Las autoridades afirman que forma parte de un programa para remediar situaciones de emergencia. La guía, publicada bajo el título de 'Public Health Legal Manual' ('Manual Legal para la Salud Pública'), enumera métodos para mantener el orden público en caso de un caos general y prescribe cómo deben ser distribuidas las presuntamente escasas reservas de un antídoto para frenar una epidemia en caso de que se dé.

El manual subraya que una vez declarado el estado de emergencia, las autoridades locales tienen derecho a tomar el control absoluto del tráfico, las comunicaciones y los servicios públicos, "establecer toques de queda, cuarentenas para ciertas zonas y restricciones de áreas públicas".

Pueden suspender, además, algunos de los derechos individuales de los ciudadanos. Las instrucciones tienen previsto, por ejemplo, que cualquier propiedad privada puede ser utilizada o destruida por las autoridades -en caso de considerarse necesario para remediar la situación- o que cualquier residente puede ser forzado a participar en labores de respuesta a emergencias.

Entre las posibles medidas para hacer frente a una epidemia, la guía práctica para el fin del mundo destaca convertir locales grandes en lugares de hospedaje o atención sanitaria, y ordenar evacuaciones masivas, cuarentenas e incluso el exterminio de todos los animales que se considere que contribuyen a difundir la enfermedad.