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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: Quico º  (Mensaje original) Enviado: 09/06/2011 22:27

jueves 9 de junio de 2011

Colombia: “Las buenas palabras no frenan las violaciones de los derechos humanos”

 
Sergio Ferrari (especial para ARGENPRESS.info)
 
Al cumplirse este 7 de junio los primeros diez meses (300 días) del nuevo Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, numerosas organizaciones europeas alzaron el tono de voz, exigiendo a los gobiernos del continente una presión más consecuente y activa sobre Bogotá. A la base de esta denuncia, la constatación de la continuidad persistente de las violaciones de los derechos humanos y de la impunidad casi total en ese país sudamericano.

Una centena de redes, ONG y asociaciones acaban de suscribir un documento público exigiendo “hechos concretos y verdadera voluntad política” a las autoridades colombianas.
 
“Las buenas palabras no frenan la violación de los derechos humanos en Colombia”, enfatiza el documento firmado, entre otros, por la Oficina Internacional de Derechos Humanos Acción Colombia –OIDHACO, con sede en Bruselas; el Foro de Mujeres y Desarrollo de Noruega; Pan para el Mundo de Alemania; la Rete italiana Colombia Vive; la DKA de Austria; así como noventa asociaciones y partidos políticos del Estado Español.
 
Entre julio 2010 y abril 2011 se contabilizan 206 agresiones individuales contra defensores y defensoras de derechos humanos, incluyendo 34 asesinatos, puntualiza el documento.
 
Que señala que 15 líderes campesinos que reclamaban el derecho a la tierra de sus organizaciones en poblaciones del norte de Santander, Antioquia, Valle, Cauca, Nariño, Arauca y Tolima corrieron igual suerte en el mismo período.
 
“El drama del desplazamiento forzado continúa...Sólo en el primer trimestre del 2010 se han registrado en Acción Social 36.000 personas en tanto víctimas” de ese flagelo producto del conflicto, enfatizan las organizaciones europeas.
 
Quienes señalan los escasos avances reales del nuevo Gobierno en el área de desapariciones forzadas; en cuanto a las ejecuciones extrajudiciales -se documentaron 29 nuevos casos-; de las agresiones constantes a sindicalistas - cerca de 230 casos entre ellos 24 asesinatos-; del asesinato de dirigentes indígenas -122 casos- y del no respeto al mandato constitucional de la consulta previa a los pueblos indígenas y comunidades afro-colombianas.
 
Para las organizaciones europeas firmantes, estas violaciones constantes de derechos humanos y la vigencia de la impunidad de las mismos enmarcan una realidad preocupante.
 
Mirada helvética
 
“Compartimos el contenido del documento “300 Días de Juan Manuel Santos”. El cambio real con respecto al gobierno anterior de Álvaro Uribe se limita básicamente al tono usado frente a la oposición política, fingiendo un diálogo constructivo con las organizaciones de la sociedad civil”, enfatiza Stephan Suhner, coordinador del Grupo de Trabajo Suiza-Colombia.
 
A pesar de expresiones de buena voluntad de las nuevas autoridades, como por ejemplo la Ley de Víctimas o de Tierras, muchas de las medidas tomadas o en camino son insuficientes, enfatiza el experto en Colombia.
 
En cuanto al tema prioritario de la tierra, “se habla de restituir 2 millones de hectáreas a los campesinos desplazados...Pero el total de la tierra robada en el marco del conflicto interno es de 6 millones de hectáreas. ¿Qué pasa con las 4 millones restantes?”, se interroga Suhner.
 
El experto suizo enfatiza que “en el área minera – una de las locomotoras de esta nueva administración- y en relación específica a los efectos sobre el medio ambiente, no se ve voluntad alguna de concertar con las poblaciones y comunidades directamente afectadas”.
 
Por último, Suhner reconoce ciertos avances en el terreno de la política internacional, como por ejemplo, la resolución de la crisis entre Colombia y Venezuela. “Aunque pienso que esos pasos positivos no están lejos de un cálculo político: mejorar la reputación de Colombia. Apostando a que la mejor imagen externa del país facilitará la suscripción de los Tratados de Libre Comercio pendientes y las inversiones extranjeras en general”, enfatiza.
 
