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santeria: LOS CABILDOS Y EL MENDIGO DE LA PARABOLA BIBLICA
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From: textuallucecita  (Original message) Sent: 18/08/2007 08:03

“Los Cabildos y el Mendigo de la Parábola Bíblica”
“por Gregorio Ortega”

San Lázaro, el mendigo llagado de la parábola evangélica, el de las muletas y los perros, que fue santificado en Cuba por su identificación con Babalú-Ayé, el dios yoruba.

“La religión católica jamás santificó al mendigo de la parábola bíblica. Para la Iglesia, el único santo de ese nombre es San Lázaro Obispo, sin llagas y con mitra, que veneramos el martes 17. Pero eso no reza a Lázaro, el mendigo, la devoción de los cubanos, cuya causa hay que ir a buscarla en las tradiciones lucumíes.


“San Lázaro, el de las llagas, las muletas y los perros, tiene su origen en un pasaje de los Evangelios.


“Según el Evangelio de San Lucas, Jesús, que solía hablar en parábolas a las gentes, dijo un día a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacia cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de el, deseando hartarse de las migajas que cayeran de su mesa, lleno de llagas, y aun los perros venían y le lamían las llegas. Y aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vio a Abraham de lejos, y a Lázaro en su seno. Entonces el, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mi, y envía a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado en esta llama. Y díjole Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora este es consolado aquí, y tú atormentado. Y además de todo esto, una grande sima está constituida entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá".


“Sin embargo, la religión católica jamás santificó al mendigo de la parábola bíblica. Para ésta el único santo de ese nombre es San Lázaro Obispo, el cual aparece siempre en las imágenes sin llagas, tocado con una mitra y cubierto con una capa conforme a su jerarquía eclesiástica.


“¿Cuál es la causa entonces de devoción tan extendida en nuestro país de la figura del mendigo lacerado? Hay que irla a buscar a la equivalencia que los negros lucumíes persiguieron en sus dioses africanos con las imágenes cristianas. Para ellos personaje evangélico era Babayú-Aye, el "orisha" que cura a enfermos y protegía a los pobres. Y con este carácter colocaron su imagen en los altares que construían en sus cabildos y lo popularizaron.


Numerosos creyentes de San Lázaro suelen hacer la promesa de recorrer la carretera desde el pueblo hasta el santuario del santo de rodillas o arrastrándose.

“Los cabildos.


“Este sincretismo religioso empezó a producirse antes del descubrimiento de América. Su existencia está íntimamente ligada a la de los cabildos.


“Los cabildos surgieron en tiempos del rey don Alfonso el Sabio el cual "queriendo dar orden a las cosas civiles y eclesiásticas de Sevilla, dividió a sus moradores en gremios y clases, y quiso que entre sí fundasen hermandades y cofradías, tomando cada gremio algún santo por especial patrono, cuya capilla sirviese a sus juntas o cabildos".


“Ya en tiempos de Enrique III, alrededor de 1390, como nos dice Ortiz de Zúñiga en sus "Anales eclesiásticos y seculares de Sevilla", se permitía a los negros esclavos "juntarse a sus bailes y fiestas en los días feriados, con que acudían gustosos al trabajo y toleraban mejor el captiverio".


“En Sevilla hubo numerosos cabildos negros. Y en estas organizaciones que no eran meramente religiosas, ya que entre sus integrantes se designaba un "mayoral" que actuaba como jefe y juez de todos y con el cual se entendían las autoridades para todo lo que afectara a la cofradía, debió iniciarse la simbiosis religiosa. Los esclavos ocultaron sus creencias bajo apariencias católicas y siguieron adorando a sus dioses bajo nombres católicos. Y no debe olvidarse que en 1565 había cerca de quince mil esclavos en Sevilla.


“De Andalucía vinieron los cabildos negros a América, reproduciéndose la organización metropolitana dondequiera que hubo un núcleo apreciable de africanos. En el Perú existieron desde el siglo XVI según afirma Ricardo Palma en sus "Tradiciones Peruanas". El 10 de abril de 1573, a imitación de Sevilla, el Ayuntamiento de La Habana dispuso que a la procesión del Corpus Christi asistieran todos los negros horros "que se presten a ayudar la dicha fiesta".


