El Vodu en Africa
Todo el universo físico y espiritual del africano está impregnado de una gran variedad de espíritus fuerzas invisibles. El vodú del Africa occidental es la expresión mejor organizada de un mundo que se mueve entre la apariencia de lo que se ve y la realidad ultrahumna.
En la mística africana "animista" adquieren carácter divino los elementos, fenómenos, fuerzas y seres de la naturaleza, así como la materia e incluso las enfermedades, no por sus propiedades intrínsecas, sino por ser lugar de elección de un espíritu, expresión de la voluntad de una divinidad.
Entre los yoruba de Nigeria y Benín, el nombre que recibe el gran dios de la religión vodú es Olodumaré. Se trata de un dios lejano, inaccesible, indiferente a las plegarias y a los destinos de los hombres. Ni moral ni justo, se halla por encima de los hechos contingentes y de la comprensión humana. A él no le está reservado ningún culto.
El palo de majar Para los pueblos e cultura "ewé", extendidos por Ghana, Togo y Benín, el dios creador se llama Mawu. Los uatchi de Togo dicen simplemente " Mawu t철 nyí agbé" (Mawu es lo que es).
El distanciamiento de Mawu del mundo humano y el consiguiente desinterés por la suerte de sus mortales criaturas está expresado poéticamente en el siguiente mito de los ewé: " En un principio Mawu vivía entre los hombres, y el cielo estaba tan bajo que ellos podían tocarlo con la mano. Un día, una mujer estaba cociendo polenta y, por lo bajo que estaba el cielo, tenía dificultad para removerla con el cucharón. Irritada al fin, arrojó la polenta hacia arriba. Mawu se enfadó y dijo: ¡ En adelante, no volveré a estar entre los hombres!. Y ascendió, alejándose con su cielo.".
¿Qué son los vodús? Después de haberse alejado de los hombres y de la tierra, Olodumaré-Mawu creó divinidades para que se ocupasen de los humanos y gobernases el mundo: son los dioses a los que los yoruba aplican el nombre de orixá y los fon el de vodú
Vodú significa para los fon de Benín "escondido", "misterioso", "sagrado", mientras que para los autchi de Togo tiene el sentido de "mensajero de lo profundo", porque lo sagrado no se encuentra en el cielo, sino en el interior de la Madre Tierra, donde están enterrados los antepasados
Orixá, por su parte, proviene de las palabras ori (cabeza) y sha (tomar) e la lengua yoruba. Según Verger, " el orixá o el vodú es una fuerza de la naturaleza, algo de carácter sobrenatural, un fenómeno poderoso que está situado en un lugar indeterminado para quienes le rinden culto. El orixá es una fuerza pura, asé, inmaterial, sólo perceptible por los humanos cuando entra en posesión de uno de ellos. El hombre elegido por el orixá, uno de sus descendientes, es llamado "elegún", el que tiene el privilegio de ser poseído por él".
Los orixás y los vodús son los garantes y los controladores del equilibrio del mundo creado por Mawu, sus "agentes" y "representantes" entre los hombres. Se encuentran en un término intermedio entre el Creador, inaccesible y, por tanto, no sensible a los ritos humanos, y los mortales, que dirigen plegarias y hacen sacrificios a los vodús para obtener lo que desean y alejar lo que temen.
¿De cuándo datan estas divinidades?. En Togo, los uatchi denominan togbi-vodú a unos vodús venerados por los togbi, los antepasados. Estas divinidades están relacionadas con los fenómenos naturales y cósmicos, son las más antiguas. Parece probable que otros vodús y orixás hayan llegado a adquirir y personificar las fuerzas de la naturaleza a través de antepasados divinizados.
Jefe supremo del vodú , en su casa de Dotou (Benín).
No es posible establecer con exactitud la cronología de los cultos africanos a las fuerzas y a los fenómenos naturales, algunos de los cuales son milenarios. Pero muchas figuras de antepasados pueden datarse; a través de ellas resulta posible elaborar un cuadro histórico relativo al origen de los vodús.
Según Verger, " el orixá sería en principio un antepasado divinizado, que en el curso de la vida logró algún tipo de dominio sobre ciertas fuerzas de la naturaleza, como el trueno, el viento, la foja de los metales, o incluso el conocimiento de las propiedades y la utilización de las plantas.
Sobre las oraciones e invocaciones dirigidas a los vodús, el mismo autor afirma: " Estos actos rituales, invocaciones, nombres, palabras, alabanzas dirigidos a una familia o a un dios constituyen en conjunto una especie de canciones de gesta y de árboles genealógicos que evocan hechos relacionados con la familia o el dios. Son los hilos conductores que permiten seguir hacia atrás la serie de encarnaciones de los dioses en el curso de sus migraciones hasta llegar a las causas de su evolución.
