CUANDO TUS PALABRAS ME HIERAN
El día que tus labios me digan:
¡Ya no te quiero!
Mis versos vestidos de luto
arrojarán palabras de quejas
escritas por mi pluma herida
con el tintero de mi corazón.
Ahogaré mi desdicha
entre noches de bohemias y rones
apuñalando mi corazón con cada sorbo
de esa filuda daga de palabras
que me arrojaste.
Posaré mi rostro pálido
sobre el féretro de mi alma.
Y mi mente convicta en tu nombre
claudicará tus caricias
al compás de un concierto de recuerdos.
Así:
Esperaré el ocaso de mi muerte
el día que tus labios me digan:
¡Ya no te quiero!
|