ESQUEMA DE SALVACION DE LOS VERDADEROS HIJOS DE DIOS
Hemos empezado a vivir una etapa de restauración y perfección, ¡en espíritu y verdad!
Conforme a la promesa de Dios de regalarnos el don de la salvación eterna, tenemos un gran compromiso de llevar su mensaje a todo el que desee recibirlo, no nos cansaremos de anunciar estas buenas nuevas que acercan a los escogidos al abrigo del omnipotente, la necesidad de crecer en la sabiduría del que tiene nombre que es sobre todo nombre, nos insta a que sin fatigarnos produzcamos como fuente inagotable de sabiduría, el deseo ferviente de anhelar lo espiritual que no fenece ni muere.
Cada creencia en sus diferentes interpretaciones, han interpolado conjeturas basadas en instancias mal corroboradas a la luz de la sapiencia divina, intentando con ello desvirtuar el sentido correcto del análisis escritural, todo para confundir, engañar y menoscabar el verdadero sentido interpretativo. Hoy buscamos acercarnos más a Dios, quien en su infinita misericordia nos instruye y nos muestra su poder, otorgándonos a cada quien, dones que muestran cual es el camino de restauración, para estar en unidad con el dueño de tan magnífica esencia.
Inmerecedores del favor de Dios
Rom 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.
Son inmerecedores del favor de Dios, aquellos que están sumidos en las obras de la ley, que muestra claramente cuál es el estado del hombre a causa del pecado, recordemos que la ley fue puesta para establecer una división entre la trasgresión y la restauración, esta ultima ofrecida por Dios a Abraham para sus legítimos de sangre y para los hijos de la promesa.
Nosotros fuimos establecidos por Dios como hijos de la promesa, en nada nos comparamos con los legítimos en sangre. ¿Y esto porque?
Porque los legítimos en sangre recibieron normas para cumplir al pie de la letra, esto haciendo referencia al pueblo de Israel, nosotros en cambio, fuimos incrustados o añadidos por gracia que es por medio de nuestro salvador, esa misma gracia que los legítimos en sangre rehusaron aceptar, tenemos del Padre favor y misericordia por medio del enviado su Hijo, esto como regalo a los que son hijos de la promesa, y por medio de la misma gracia que nos cobija, ese pueblo legitimo algún día será restaurado al igual que hoy somos nosotros. Si nos queremos comparar a ellos haciendo ritos y ceremonias, anunciando el guardar días que el Señor no mando que guardásemos, todo con la idea de que agradamos a Dios, el pueblo de la promesa se convertirá entonces, en trasgresor sin redención, es esto volver a crucificar al que resucito de entre los muertos, perdiendo así lo que un día Dios dio a Abraham, y no recibiendo el favor merecido por gracia.
Veamos claramente lo dicho por el apóstol Pablo.
Gal 1:11 Más os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; Gal 1:12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Gal 1:13 Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; Gal 1:14 y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. Gal 1:15 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, Gal 1:16 revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre.
Si el Apóstol Pablo muy claramente nos está dando a conocer que el evangelio predicando por él, no era de carne ni sangre, ¿Qué hacemos entonces nosotros queriendo predicar un evangelio distinto?
El Apóstol Pablo es tan claro y convincente, que dice que antes de su conversión era mucho más celoso de las tradiciones de sus padres, en cambio al recibir no de hombre sino de Dios un evangelio de gracia y de fe, nos exhorta a alejarnos por completo, de las tradiciones de los hombres, según su genealogía llamada Israel, los verdaderos escogidos de Dios por la promesa, estamos llamados a dejar de lado todos, absolutamente todos, los sacrificios dados por mano de la ley, esto en el Sinaí por medio de Moisés, de lo contrario no podemos ser injertados a ese pueblo como hijos de la promesa.
