A partir
de 1980 había aparecido la cultura hacker,
programadores aficionados o personas destacadas o con un importante
conocimiento de informática.
Estos
programadores no solían estar del lado de la ilegalidad, y aunque
algunos conocían técnicas para violar sistemas de seguridad, se
mantenían dentro del ámbito legal.
Pero con
el tiempo surgieron personas que utilizando su conocimiento en
informática, aprovechaban debilidades o errores de algunos sistemas
informáticos y los crackeaban,
es decir, burlaban el sistema de seguridad muchas veces entrando en
la ilegalidad y algunos considerando estas prácticas como "malas".
A estas
personas se las continuó llamando hackers,
por lo que alrededor de 1985 los hackers "originales"
empezaron a llamarlos crackers
en contraposición al término hacker,
en defensa de estos últimos por el uso incorrecto del término.
Por ello
los crackers son criticados por la mayoría de hackers, por el
desprestigio que les supone ante la opinión pública y las empresas
ya que muchas veces, inclusive en los medios de comunicación, no
hacen diferencia entre el término hacker y cracker creando confusión
sobre la definición de los mismos y aparentando un significado
diferente.