Estimado hermano, durante ese tiempo de gran tribulación los verdaderos cristianos, los santos, estarán o muertos, o encarcelados (Ap.13:7, 10).
Cuando las terribles siete plagas de la ira Dios sean derramadas sobre el mundo al final de esa gran tribulación (Ap.16), obviamente los santos no las sufrirán por la sencilla razón estarán muertos, y si algun santo está vivo al final de la tribulación, tampoco sufrirá esas plagas de la ira de Dios, de la misma manera que los israelitas tampoco sufrieron en Egipto las plagas de la ira de Dios, pues estaban protegidos por la sangre del cordero puesta en los dinteles de sus puertas.
En ninguna parte del Apocalipsis se dice que los santos podrán refugiarse en algún lugar de la tierra para salvar sus pellejos, al contrario, la bestia les hará la guerra y LOS VENCERÁ (Ap.13:7), es decir, los matará, pero estos santos valientes y mártires son los que resucitarán en gloria cuando Cristo venga en gloria, y reinarán con él durante el Milenio (Ap.20:4-6), y luego sobre todo el Universo por los siglos de los siglos (Ap.22:5).
Por consiguiente, tened mucho cuidado con todos esos falsos y apostatas maestros del SIA que enseñan que la Iglesia de Cristo no pasará por la gran tribulación, sino que serán arrebatados al cielo antes de ese período de tiempo, y mucho cuidado también con esa otra doctrina que dice que los santos estarán vivos en la tierra durante la gran tribulación y no morirán, sino que estarán refugiados en algún lugar para salvar sus vidas, ¡eso es una burda mentira del diablo!. Por ejemplo, los jehovinos atayalados enseñan en su literatura basura y apostata que los "testigos de Jehová" no morirán durante la gran tribulación, sino que estarán vivos durante ese tiempo y entrarán, después del Armagedón, todos juntitos en la tierra paradisiaca, sin pasar por la muerte, ¡eso es una de las mayores mentiras de Satanás!, el Apocalipsis jamás enseña semejante patraña diabólica, sino todo lo contrario, los santos de Dios serán asesinados durante la gran tribulación, y después resucitarán en gloria para poder reinar con el Emperador del Universo, Jesucristo.
(El tormento de los malditos judaizantes y demás apóstatas de la fe)