Heb 2:1Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Heb 2:2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, Heb 2:3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, Heb 2:4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Si en el judaísmo la iglesia de Dios fue tan perseguida como lo dijo el Apóstol Pablo, ¿por qué, nos unimos en sus trasgresiones, guardándole culto más a su genealogía que al mismo autor de nuestra eterna salvación? Es hora de escapar de ese lazo duro y cruel, que subyuga al pueblo de Dios, a volverlos esclavos de una conducta mezquina y desaforada, que no conlleva a otra cosa distinta que juicio.
MERECEDORES DEL FAVOR DE DIOS
Juan 1:12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Juan 1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Juan 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Que bellas palabras encontramos dadas por la sabiduría de Dios al Apóstol Juan, de manera que no es la Toráh la que nos trae redención, ya que la redención es por medio de nuestro salvador el Dios admirable, agradecemos a la Toráh o instrucción, el habernos mostrado el estado del hombre ante los ojos de Dios, un estado descompuesto por la ley del pecado, pero que sustituido por el sacrificio perfecto del mesías, queda claudicada para dar paso a un mejor pacto que el anterior llamado Toráh, esto significa que ya no estamos bajo ese ayo, si no bajo la gracia redentora del cordero sacrificado y por consiguiente, descansamos de toda obra esclavizante que no permitía liberar nuestras vidas del yugo condicionado por las normas de la ley, aquellos que quieran vivir sujetos a estas normas han salido irremediablemente de la cobertura divina.
ESQUEMA PERFECTO
1) CREER: Según el Apóstol Juan, lo primero que debemos hacer para ser redimidos y aceptados como hijos de Dios, es creer, sin este paso el segundo carece de sentido, ya que alguien siendo incrédulo difícilmente puede arrepentirse.
Juan 1:12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
2) ARREPENTIMIENTO Y CONVERSION: Después que el apóstol Juan nos exhorta a creer para ser aceptados como hijos, él Apóstol Pedro nos da el siguiente paso.
Hechos 2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Aquí vemos por demás claro, que el arrepentimiento y conversión por medio del bautismo, trae consigo perdón de pecados, llenura y sello del espíritu de Dios.
3) OBEDIENCIA: Rom 1:4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, Rom 1:5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre; Rom 1:6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo.
Sin la obediencia no podemos adquirir la fe, este es un punto vital del esquema de salvación, ya que la obediencia encierra en todo el sentido de la palabra, ¡que es!, lo que estamos creyendo, que doctrina estamos predicando, como la estamos plasmando a nuestra propia vida, porque de ello dependerá cumplir la misión que se nos ha encomendado. Id y haced discípulos a todas las naciones, pero anunciando su verdad, que se conforma a lo que el espíritu de Dios nos muestra, ello dará cuenta de nosotros.
4) FE: Heb 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le haya, y que es galardonador de los que le buscan.
¿Y qué es la fe? Heb 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Nosotros los convertidos sabemos por nuestra fe, que un día el autor de nuestra eterna salvación, vendrá a cumplir su promesa, allí está la convicción de lo que creemos, en esa misma fe murieron todos los profetas y los discípulos (Apóstoles) del mesías, creyendo que él nos dará como regalo, la vida eterna.
5) LA GRACIA (FAVOR DE DIOS): Efe 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; Efe 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe. Efe 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Tenemos que en la gracia de Dios, automáticamente somos salvos, esa es su promesa, debemos creerla, aceptarla, vivirla, ponerla por obra, ya que cuando tenemos el esquema de salvación completa hacemos buenas obras de arrepentimiento y conversión, una salvación que la tenemos por promesa pero cuando él mesías venga la recibiremos por derecho tangible, ya que nuestra convicción es que si perseveramos hasta el fin seremos salvos.
ESQUEMA COMPLETO
Creer + arrepentimiento y conversión + bautismo = perdón de pecados y sello del espíritu de Dios + obediencia + fe = salvación por gracia, acompañada de buenas obras.
GRACIA Y PAZ.
EDUARDO SOTO COLOMBIA
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