“La Unión Europea no puede seguir callada”
 
En paralelo al documento de la sociedad civil europea, y a partir de su sede en Bruselas, Bélgica, la OIDHACO (Oficina Internacional de Derechos Humanos-Acción Colombia) hizo llegar a la Unión Europea (UE) tres reivindicaciones centrales.
 
En primer lugar que la UE exija avances verdaderos a Bogotá, “ya que las cifras de violaciones no solo no han cesado durante el Gobierno de Juan Manuel Santos sino que se han incrementado”.
 
También que exija a Bogotá reconocer públicamente la existencia de grupos paramilitares en 32 departamentos del país. Dado que “actualmente los presentan como delincuentes comunes y sus crímenes contra organizaciones y defensores de derechos humanos aparecen como consecuencia de la violencia común”.
 
Y, por último, exige que la comunidad europea se comprometa en la lucha contra la impunidad vigente en ese país sudamericano “la que ronda en el 97% de los casos denunciados” según la OIDHACO.
 
De los más de 50 mil supuestos desmovilizados en el proceso de la Ley 975, tan solo existe una condena en firme dictada por la Corte Suprema de Justicia.
 
La ONG española Intermón-Oxfam denuncia que entre 2001 y 2009, 490.000 mujeres fueron víctimas de violencia sexual. En el marco de la Ley 975 de 2005 de Justicia y Paz, los paramilitares han confesado un total de 70.780 delitos. De estos solo 69 casos hacen referencia explícita a violencia sexual. Hasta la fecha no hay ninguna sentencia condenatoria frente a este crimen, denuncia el documento público.
 
Sergio Ferrari, en colaboración con Le Courrier y swissinfo.



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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: Quico º Enviado: 09/06/2011 22:29

jueves 9 de junio de 2011

Venezuela: Para Avanzar en Revolución. Rectificar para avanzar

 
Edwin Sambrano Vidal (especial para ARGENPRESS.info)
 
Los trabajadores de Venezuela se encuentran en pie de lucha. Por un parte reclaman lo que siempre han reclamado: reivindicaciones salariales, condiciones de trabajo, el uso de sus instrumentos de lucha y el respeto de sus derechos. Por otra parte, reclaman un lugar decisorio en el proceso político y en el proceso productivo y que se cumplan los principios proclamados por la revolución bolivariana y las promesas de bienestar y de superación de las condiciones que imponía el bipartidismo. Estos últimos reclamos son propios del mayor desarrollo de la conciencia política.

Un proceso de cambios para cambiar.
 
En el país, como se sabe, se abrió un proceso de cambios en todos los órdenes de la vida social. La consecuente lucha de los revolucionarios durante décadas unida al reiterado incumplimiento por parte de las camarillas gobernantes de las promesas de bienestar para el pueblo, produjo una situación revolucionaria que hizo nacer este proceso de cambios desde 1999. Algunos cambios importantes se han verificado desde esa fecha. El primero de ellos es el cambio de la jefatura de gobierno y el segundo el nuevo marco constitucional surgido de la promoción de la Asamblea Nacional Constituyente, de sus debates, de la participación del pueblo y los trabajadores en la vida de esta Asamblea y, por supuesto, de sus conclusiones plasmadas en la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
 
¡Cuidado con frenar y distorsionar los cambios!
 
