Una selección de poemas y canciones dedicados al Che
Che Comandante Nicolás Guillén (Escuchar )
Hasta siempre Comandante Carlos Puebla
Che Miguel Barnet
Consternados, rabiosos Mario Benedetti (Escuchar )
Si el poeta eres tú Pablo Milanés
Comandante amigo Ali Primera (Escuchar )
Nada más Atahualpa Yupanqui
Credo al Che Roque Dalton
Yo tuve un hermano Julio Cortázar
Che Samuel Feijoó
Che Mario Benedetti
Canción del hombre nuevo Daniel Viglietti
Che Comandante (Escuchar )
Nicolás Guillén
No porque hayas caído
tu luz es menos alta.
Un caballo de fuego
sostiene tu escultura guerrillera
entre el viento y las nubes de la Sierra.
No por callado eres silencio.
Y no porque te quemen,
porque te disimulen bajo tierra,
porque te escondan
en cementerio, bosques, páramos,
van a impedir que te encontremos
Che Comandante,
amigo.
Con sus dientes de júbilo
Norteamérica ríe. Más de pronto
revuélvese en su lecho
de dólares. Se le cuaja
la risa en una máscara,
y tu gran cuerpo de metal
sube, se disemina
en las guerrillas, como tábanos,
y tu ancho nombre herido por soldados
ilumina la noche americana
como una estrella súbita, caída
en medio de una orgía.
Tú lo sabias, Guevara,
pero no lo dijiste por modestia,
por no hablar de ti mismo.
Che Comandante, amigo.
Estás en todas partes. En el indio
hecho de sueño y cobre. Y en el negro
revuelto en espumosa muchedumbre,
y en el ser petrolero y salitrero,
y en el terrible desamparo
de la banana, y en la gran pampa de las pieles,
y en el azúcar y en la sal y en los cafetos,
tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron,
vivo, como no te querían,
Che Comandante,
amigo.
Cuba te sabe de memoria. Rostro
de barbas que clarean. Y marfil
y aceituna en la piel de santo joven.
Firme la voz que ordena sin mandar,
que manda compañera, ordena amiga,
tierna y dura de jefe camarada.
Te vemos cada día ministro,
cada día soldado, cada día
gente llana y difícil
cada día.
Y puro como un niño
o como un hombre puro,
Che Comandante,
amigo.
Pasas en tu descolorido, roto, agujereado
traje de campaña.
El de la selva, como antes
fue el de la Sierra. Semidesnudo
el poderoso pecho de fusil y palabra,
de ardiente vendaval y lenta rosa.
No hay descanso.
¡Salud Guevara!
O mejor todavía desde el hondón americano:
Espéranos. Partiremos contigo. Queremos
morir para vivir como tú has muerto,
para vivir como tú vives,
Che Comandante,
amigo.
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Hasta siempre Comandante
Carlos Puebla
Aprendimos a quererte
desde la histórica altura
donde el sol de tu bravura
le puso un cerco a la muerte.
Aquí se queda la clara,
la entrañable transparencia,
de tu querida presencia
Comandante Che Guevara.
Tu mano gloriosa y fuerte
sobre la historia dispara
cuando todo Santa Clara
se despierta para verte.
Aquí se queda la clara,
la entrañable transparencia,
de tu querida presencia
Comandante Che Guevara.
Vienes quemando la brisa
con soles de primavera
para plantar la bandera
con la luz de tu sonrisa.
Aquí se queda la clara,
la entrañable transparencia,
de tu querida presencia
Comandante Che Guevara.
Tu amor revolucionario
te conduce a nueva empresa
donde esperan la firmeza
de tu brazo libertario.
Aquí se queda la clara,
la entrañable transparencia,
de tu querida presencia
Comandante Che Guevara.
Seguiremos adelante
como junto a ti seguimos
y con Fidel te decimos:
hasta siempre Comandante.
Aquí se queda la clara,
la entrañable transparencia,
de tu querida presencia
Comandante Che Guevara.
(1965)
Esta canción fue compuesta poco de después de conocerse la carta de despedida del Che.
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Che
Miguel Barnet
Che, tú lo sabes todo,
los recovecos de la Sierra,
el asma sobre la yerba fría
la tribuna
el oleaje en la noche
y hasta de qué se hacen
los frutos y las yuntas
No es que yo quiera darte
pluma por pistola
pero el poeta eres tú.
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Consternados, rabiosos (Escuchar )
Mario Benedetti
Así estamos.
Consternados, rabiosos.
Aunque esta muerte sea uno de los absurdos previsibles.