No hay que confundir esta devoción a los orixás y a los vodús con el culto a los antepasados, que en Africa se ofrece exclusivamente a aquellos difuntos de la familia no anteriores al fundador del poblado o de la casa. No obstante, los antepasados de las familias de los reyes interesan al país en general, sus cultos tienen carácter nacional y ellos adquieren el rango de orixá o vodú.
"Shangó", vodú del trueno, está estrechamente relacionado con los reyes yoruba de Oyo; "Ogún", vodú del hierro, con los reyes de Iré; "Oduduwa", creador de los seres humanos, lo está con los reyes de Ifé y los del conjunto de los países yoruba-nago, por haber sido el fundador de todas esas dinastías.
poblado.
Vodús interétnicos Los vodús interétnicos son los comunes a dos o más etnias, pueden ser divididos a su vez en vodús de los fenómenos naturales y vodús relacionados con personajes-histórico-miticos. Vamos a ver a continuación las divinidades más importantes que pertenecen a estos dos grupos.
Vodús de los fenómenos naturales Ayzan de origen fon, antigua divinidad protectora originaria de Allada (Benín), identificada con la corteza terrestre. Su fetiche es una montañita de tierra, encima de la vual hay una jarra horadada con pequeños agujeros y rodeada de tiras de palma (azan). No podía ser construída sin sacrificios humanos, talismanes y objetos muy raros y difíciles de obtener.
Hevieso en fon,o Shango (en yoruba), dios del trueno y del rayo, y, en correspondencia con ello, de temperamento fogoso y explosivo.
Loko (en fon) o
Iroko (en yoruba), dios de la fecundidad que reside en el árbol de su nombre ( Chlorophora excelsa). Este árbol se venera como sede de los poderes invisibles de la selva. Por eso nunca se tala, permanece al borde de los poblados o en plena floresta, testigo secula de la antigua vegetación de la selva. Sakpara (en fon) o Shapanan (en yoruba), temido y temible dios de la viruela y de las enfermedades contagiosas. En trance, sus adeptos imitan en la danza, doblados, las convulsiones, los temblores febriles y los sufrimientos de la enfermedad.
Dano Oshumaré (en yoruba), la serpiente símbolo de la continuidad y la renovación, fuente de enrequecimiento y de muerte. Para los fon, Dan es Ayido Hwedo, el arco iris, protector de los otros vodús, que ayuda a Hevieso a subir de nuevo al cielo después de su bajada a la tierra.
Agué (para los fon) o Oshossi (yoruba), dios de la caza y de la selva, cuyo culto, hoy practicamente inexistente en Africa.
Vodús histórico-míticos Mons Sastre sitúa dentro de él a "Eshu Elegbara", convertido en el temidísimo vodú guardián, que, según la leyenda, vivió en Ijebu, Nigeria, y fue fundador de la dinastía que reinó sobre los egba.
Gun (en fon) u Ogún (en yoruba) dios de la guerra y del hierro( y de los objetos mecánicos), que fue el hermano mayor de Shangó ( o Hevieso) y de quien tomó nombre el río nigeriano.
Sacerdotes del vodú Hevieso danzan para mostrar la fuerza del dios del rayo
Vodus étnicos Estos vodús están estrechamente vinculados a los antepasados y pueden ser los animales o árboles que desempeñaron un papel importante en el origen de la etnia, del clan o , naturamente, de los mismos antepasados. He aquí algunos de los más importantes:
Dagbéla serpiente pitón de la etnia de los hueda de Benín
Doglofesu serpiente boa sagrada para la etnia anterior.
Adjahuro, que es antepasado de las dinastías reales de Abomey, Allada y Porto Novo (Benín), y cuyo sacerdote recibe el nombre de Adjahutonon.
Agassu, el leopardo. De la unión del felino con una princesa adja de Tado, llamada Aligbonon, nació Adjahuto y luego el clan de los agassuvi.
Los Nessuhué, que originariamente eran príncipes, princesas y dignatarios de la corte de Abomey. Divinizados post-mortem, se convirtieron en los vodús protectores del clan real y de sus descendientes, progenie bastante numerosa, habida cuenta del gran número de hijos que los reyes tenían de decenas de esposas.
Los Tohossu, una veintena de vodús extraños e inquietantes, que originariamente fueron hombres de estirpe real nacidos deformes, mongólicos, paralíticos o anormales. El primero y más famoso de ellos es >omadonu, al que están dedicados grandes templos en Abomey, benín.
Vodús modernos En los últimos siglos han surgido vodús como Goro, Karabi y Koku. Muchos de ellos denominados "bo-vodú", de la magia,. La relación con los nuevos vodús es mucho más fácil y espontánea que con los antiguos.
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