No obstante esos cambios, y la existencia de un cuadro político completamente controlado por la alianza revolucionaria, la dirección del proceso de cambios ha mantenido invariable la Ley del Trabajo y casi inalterables las relaciones sociales de producción, mientras la política laboral tiene, en esencia, la misma dirección observada durante las décadas de “puntofijismo”. Sólo algunos retoques pueden verse, el más importante de ellos es el de la imposición de la inamovilidad laboral para impedir el despido sin causa justificada, la cual está acompañada por una conducta que generalmente evita los despidos. Los trabajadores, al igual que durante los 40 años del bipartidismo, tienen que movilizarse y luchar duro para alcanzar sus reivindicaciones y el reconocimiento de sus derechos. En el caso de los trabajadores que laboran para entes públicos y para las empresas de propiedad mayoritaria de esos entes se observa una especie de solidaridad automática de todas las instituciones, léase bien de todas, a favor del gobierno. Hay una especie de disolución de la institucionalidad para satisfacer el interés o la posición que adopte el gobierno. El Ministerio del Trabajo, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la República y, en la mayoría de los casos también el Poder Judicial adopta una posición sumisa y obediente a los intereses específicos del Ejecutivo, bloqueando de esa manera la consolidación institucional del proceso de cambios y manteniendo en total vigencia la conducta resistente a reconocer los derechos laborales de los gobiernos del bipartidismo.
 
De allí que se esté produciendo una especie de “desencanto” en amplios sectores laborales del país y especialmente dentro de aquellos que se encuentran empleados en organismos de la administración pública y en la Empresas del Estado.
 
Las Exigencias de los Trabajadores.
 
La exigencia de los trabajadores nos parece sencilla; es la consecuencia natural de sus luchas contra el capital y del triunfo de una opción política que se proclama revolucionaria y socialista. Los trabajadores exigen que se actúe coherentemente desde el gobierno que dice ser su aliado e incluso que se ha proclamado como un “gobierno obrerista”. Exigen que se cumpla la normativa laboral, que se discutan las convenciones colectivas, que los derechos y beneficios contenidos en estas convenciones se cumplan en su plazo y condiciones establecidas. Que las Juntas Directivas de las Empresas del Estado se reúnan y ejerzan colectivamente la dirección de esas empresas con pleno respeto de los Directores Laborales electos por los trabajadores. Que se avance realmente en el impulso y la creación de nuevas estructuras de participación democrática de los trabajadores en la dirección proceso productivo, mediante la elección directa de delegados revocables.
 
Deberes de un Gobierno Revolucionario
 
Un Gobierno Revolucionario debe impulsar las luchas de los trabajadores contra la explotación, la dominación, la corrupción y el abuso, vengan de donde vengan. La insólita aparición del sicariato sindical debe ser enfrentada de inmediato y contundentemente, sin darle oportunidad a que se repita. La impunidad, lo repetimos, es uno de los peores enemigos del proceso de cambio. Revolución y cambio no es sinónimo de caos o de inexistencia de reglas. Revolución no es abuso, sino el establecimiento y cumplimiento estricto del nuevo ordenamiento jurídico más justo y y en dirección al desarrollo de los principios y objetivos colectivos. Revolución es que los funcionarios sean responsables por lo que hacen y que se discuta con el pueblo y los trabajadores los errores y desmanes cometidos y que tales funcionarios sean castigados por sus actos contrarios a la ley y por el incumplimiento de sus deberes. El deber del Gobierno Revolucionario no es enfrentar a trabajadores contra otros trabajadores, sino atender los reclamos de los trabajadores creando las instancias de diálogo y decisión colectiva, cumpliendo con sus obligaciones para poder exigir el cumplimiento recíproco. No es constituir grupos de choque o cuerpos irregulares para militares o para policiales para enfrentar a otros grupos de trabajadores, sino fortalecer y dirigir los órganos de orden público para que sean capaces de hacer cumplir la ley y de respetar los derechos humanos. Castigar mediante el respeto del debido proceso al que haya que castigar y premiar al que haya que premiar.
 
Rectificación para avanzar
 
Un gobierno revolucionario se sostiene por los cambios que es capaz de realizar y por la conducta coherente que practique en respeto de sus postulados y de los derechos de la población, siempre basados en la legalidad revolucionaria y en los valores y principios de la Constitución; de allí que se impone como una tarea inmediata una profunda rectificación por parte de la dirección del proceso para evitar que se cultive una política en esencia reaccionaria y pro-capitalista que niega de plano al socialismo y a la posibilidad de alcanzar un bienestar integral para todos. Hemos dicho que un proceso de cambios está necesariamente lleno de contradicciones y de confrontaciones a una escala mayor y deben ser resueltas con la movilización y la lucha de los trabajadores y demás sectores populares con el apoyo del gobierno revolucionario y no con su oposición.