“En Cuba, los cabildos fueron asociaciones de negros procedentes de la misma nación. Así hubo tantos cabildos como nacionalidades africanas enriquecieron los cargamentos de esclavos traídos a nuestro país. Pichardo en su diccionario, dice así, explicando lo que era un cabildo: "Reunión de negros y negras bozales en casas destinadas al efecto los días festivos, en que tocan sus atabales y tambores y demás instrumentos nacionales, cantan y bailan en confusión y desorden con un ruido infernal y eterno, sin intermisión. Reúnen fondos y forman una especie de sociedad de pura diversión y socorro, con su caja, capataz, mayordomo, rey, reina, etc."


“La elección entre los congos del jefe del cabildo se hacía el día de reyes, en una junta celebrada después de tres días de vela y ceremonias a San Antonio, al cual "le daban comida". (San Antonio es el santo patrono de Portugal, cuya hegemonía en el Congo fue intensa. Los congos al catolizar externamente sus creencias, se hicieron adoradores del santo de sus amos). Escribían un signo correspondiente a cada candidato en sendos papeles, lo metían en un güiro hueco y a la suerte salía el favorecido, cuya designación por cuatro años era recibida con aplausos, gritos y ruidos de cencerros. El rey no era reelegible.


“El Día de Reyes el "rey congo" vestía casaca galoneada y vistosos pantalones, sombrero de dos puntas, alto bastón borlado, anchas y chillonas bandas cruzadas sobre el pecho, condecoraciones y espada al cinto. Además llevaba un manto real sobre sus hombros y portaba un cetro. Durante el año era el que custodiaba los fondos de la sociedad y el que imponía multas a sus súbditos. Su muerte era un acontecimiento social y hasta se guardaba cierta cronología en la denominación de los monarcas electivos. Bacardí en sus "Crónicas de Santiago de Cuba" nos habla de la muerte en 1848 del rey congo José Trinidad XXXV, en Santiago de Cuba, al cual se le hizo un solemne entierro.


“El rey o capataz era responsable ante las autoridades por las faltas que cometían sus subordinados. Sabemos, por ejemplo, que en 1813 se impusieron multas a tres capataces de cabildos por haber estos encendido candeladas en la calle.


“Algunos cabildos llegaron a tener fondos cuantiosos y hasta adquirir inmuebles para establecer su domicilio. A partir del Bando de Buen Gobierno y Policía de 1792 se les obligó a trasladar sus locales para las casas situadas en las orillas de la ciudad, frente a las murallas, y celebrar sus actos solamente los domingos y fiestas de guardar.


“Al prohibírseles a instancias de la iglesia católica sacar sus fetiches a la calle, aceptaron un santo patrono del santoral católico, al cual trasmitieron toda la potencia de sus ídolos. En 1598 se constituyó en La Habana la cofradía de Nuestra Señora de los Remedios por los negros de nación "zape" en la iglesia de Santo Domingo. Y pronto todos los cabildos se convirtieron en cofradías incorporadas a las diversas iglesias parroquiales.


“En los primeros siglos de la colonia los cabildos salían a la calle con sus imágenes, atabales y demás instrumentos a celebrar sus festejos. Pero, por el Bando de Policía de 1792 se les prohibieron estas incursiones por la ciudad bajo severas penas. Un nuevo Bando de 1842 los autorizó a salir con permiso del gobierno y les concedió celebrar el día de los Santos Reyes la diversión conocida con el nombre de "diablitos".


“El 6 de enero de 1884 fue el último Día de Reyes que salieron los cabildos a la calle. Un bando del Gobierno Civil Provincial dictado el 19 de diciembre de ese año terminó para siempre con esta costumbre.


Las imagenes del Cabildo de Susana son llevadas en andas por las calles de Regla, el ocho de septiembre, día de la patrona del pueblo.

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