. Estando la vela encendida, echaremos alrededor siete cucharadas de azúcar, un chorro de miel y los pétalos de siete claveles blancos si el animal es macho. Si fuera hembra echaríamos claveles rosas.

Rezaremos una oración a San Antón. Cortaremos una estampa de este santo en pequeños trozos y los colocaremos alrededor de la vela. A medida que la vela se vaya consumiendo y esté más baja que el borde del recipiente de cristal, lo cubriremos con un trapo blanco para guardarlo en un lugar alto y oscuro de la casa.