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Ya sabía casi seguro quiénes serían mis hijos, aunque aún no estuvieran conmigo. Benito, y la gatita tricolor... A ésta, tenía que cambiarle el nombre: No me gustaba lo de "Puncheta".
Puse su foto en el Grupo... y enseguida me llovieron los ofrecimientos de posibles "Madrinas", así que acabé eligiendo dos... las dos primeras en ofrecerse: Emilse (Mili), y Rosy. ¡Pues ya está  !. La niña se llamará EMY ROSITA  .
Me llamó mi prima, diciendo que Nacho ya había castrado a Benito, tras comprobar que era negativo en leucemia y V.I.F. Cinco días de tratamiento y observación, para asegurarnos de que ya estaba bien del todo, y ya podría traérmelos a los dos, pues "Puncheta" ya estaba castrada, y los análisis estaban también perfectos.
Pero la víspera de lo que yo esperaba como "Gran Día", me llamó mi prima.
"Malas noticias sobre Benito... El persa negro de la jaula contigua, Pelucho, le ha contagiado la rinotraqueítis; Pelucho ya está mucho mejor, pero a Benito, seguramenta bajito de defensas tras la castración, le ha dado muy fuerte... Nacho le ha recetado un tratamiento in tensivo, y nos ha dicho que no te lo lleves hasta que se cure".
No me lo podía creer...  . Después de todo lo que había pasado con Currito, y ahora acababa de elegir un gatito, un gatito que me había llegado "directo al corazón" , y se me había puesto enfermo...  .
¡Y yo que ya tenía preparado todo el ajuar!. Dos comederos, dos bebederos, dos cunitas, dos mantitas, dos transportines... Y ahora, a esperar... ¿Hasta cuándo?. ¿Se pondría bien, o le quedarían secuelas  ?. Mis amistades de Alicante, llenas de las mejores intenciones hacia mí, pero "no-gateras", me aconsejaron que me quedara sólo con la gatita, o en todo caso, que cambiara a Benito por otro gato en buen estado de salud...
¡Qué poco me conocían en eses aspecto!. Benito se había ganado mi corazón desde el mismo momento en que nuestras miradas se cruzaron...
A los pocos días, llamé a mi prima para preguntar por Benito. "Está respondiendo al tratamiento, gracias a Dios. Y para que esté mejor atendido, y nos aseguremos de que toma sus medicinas cuando corresponde, me lo he llevado a mi casa". -¡Éso me tranquilizó un poquito; iba a estar mucho más controlado que en el albergue!.
"Pero -siguió Paqui- debes llevarte YA a "Puncheta". Lleva ya más de 40 días en la jaulita, y hay que sacarla de la cuarentena. Y si la mezclamos con los otros gatos, quizá haya alguno que no la acepte, y la pobre lo pase mal".
Así que, aunque yo había querido adoptarlos a los dos juntos, el miércoles día 8 de Abril de 2009 (Miércoles Santo), EMY ROSITA entró ya de lleno en mi hogar, en mi vida y en mi corazón .
Esta dulce criatura se adaptó inmediatamente a la casa, a los muebles y a sus "cositas". Su comportamiento "casero" y su precioso pelaje semi-largo, me hicieron pensar que no era una callejera... Una voluntaria de ASOKA la encontró vagabundeando por una urbanización de un barrio de Alicante. Estaba embarazadita, de poco tiempo. Quizá se escapó en su primer celo, y no supo volver a casa... o no la dejaron volver  . La voluntaria preguntó por la vecindad, pero nadie conocía a la gata. Así que se la llevó al veterinario colaborador más cercano, éste la castró -con lo que perdió a los futuros bbs., pero era lo mejor- y la ingresaron en ASOKA. Llevaba allí un mes, en la jaulita de cuarentena, cuando yo la conocí...
Pasaban los días; Emy estaba ya hecha "la amita de la casa"; muy cariñosa, con un maullidito casi inaudible, "Aaaauíiiiii", y le encantaba jugar y aflilarse las uñitas en un rascador que le regalé.
 EMY, recién llegada, en su cunita.
 EMY, con su rascador.
Yo llamaba casi todos los días a mi prima, aun a riesgo de que me considerara una latosa.
"Tranquila, mujer; Benito está mejor, ya falta poco para que te lo puedas llevar".
Y ya estábamos en la segunda mitad de Abril... y Benito sin venir .
Otra llamada de mi prima: "Hija, este gatito es "el pupas". Está muchísimo mejor de la rinotraqueítis; ya casi no moquea... pero le han salido hongos en la nariz, y así no es conveniente que te lo lleves. Le estoy poniendo tratamiento; unos días más y te lo podrás llevar".
 BENITO, en casa de Tía Paqui.
¡Dios mío !. Otra espera... Temía que para cuando llegara, Emy ya fuera muy territorial, y no lo recibiera bien . Y yo no quería ver peleas ni agresiones... Nacho me dijo que no me preocupara; Emy parecía una gata tranquila, y además me dió unas pautas para los primeros días.
Yo ya no podía más... El 6 de Mayo quedé con mi prima en ir a recoger a
Benito a su casa. Cuando lo ví, se me partió el alma, aún más... Con la enfermedad, aunque ya estaba curado, había adelgazado; y unas feas manchas rojizas destacaban sobre su naricita blanca y su hociquito sonrosado...
Me dijo que le pusiera en las manchitas "Betadine" (povidona yodada), con un bastoncillo de algodón, dos veces al día, Y QUE LO TUVIERA AISLADO DE EMY ROSITA, hasta que los hongos desaparecieran.
¡¡PERO, POR FIN, YA TENÍA A MI HIJITO !!.
Encerré a Emy en la cocina mientras instalaba a Benito en su "suite" (el baño y la antecámara junto a mi dormitorio). Allí tendría que pasar, encerradito, una semana más...
 BENITO, en su cuna, con su pelotita, durante la semana de aislamiento.
(Continuará).
-Mari Jose.
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