T e s t i m o n i o

Por:Pastor Yonggi Cho 

Un miércoles al terminar la predica vino una persona en una camilla.

Su cara se veía negra, tenia cáncer del hígado. Traía colgado su suero por el brazo. Su aspecto era de alguien que no podía estar vivo. Y ya lo habían echado de los hospitales. Yo lo mire y le dije: Por lo que veo usted no tiene elección, aunque vaya al hospital muere, si va a casa, lo mismo: solo le queda un camino. Vaya con su familia al monte de oración y ayunen por 3 días. El que lo trajo dijo: Todos son incrédulos, vinimos aquí porque nos dijeron que acá se podría sanar.

Pero si su hijo se esta muriendo que importancia tiene creer o no creer? De todas formas, lleve a toda su familia crean o no y ayunen. No sabemos que es ayunar!

Pasen hambre, corten la comida y clamen a Dios orando". Y fueron todos. Sus padres cortaron la comida, su hermano no fue a trabajar, su cuñada, aun estando en fecha de dar a luz ayuno y clamo; asistieron a los cultos y aceptaron al Señor en forma automática y clamaron al Señor de todo corazón.

Ellos ayunaron pidiendo que salvara a su hermano, agonizaron en oración, y de repente el enfermo cayo en coma. No tenia conciencia ni podía respirar.

Ellos siguieron clamando y a los tres días se despertó y pidió un vaso de agua. Pidió que se lo llevara al baño y empezó a echar una sangre negra hasta que quedo sano. 

Ellos vinieron a saludarme y como no sabía nada les pregunte: Que paso con el hombre que vino en una camilla? y el que estaba a mi lado dijo: Soy yo! Como es que esta vivo? le pregunte.

Desde aquel día fui salvado y como de todo, fui tranquilo al hospital para hacerme los análisis y dijeron que el cáncer no aparecía por ningún lado y que estaba sano.

Su familia oró ardientemente ayunando, el diablo se fue y Dios hizo un milagro. Por lo tanto cuando oramos no debemos hacerlo con un corazón frio. y hay personas que renuncian fácilmente a la oración.

Oran un poco y si no reciben respuesta, se retiran, pero la oración es una lucha. No hay lucha que sea tan fácil.

No pelea un pelotón haciendo retroceder al enemigo hasta el fin? Desistir fácilmente no es una guerra. La oración es una guerra espiritual. Peleamos con Satanás.

Y a este no retrocede fácilmente. Aunque es un delincuente que ya ha perdido su autoridad, patalea para no retroceder.

Debemos atacarle sin parar. La biblia dice que desde los tiempos de Juan el bautista el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan.

Pastor Yonggi Cho