Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios
Salmo 103.2

Ha terminado la cosecha.  Un canto llena el aire, canto de gozo y alabanza.
La bondad y la misericordia de Jehová nos han seguido todos los días del año.
Hemos sido cargados con sus beneficios, si, sobrecargados con los multiformes
dones de su amor y su misericodia.  "Él cuida de nosotros". Nuestras pruebas
y tribulaciones han quedado sepultadas bajo sus misericordias, que superan
en número las ondas del mar.  Alabamos a Dios porque nos vio en medio de la
tempestad que pensábamos nos iba a hundir.  Él es nuestro Dios. Somos ovejas
de Su prado, y pueblo suyo "Te alaben los pueblos, oh Dios que todos los
pueblos te alaben.  La tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro
Bendíganos Dios, y témanlo todos los términos de la tierra (Sal 67:5-7)

Se cuenta que Sir Michael Costa tenía un ensayo con sus músicos y
cientos de voces.  el poderoso coro cantó acompañado por el tronar
del órgano, el sonido de cornetas y címbalos resonantes.  En la parte
posterior de la orquesta el que tocaba el piccolo se dijo:  Con todo
este bullicio, "¿qué importa lo que yo toco:" Repentinamente todo quedo
en silencio.  El gran director había detenido la música.  Alguien no
había tocado su parte.  Había echado de menos la dulce nota del piccolo.

 

"Te alaben los pueblos, oh Dios, que todos los pueblos te alaben.  La
tierra dará su fruto; nos bendecirá el Dios nuestro".  Prueba la alabanza
Que estte día de acción de gracias marque el comienzo de una nueva
vida victoriosa, de una vida de alabanza.

Sra. de Cowman
Padre santo, hay millones de razones para darte gracias, aún por
aquellas situaciones adversas, por las adversidades, por los tiempos
difíciles, por los problemas económicos, enfermedades, oh Dios

Todopoderoso, perdoname si no te di gracias por ello, porque en
ese tiempo pude disfrutar de tu paz, siempre me diste la salida
perfecta, tu dulce presencia la he palpado, me enviaste y se que
me enviarás ángeles consoladores, suplistéis las necesidades,
calmaste mi alma atormentada, me coronaste de favores, Tu
poderoso brazo me levantó y se que me levantará y así
como me sostuviste me sostendrás, aprendí a confiar sólo en Ti,
a depender de Ti, a buscarte de inmediato, gracias amado
Padre porque ha sido la mejor escuela para mi vida espiritual,
Te amo.. Bendíce,  alma mía, a Jehová, y no olvides ningunod
de sus beneficios.
En Su amor y mi amor,

Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas