Querida mujer de Propósito:

Las circunstancias de nuestro hogar clamaban por un milagro.  Le pedí a Dios que me enseñara a orar, y me mostro Santiago 5:16.  Al principio, yo pase por alto la primera parte de este versículo, y estaba convencida de que si Dios cambiaba a los que me rodeaban, mi vida podría regresar a lo normal. Ciertamente yo no veía que había hecho algo malo.
Por un tiempo, continué yendo directamente a la parte de "la oración eficaz del justo puede mucho".  Sin embargo, cuando empezaba a orar pora quellos que estaban desenredando los shilos de mi propia vida, se hacía evidente que tenía que ser obediente a todo el versículo, que incluye: "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados."
es mucho más fácil, confesar nuestros pecados a Dios. Cuando reconocemos nuestro pecado, y lo llamamos por su nombre: "El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" (1 Jn 1.9).  ¿No es suficiente que se lo diga a Dios?  NO, admitir mi pecado a otra persona me libera del orgullo falso y me coloca en posición de aceptar mi responsabilidad y recibir perdón.  Recibir el perdón de otros combinado con el perdón de Dios nos libera para perdonar a aquellos que nos han hecho mal.  Entonces podemos orar con efectividad por otros, sin tener nada más contra ellos.
La intención de Dios es que sus hijos tengan relaciones saludables entre ellos, unidos en amor, para que el mundo conozca que Él envió a Jesús. Confesar nuestras faltas unos a otros y orar unos por otros nos sana y nos restaura a un tono espiritual de mente y corazón que pavimenta el camino a la unidad.
"La oración eficaz del justo puede mucho".  ¿Cómo puede saber que es justo?  Los cristianos son hechos justos con Dios mediante Cristo.  Esto le da el derecho de venir a la prersencia de  Dios tal como es.  Él atrae con cuerdas de amor.  el creyente busca primeramente el Reino de Dios y su justicia; su manera de actuar y de ser justo (véase Mt 6.33).
Orar con versículos bíbl;icos libera la voluntad d eDios en cualquier circunstancia.  Usted determina su destino a medida que llega a estar más íntimamente relacionada con el Padre a través de la oración, el estudio y la meditación.  el espíritu Santo, que la ayudará a decir oraciones muy beneficiosas.
Si sus oraciones no son contestadas, vuelva a evaluar su vida.  ¿Ha confesado sus pecados no solo a Dios, sino también a los que pudo haber ofendido?
¿Ora por otros de acuerdo con la voluntad de Dios, en vez de por sus necesidades no suplidas o sus problemas no resueltos? ¿Ha orado por el que le ha confesado sus pecados a usted?  Dios busca disponibilidad, y si ha captado a Cristo y vive de acuerdo con la voluntad de Dios, usted es un canal de oración.  el tiempo de Dios no es nuestro. Así que comprométase a orar, y no se rinda.  sus oraciones serán determinantes!

Germaine Copeland