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Marthola Enviado: 10/06/2011 19:02
Deberes de un Gobierno Revolucionario
 
Un Gobierno Revolucionario debe impulsar las luchas de los trabajadores contra la explotación, la dominación, la corrupción y el abuso, vengan de donde vengan. La insólita aparición del sicariato sindical debe ser enfrentada de inmediato y contundentemente, sin darle oportunidad a que se repita. La impunidad, lo repetimos, es uno de los peores enemigos del proceso de cambio. Revolución y cambio no es sinónimo de caos o de inexistencia de reglas. Revolución no es abuso, sino el establecimiento y cumplimiento estricto del nuevo ordenamiento jurídico más justo y y en dirección al desarrollo de los principios y objetivos colectivos. Revolución es que los funcionarios sean responsables por lo que hacen y que se discuta con el pueblo y los trabajadores los errores y desmanes cometidos y que tales funcionarios sean castigados por sus actos contrarios a la ley y por el incumplimiento de sus deberes. El deber del Gobierno Revolucionario no es enfrentar a trabajadores contra otros trabajadores, sino atender los reclamos de los trabajadores creando las instancias de diálogo y decisión colectiva, cumpliendo con sus obligaciones para poder exigir el cumplimiento recíproco. No es constituir grupos de choque o cuerpos irregulares para militares o para policiales para enfrentar a otros grupos de trabajadores, sino fortalecer y dirigir los órganos de orden público para que sean capaces de hacer cumplir la ley y de respetar los derechos humanos. Castigar mediante el respeto del debido proceso al que haya que castigar y premiar al que haya que premiar.
 
Rectificación para avanzar
 
Un gobierno revolucionario se sostiene por los cambios que es capaz de realizar y por la conducta coherente que practique en respeto de sus postulados y de los derechos de la población, siempre basados en la legalidad revolucionaria y en los valores y principios de la Constitución; de allí que se impone como una tarea inmediata una profunda rectificación por parte de la dirección del proceso para evitar que se cultive una política en esencia reaccionaria y pro-capitalista que niega de plano al socialismo y a la posibilidad de alcanzar un bienestar integral para todos. Hemos dicho que un proceso de cambios está necesariamente lleno de contradicciones y de confrontaciones a una escala mayor y deben ser resueltas con la movilización y la lucha de los trabajadores y demás sectores populares con el apoyo del gobierno revolucionario y no con su oposición.
 
totalmente de acuerdo
gracias quico

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 24/06/2011 12:20
Si miramos con detenimiento el título que el chapetón le dá al escrito ..que no fué puesto por el autor del mismo ...solo busca atacar a Chávez y hacerlo responsable de lo que pasa en el interior de Colombia .- Es que un gobernante le puede exigir al vecino que es lo que debe hacer o no hacer ? Es que se nos olvida que se debe respetar la soberanía de los estados ... y que la norma del derecho internacional público es la de la no injerencia  de un estado en los asuntos internos de  otro  ? Los enemigos de la revolución bolivariana se frotaban las manos emocionados cuando uribe practicamente en la oea declaraba la guerra a Chávez ...con el claro respaldo de usa y sus 7 bases en Colombia ... que porque se tenían pruebas de la presencia de la guerrilla colombiana en Venezuela .- El pacto Chávez - Santos es muy claro cuando dice que se respetarán las políticas del otro estado teniendo en cuenta las diferencias ideológicas .- Al firmar ese pacto , en el cual iba el honor del lider bolivariano , dijo de manera inequívoca que no premitiría la presencia en su pais de irregulares o regulares armados de otros paises que pusieran en dificultades las relaciones de los dos naciones hermanas ...y hasta el momento los dos gobiernos lo han cumplido .- Venezuela necesita de paz para avanzar de forma rápida en las conquistas sociales ... y no puede darse el lujo de estancarse para seguir en una pelea insulsa  con Colombia como ocurrió en el gobierno uribe .-


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