El Parlamento de Venezuela da plenos poderes a Hugo Chávez

El mandatario afirma tener preparados 20 decretos leyes

El Parlamento venezolano dio ayer al presidente Hugo Chávez plenos poderes para gobernar por decreto durante los próximos 18 meses, desoyendo las críticas de la oposición, que cree que la medida convierte a Venezuela, el mayor productor de petróleo de Sudamérica, en una dictadura.

"Se autoriza al presidente de la República para que, en Consejo de Ministros, dicte decretos con rango, valor y fuerza de ley", dice el artículo primero de la llamada Ley Habilitante.

La norma, que fue aprobada con los votos de la mayoría oficialista del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el rechazo de la veintena de diputados opositores, permitirá a Hugo Chávez legislar por decreto en ámbitos tales como infraestructuras, transporte y servicios públicos, vivienda, ordenación territorial, desarrollo integral y uso de tierras urbanas y rurales, así como en el campo financiero y tributario. Además, la ley le faculta también para promulgar decretos leyes en seguridad ciudadana y jurídica, defensa, cooperación internacional y sistema socioeconómico.

Chávez sostiene que estos poderes especiales -que están contemplados en el artículo 236 de la Constitución venezolana- son esenciales para gestionar la emergencia causada por unas inundaciones que han causado la muerte a unas 40 personas y desalojado de sus hogares a más de 140.000.

Es la cuarta vez desde su llegada al poder, en 1999, que al mandatario venezolano se le otorgan poderes especiales. Chávez anunció anteayer que tiene listos al menos 20 nuevos decretos leyes para ser aprobados.

La adopción de la Ley Habilitante por el Parlamento no es casual, pues se produce pocos días antes de que asuma la nueva Asamblea Nacional, elegida en septiembre pasado y en la que el chavismo no tendrá mayoría cualificada. La duración de los poderes especiales también ha sido cuidadosamente calculada: los 18 meses de mando plenipotenciario se prolongarán hasta mediados de 2012, año en que está previsto que se celebren elecciones presidenciales.

Hugo Chávez había solicitado poderes para un año, pero la Asamblea decidió incrementar el periodo a 18 meses. Cilia Flores, presidenta de la misma, propuso ampliarlo tras consultar a un grupo de damnificados por las inundaciones. Durante los debates previos a la votación de la ley, los diputados del PSUV que intervinieron en los debates argumentaron que Venezuela se halla en una situación de emergencia y que por lo tanto se necesitan iniciativas "extraordinarias" para "enfrentar con urgencia" los problemas.

Antes de aprobar los nuevos poderes de Chávez, la Asamblea había adoptado una ley que facilita al Gobierno la nacionalización de bancos y el recorte de sus beneficios.

La votación de ayer forma parte de una ofensiva legislativa encaminada a reforzar el "socialismo del siglo XXI" que ha proclamado Chávez en el país.

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Parlamento/Venezuela/da/plenos/poderes/Hugo/Chavez/elpepuint/20101218elpepiint_12/Tes

Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema

De: residente  (Mensaje original) Enviado: 17/12/2010 19:03 Venezuela: Chávez promulgó ley que lo habilita para legislar por decreto El presidente venezolano Hugo Chávez promulgó el viernes la ley que le otorga poderes extraordinarios para legislar por decreto y sin necesidad de debate durante los próximos 18 meses, horas después de que ésta fue aprobada por la mayoría oficialista en el Parlamento. "A nombre del pueblo bolivariano, voy a promulgar la ley habilitante; promulgada, venceremos", dijo Chávez en un acto con miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela, que él preside, transmitido por la televisión estatal VTV. El mandatario agradeció a la presidenta de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), Cilia Flores, por la aprobación de esta ley y criticó a sus detractores por decir que con esta prerrogativa decretará "leyes cubanas". "Es absolutamente falso", zanjó. Con estos poderes extraordinarios, Chavez "radicalizará" su proyecto político. "Es volver a la profundidad ética y política de este proyecto, e ir corrigiendo cualquier desviación, y para eso se requiere fortaleza y claridad", precisó el presidente. La 'ley habilitante' fue sancionada tres semanas antes de que asuma un nuevo Parlamento en el que los diputados de oposición ocuparán 67 de los 165 escaños. A partir de entonces, el PSUV perderá la aplastante mayoría que tuvo durante los últimos cinco años, cuando legisló frente a una ínfima disidencia. Sin embargo, Chávez advirtió a los parlamentarios opositores electos que "no podrán hacer ni una" ley en la Asamblea Nacional, que asumirá funciones el próximo 5 de enero. "Ustedes son como un ejército, un cuerpo de ejército especial, que van a una operación de gran envergadura. En los debates tienen que derrotar la arrogancia de los burgueses, con racionamiento, con mucho estudio, con muchos datos", instruyó Chávez a los diputados de su partido. El gobierno solicitó esta ley de poderes especiales para legislar por decreto para hacer frente a la emergencia generada por las recientes lluvias en el país, que provocaron la muerte de 38 personas y dejaron más de 130.000 damnificados. El jueves, el presidente aseguró que ya tenía "casi listas unas 20 leyes" para promulgar con sus poderes legislativos, sin precisar detalles. http://noticias.terra.com.pe/internacional/venezuela-chavez-promulgo-ley-que-lo-habilita-para-legislar-por-decreto,77a2ebcc8d5fc210VgnVCM10000098f154d0RCRD.html

El diálogo político

La palabra "diálogo" proviene de las raíces griegas "dia" y "logos". "Logos" puede ser entendido, en este contexto, como "el significado de la palabra" y "dia" significa "a través de". La etimología sugiere, entonces, que el diálogo busca la verdad por el intercambio de palabras.

Desde una perspectiva paralela, la filosofía clásica explicó, hace siglos, que existen verdades (las aporéticas u opinativas, las verdades prácticas) que sólo pueden buscarse por esa vía.

Para que ese camino arduo que va desde la opinión parcial hasta la verdad común pueda ser transitado deben reunirse algunas condiciones.

Dos de ellas son básicas, elementales: reconocimiento del otro en cuanto otro y disposición para aprender. La violación de cualquiera de estos requisitos, la exclusión o la cerrazón implican, de algún modo, la muerte del diálogo. En el primer caso, en realidad, el diálogo ni siquiera alcanzó a entablarse; en el segundo, comenzó, pero acabó frustrado. En ambos, uno de los interlocutores recurrió a la violencia, al tratamiento del otro no como alguien, sino como algo.

Un reconocimiento auténtico del otro en cuanto otro exige la prescindencia de condicionamientos. Pretender sujetar ese reconocimiento a caracteres que vayan más allá de la mera condición de ser humano equivale fatalmente a instrumentalización, a manipulación, a tratamiento indigno. Dicho de otro modo: el ser humano es digno, y por eso un fin en sí mismo, con independencia de su raza, de su religión o de lo que piense. Cualquiera sea su raza, su religión o sus ideas políticas, su mera humanidad lo hace merecedor de respeto (y, por eso, dicho sea de paso, titular de derechos).

De allí a la segunda de las condiciones mencionadas no hay más que un paso: reconocimiento y autoconocimiento son dos caras de una misma moneda. Tiene razón Alvira cuando afirma que el diálogo, en cierto sentido, "tiene su origen en el esfuerzo de autonegación y en el esfuerzo de dejarse maravillar por la realidad del otro ser". Sólo a partir de la autonegación es posible reconocer la dignidad del otro y, luego, la diferencia que el otro tiene para aportarme. La disposición a aprender implica, por eso, experiencia de los propios límites y percepción de la diversidad como posibilidad de crecimiento personal.

Partiendo del carácter no apodíctico de lo político, la democracia como forma de gobierno que pretende ser una alternativa a la imposición violenta del poderoso es una apuesta colectiva por el diálogo, por un diálogo institucional en el que el resultado de las urnas es sólo punto de partida. Una democracia sin humildad colectiva y personal de gobernantes y gobernados frustra ese desiderátum y acaba siendo, más pronto que tarde, una caricatura escuálida y desmedrada de sí misma, en la que tras actuaciones formalmente democráticas se esconden procederes reales vergonzosos.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1009647