La constante lucha de los masones en contra de la Identificación Psicología.

Es indispensable ver, estudiar la identificación psicológica , para descubrir en nosotros mismos hasta las raíces más profundas de ella. Pero la dificultad de la lucha contra la identificación psicológica  aumenta aun por el hecho de que, cuando las personas la disciernen, la ven como una cualidad excelente y le dan los nombres de “entusiasmo”, “celo”, “pasión”, “espontaneidad”, “inspiración”, etc.  Consideran que realmente no se puede,  en ningún campo, realizar un buen trabajo más  que en un estado de identificación. En realidad, ésta  es una ilusión. El hombre o la mujer identificados ya no  es más que una cosa, un pedazo de carne; pierde hasta ese escaso parecido que tenía con un ser humano. En el Oriente, donde se fuma hachís y otras drogas, sucede a menudo que un hombre se identifica con la pipa, a tal punto que si se le extravía enferma o incluso muere. He aquí la identificación. Pero para llegar  allí,  el hachís o el opio no son en absoluto necesarios, incluso son sumamente nocivos para su salud. Mire usted a las personas en las tiendas, los teatros o los restaurantes. Vea como se identifican con las palabras cuando discuten o tratan de probar alguna cosa, particularmente  sobre alguna cosa que no conocen. El hombre y la mujer cuando se identifican con algún ídolo cinematográfico o de la Televisión incluso hablan y visten como él o ella, el ser humano vive en una conversación, existe para esa conversación; y así las personas se transforman en el deseo inalcanzable, y de ahí la frustración, y al final de las palabras no queda nada. Cuando el postulante a masón o francmasona , va a ser iniciado masón deposita sus alhajas, dineros, tarjetas de crédito, y demás valores en una caja o saco, como invitación a que el nuevo masón ya no se identifique con esas cosas materiales. Así mismo,  los masones al ingresar a un templo, o bien en cualquier reunión masónica dejan afuera sus títulos, sus apellidos, nacionalidades, puestos, y sobre todo sus grados masónicos etc. Ahí ya no es  más que uno igual a los demás.      

La identificación es cierta cualidad de apego: estar perdido o atrapado  en las cosas y en las ideas, a tal punto que en momento nuestro yo autentico es desplazado por la identificación psicológica.  Los masones por ejemplo constantemente nos identificamos con  los grados masónicos  y puestos en logia, cosa que evidentemente nos ha dañado mucho  como organización.  Obviamente los puestos de Venerables Maestros y Grandes Maestros son sólo simbólicos, puesto que el Gobierno de la Masonería exclusivamente recae en el Libre y Soberano Pueblo Masónico, y los grados masónicos no significan absolutamente nada, y no son más que un medio operativo de gran responsabilidad para quien se les otorga. Si alguien tiene la oportunidad de leer la Liturgia del Grado 33° se sorprenderá por tantos absurdos impresos en unas páginas.

Volviendo a  la identificación psicológica – La Masonería realmente  comienza con la lucha contra la identificación psicológica. Si usted como masón destruye es fuerte identificación con su “falso Yo”  ó “su falso yo mismo”, esas fuertes cadenas que lo esclavizan a las pasiones y los vicios se habrán desmoronado , y habrá  dado un gran paso dentro de la senda Masónica.  Si usted está constantemente identificado psicológicamente, con su Gran Ego, difícilmente podrá captar la verdadera esencia de la Masonería.

Ciertamente, si  estas des-identificado  significa pensar correctamente sobre el tópico masónico correcto. Por ejemplo, casi todas nuestras emociones personales negativas se basan sobre acusar a los demás; si usted está identificado, para usted alguien más es culpable. Si mediante un pensar persistente, comprende que nadie puede ser culpable de los que nos pase o deja de pasar, y ahí es cuando comienza a operar el cambio en nosotros, al hacernos responsables de nosotros mismos.