El Pastor nos Llama y  Escucha

El Pastor nos llama y escucha los más débiles sonidos d ela vida.  Oye el más mismo clamor Si no escucha nada, no se da por vencido ni se va.  Nos deja vagar, con la espanza de que el agotamiento y la desesperación nos cambien.

Es Dios quien produce incomodidad.  Él nos acosqa. Nos confina. Desbarata nuestros sueños. Frustra nuestros mejores planes y acaba con nuestras esperanzas. Espera hasta que sepamos que nada borrará nuesro dolor, que nada hará que valga la pena vivir excepto Su presencia. Y
cuando acudimos a Él, ahí está para saludarnos.  Siempre ha estado ahi. "Cercano está Jehová a todos los que le invocan..." (Salmo 145.18)

Y dices: "¿Por qué me va a querer a mí? Él conoce mi pecado, mi errar, mis viejos hábitos de ceder. No soy lo suficientemente bueno.  No he lamentado mi pecado lo suficiente. No puedo dejar de pecar".

Dios no necesita que le expliquen nuestro descarrío.  Nunca se sorprende de nada de lo que hacemos.  Él lo ve todo con sólo echar un vistazo: lo que es, lo que pudo haber sido, lo que hubiera sido si no hubira sido por nuestras decisiones pecaminosas.  Ve los oscuros rincones y grietas de nuestro corazón y sabe todo de nosotros.  Pero lo que ve sólo saca de Él amor.
No hay una motivación más profunda en Dios que el amor.  Amar es su naturaleza; no puede  hacer otra cosa porque "Dios es amor" (1 Juan 4.8)

¿Sufre usted alguna aflicción sin nombre? ¿Algún dolor vago y triste? ¿Algún inexplicable dolor en su corazón? Acuda a Aquel que hizo su corazón. Jesús dijo: "Venid a mí todos los que estáis trbajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga (Mateo 11:28-30)

Saber que Dios es así y conocer a ese Dios da desncaso, No hay lección más profunda que ésta: Él es lo único que necesitamos.
La Palabra pastor implica ternura, seguridad y provisión, y sin embargo, no significa nada si no puedo decir "Jehová es mi pastor".

Qué diferencia produce este monosílabo, toda la diferencia del mundo, significa que puedo tener toda la atención de Dios,  todo el tiempo como si yo fuera el único. Puede que forme parte de un rebaño, pero soy único en mi clase.

Una cosa es decir: "Jehová es un pastor". Otra es decir: "Jehová es mi pastor". Martín Lutero observó que la fe es cuestión de pronombres personales:
Señor mío y Dios míos.  Esa es la fe que salva.

David H. Roper

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