Da vergüenza mirar los cuadros, los sillones, las alfombras.
Sacar una botella del refrigerador.
Teclear las tres letras mundiales de tu nombre en la rígida máquina que nunca, nunca, estuvo con la cinta tan pálida.
Vergüenza tener frío y arrimarse a la estufa como siempre.
Tener hambre y comer, esa cosa tan simple.
Abrir el tocadiscos y escuchar en silencio sobre todo si es un cuarteto de Mozart.
Da vergüenza el confort y el asma da vergüenza.
Cuando tu comandante, estas cayendo, ametrallado, fabuloso, nítido, eres nuestra conciencia acribillada.
Dicen que te quemaron.
Con qué fuego van a quemar las buenas, buenas nuevas.
La irascible ternura que trajiste y llevaste con tu tos, con tu barro.
Dicen que incineraron toda tu vocación, menos un dedo.
Basta para mostrarnos el camino, para acusar al monstruo y sus tizones, para apretar de nuevo los gatillos.
Así estamos, consternados, rabiosos.
Claro que con el tiempo la plomiza consternación se nos ira pasando.
La rabia quedará, se hará más limpia.
Estás muerto, estás vivo, estás cayendo, estás nube, estás lluvia, estás estrella.
Donde estés si es que estás, si estás llegando, aprovecha por fin a respirar tranquilo, a llenarte de cielo los pulmones.
Donde estés, si es que estás, si estás llegando, será una pena que no exista Dios, pero habrá otros, claro que habrá otros, dignos de recibirte, comandante.
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Si el poeta eres tú
Pablo Milanés
Sí el poeta eres tú,
como dijo el poeta,
y el que ha tumbado estrellas
en mil noches
de lluvias coloridas eres tú,
qué tengo yo que hablarte Comandante
Si el que asomó al futuro su perfil
y lo estrenó con voces de fusil
fuiste tu guerrero para siempre
tiempo eterno.
Qué puedo yo cantarte Comandante
En vano busco en mi guitarra tu dolor
y en mi jardín ya todo es bello no hay temor.
Qué puedo yo dejarte Comandante
que no sea cambiar mi guitarra por tu suerte
o negarle una canción al sol
o morir sin amor
Qué puedo yo cantarte Comandante
Si el poeta eres tú
como dijo el poeta
y el que ha tumbado estrellas
en mil noches de lluvias coloridas eres tú.
Qué puedo yo cantarte Comandante.
El poeta al que hace referencia Pablo es Miguel Barnet.
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Comandante amigo (Escuchar )
Ali Primera
El pueblo está triste
el pueblo te llora
el pueblo está triste
pero no te fuiste Che
Comandante amigo
Comandante Che te mataron
pero en nosotros dejaron
para siempre tu memoria
plasmada en moldes de gloria
Comandante Che te mataron
pero en nosotros dejaron
para siempre tu memoria
plasmada en moldes de gloria
Caminando entre valles y montañas
para siempre tu imagen guerrillera
y tu sangre corre ya por nuestras venas
y se agiten los techos bolivianos
Caminando entre valles y montañas
para siempre tu imagen guerrillera
y tu sangre corre ya por nuestras venas
y se agiten los techos bolivianos
Comandante Che te mataron
pero en nosotros dejaron
para siempre tu memoria
plasmada en moldes de gloria
Comandante Che te mataron
pero en nosotros dejaron
para siempre tu memoria
plasmada en moldes de gloria
(recitado)
"Cuando la corriente
del gran Paraná
no tenga agua
quizás, quizás para entonces
Comandante amigo
tu te nos vayas"
Comandante Che te mataron
pero en nosotros dejaron
para siempre tu memoria
plasmada en moldes de gloria
Comandante Che te mataron
pero en nosotros dejaron
para siempre tu memoria
plasmada en moldes de gloria
Caminando entre valles y montañas
para siempre tu imagen guerrillera
y tu sangre corre ya por nuestras venas
y se agiten los techos bolivianos.
Caminando entre valles y montañas
para siempre tu imagen guerrillera
y tu sangre corre ya por nuestras venas
y se agiten los techos bolivianos.
Comandante Che te mataron
pero en nosotros dejaron
para siempre tu memoria
plasmada en moldes de gloria
Comandante Che te mataron
pero en nosotros dejaron
para siempre tu memoria
plasmada en moldes de gloria.
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Nada más
Atahualpa Yupanqui
Teniendo rancho y caballo
es más liviana la pena.
De todo aquello que tuve
sólo el recuerdo me quema.
Nada más, nada más.
No tengo cuentas con Dios,
mis cuentas son con los hombres.
Yo rezo en el llano abierto
y me hago león en el monte.
Nada más, nada más.
Me gusta mirarlo al hombre
plantado sobre la tierra
como una piedra en la cumbre
como un palo en la ribera.
Nada más, nada más.
Alguna gente se muere
para volver a nacer.
El que tenga alguna duda
Que se lo pregunte al Che.
Nada más, nada más.
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Credo al Che
Roque Dalton
El Che Jesucristo
fue hecho prisionero
después de concluir su sermón en la montaña
(con fondo de tableteo de ametralladoras)
por rangers bolivianos y judíos
comandados por jefes yankees-romanos.
Lo condenaron los escribas y fariseos revisionistas
cuyo portavoz fue Caifás Monje
mientras Poncio Barrientos trataba de lavarse las manos
hablando en inglés militar
sobre las espaldas del pueblo que mascaba hojas de coca
sin siquiera tener la alternativa de un Barrabás
(Judas Iscariote fue de los que desertaron de la guerrilla
y enseñaron el camino a los rangers)
Después le colocaron a Cristo Guevara
una corona de espinas y una túnica de loco
y le colgaron un rótulo del pescuezo en son de burla
INRI: Instigador Natural de la Rebelión de los Infelices
Luego lo hicieron cargar su cruz encima de su asma
y lo crucificaron con ráfagas de M-2
y le cortaron la cabeza y las manos
y quemaron todo lo demás para que la ceniza
desapareciera con el viento
En vista de lo cual no le ha quedado al Che otro camino
que el de resucitar
y quedarse a la izquierda de los hombres
exigiéndoles que apresuren el paso
por los siglos de los siglos
Amén.
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Yo tuve un hermano
Julio Cortázar
Yo tuve un hermano
no nos vimos nunca
pero no importaba.
Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Lo quise a mi modo
le tomé su voz
libre como el agua.
Camine de a ratos
cerca de su sombra
no nos vimos nunca
pero no importaba.
Mi hermano despierto
mientras yo dormía.
Mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.
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Che
Samuel Feijoó
Sobrio, tranquilo y tajante,
Así, se levantaba, andaba
latía.
Ni un solo instante se perdió en flojeras,
nimiedades, jactancias, quejas.
Ni una solo vianda
arrimo a su plato
con su propia mano en la cena de todos.
Era la justicia, sonreída y firme.
Así, solo se ha visto.
así.
jamas tendra su noche en la memoria.
Retornará como los huracanes y los rayos,
todo encendido como era
y es, en la justícia,
y abatira a los cuervos y a las fieras,
sangrientas águilas.
No haya duelo por él, ganó la llamarada
del que se ofrenda entero.
Todos los apaleados del mundo
lo entienden, lo besan, lo sujetan: héroe,
sin esperar más gloria que el futuro
alegre. No haya duelo.
Su victoria es la nuestra; no cejamos:
siglo tras siglo.
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Che
Mario Benedetti
Lo han cubierto de afiches / de pancartas
de voces en los muros
de agravios retroactivos
de honores a destiempo
lo han transformado en pieza de consumo
en memoria trivial
en ayer sin retorno
en rabia enmbalsamada
han decidido usarlo como epilogo
como ultima thule de la inocencia vana
como anejo arquetipo de santo o satanas
y quizas han resuelto que la unica forma
de desprenderse de El
o dejarlo al garete
es vaciarlo de lumbre
convertirlo en un heroe
de marmol o de yeso
y por lo tanto inmovil
o mejor como mito
o silueta o fantasma
del pasado pisado
sin embargo los ojos incerrables del che
miran como si no pudieran no mirar
asombrados tal vez de que el mundo no entienda
que treinta anos despues siga bregando
dulce y tenaz por la dicha del hombre.
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Canción del hombre nuevo
Daniel Viglietti
Lo haremos tú y yo,
Nosotros lo haremos,
Tomemos la arcilla
Para el hombre nuevo.
Su sangre vendrá
De todas las sangres,
Borrando los siglos
Del miedo y del hambre.
Por brazo, un fusil;
Por luz, la mirada,
Y junto a la idea
Una bala asomada.
Y donde el amor
Un grito escondido,
Millones de oídos
Serán receptivos.
Su grito será
De guerra y victoria,
Como un tableteo
Que anuncia la gloria.
Y por corazón
A ese hombre daremos
El del guerrillero
Que todos sabemos.
Lo haremos tú y yo
(por brazo, un fusil),
nosotros lo haremos
(por luz, la mirada);
tomemos la arcilla:
es de madrugada.