Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

El Universo de los Hechizos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ritos fin de año 
 
 
  Herramientas
 
pensadores: El Coraje de Estar Solo Introducción
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta Eliminar Mensaje  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: advait챠n  (Mensaje original) Enviado: 13/04/2005 18:13

El Coraje de Estar Solo

Conversaciones con U.G. Krishnamurti

Amsterdam, Septiembre de 1982


Trascripto y editado por

Ellen Cristal


Cintas originales producidas y editadas por Henk Schonewille


Introducción

por Ellen Chrystal


Veamos, ¿dónde estaba cuando U.G tenía estas conversaciones en Ámsterdam en 1982? Estaba viviendo en California en la "comunidad espiritual" de Da Free John. Fue tres años después, en 1985, que me fui. Me encontré, después de 10 años de "práctica" en esa comunidad, "en pampa y la vía" - sin dinero, sin hogar, sin relaciones de familia ni amigos - y con un montón de asuntos pendientes, como tres niños que había dejado para ir y "realizar la iluminación". Cualquiera que haya estado en un culto religioso, y luego se fue, entenderá.

Aunque traté de muchas maneras de llenar el vacío espiritual que tantos años de participación con Da Free John habían llenado, sentía personalmente que todos esos intentos de encontrar un significado religioso y espiritual a la vida eran de alguna manera falsos - una imposición al simple hecho de la naturaleza en sí. Sin embargo, buscar se había convertido en tal hábito, que no podía parar.

En 1987 asistí a un retiro de tres días con Bernadette Roberts (una ex monja carmelita, que reclamaba estar en un estado de "ausencia de ego"). Me pareció real cuando la escuché. Durante el retiro, me sentí renovada por la sabiduría de Bernadette, su simplicidad y su humor. Ya sobre el final del retiro, un viejo amigo mío (otro "divorciado de Da Free John", como nos llama U.G) le dio a Bernadette un libro llamado "La Mística de la Iluminación." Era de U.G. Krishnamurti. Recordaba vagamente haber visto este libro antes. Bernadette se lo devolvió a mi amigo, y yo se lo pedí al instante, "Si no te molesta, me gustaría leerlo."

Con el libro en la mano, me retiré a mi cabaña. Lo primero que noté fue la estrambótica declaración de U.G en la primera página: "Este libro no tiene copyright..." (eso fue hilarante después de haber pasado diez años con un hombre que reclamaba un copyright a perpetuidad sobre cada palabra que articulaba).

Durante las últimas horas del retiro me leí el libro de tapa a tapa. Estaba leyendo lo que había sentido como cierto en un nivel intuitivo, no siendo sin embargo capaz de hacer nada al respecto. En realidad, por cierto, ese fue el principio del fin de hacer algo en absoluto respecto de la iluminación.

El libro estaba publicado en la India. Le escribí al editor, preguntándole sobre las andanzas de U.G y en dónde podía encontrarlo. Después de semanas, más bien meses, recibí una carta de un hombre llamado Chandrasekhar. U.G estaba viajando. Yo podía contactar a Julie Thayer, quien resultó que vivía a unas pocas cuadras de mi casa en el lado oeste de New York City.

Llamé a Julie. Ella me invitó de inmediato a su departamento, y yo inmediatamente fui. Julie había terminado recién un viaje alrededor del mundo con U.G y había tomado filmaciones en video de cada lugar en donde habían estado. Había como 100 horas de cintas sin editar. Por varias semanas fui al departamento de Julie cada día y me sentaba, hipnotizada, viendo a este extraño hombre mientras vagaba por el mundo, reuniéndose y conversando con el más ecléctico grupo de personas. Poco después, U.G. vino a los Estados Unidos y yo volé a San Rafael, California para encontrarme con él por primera vez.

"¿Por qué gastaste tu dinero?" Fue lo primero que me dijo. "Quería conocerte," le contesté. "No obtendrás nada aquí," me dijo, agregando, "si hubieras sacado algo aunque sea de todos mis libros no estarías aquí." Qué podía decir. Algo estaba sucediendo, pero ciertamente no era nada que pudiera haber conocido, explicado o utilizado. No tenía punto de referencia para este tipo. Todas mis lecciones de guru-adoración no me servía aquí. Pero, al mismo tiempo, él claramente no era un hombre común.

Todo lo que uno puede hacer cuando conoce a U.G es observar como funciona. Luego de años de refregarle los pies a Da Free John, fue muy refrescante sentarse con alguien que me parecía estar en un estado que llamaría "iluminado" (no le digan a U.G que dije eso), y no tener que realizar ninguna ceremonia o hacer ningún esfuerzo por expresar nada en particular. Podía ser yo misma, sea eso lo que fuere.

U.G se mueve como un gato. Economía de movimiento. Además él "crece" en uno. Algunas personas no están interesadas en lo que tiene que decir, y eso no le molesta en absoluto, porque él realmente no cree que tenga ninguna misión. Otros escuchan con atención cada una de sus palabras, y a ellos constantemente los confronta y los confunde. Otros (supongo que yo caigo esta categoría), escuchan, y luego solo viven sus vidas. No sé que otra cosa hacer. Creo que él me ha salvado de años fútiles buscando una ilusión, y también ha aliviado mi carga en un sentido muy real. Es parte de mi vida sin entrometerse en ninguna forma. Eso es muy interesante para mí, y extremadamente difícil de comunicar.

Ahora he tenido la oportunidad de pasar tiempo con U.G en New York, California y Gstaad, Suiza. Cada vez y cada lugar fueron muy diferentes, y no obstante, muy parecidos. Sigo viéndolo cuando puedo, y luego sigo mi camino. Cada vez alivia mi carga un poco más.

Tuve la serie de cintas "Ríndase" por algunos años antes de realmente escucharlos. Me las había dado Julie. Cuando al final las escuché me sentí muy conmovida por esas conversaciones. Parecen ser un compuesto de la expresión más fundamental de U.G.

U.G me recuerda a un virtuoso músico de jazz zapando con sus amigos. No da conferencias. No lee las notas. Simplemente responde. El que esté ahí le da el tempo, los cambios y la nota, y luego él interpreta su "solo". Y se puede ir muy lejos, improvisando libremente, luego volviendo a la raíz - devolviéndolo a uno gentilmente (o no) a la tierra.

Es esas conversaciones en Ámsterdam, U.G crea una estructura que tiene sentido - e incluso si uno no puede captarla del todo, tiene la posibilidad de volver a ella una y otra vez, y cada vez escucha algún nuevo "rif" que no había oído la vez anterior. Y lo endereza a uno un poco más. Aliviana nuestra carga un poco más.

Gracias, U.G.


쨌 New York
쨌 Noviembre 20 de 1995



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados