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General: UN ESTADO NACIDO DEL TERRORISMO .... ISRAEL ..
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Respuesta  Mensaje 1 de 9 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 31/12/2010 14:22
  Saad Chedid
 
 
 

Señor embajador del Estado de Israel en la Argentina y Don Daniel Gazit, y señor ministro consejero de la embajada, don Lior ben Dor,

“A decir verdad, me atrevería a afirmar que el intelectual tiene que estar dispuesto a mantener una disputa que dura tanto como su vida con todos los guardianes de la visión o el texto sagrados, cuyas depredaciones han sido legión y cuya pesada mano no soporta la discrepancia y menos aún la diversidad.

El principal bastión del intelectual laico es la libertad incondicional de pensamiento y expresión: abandonar su defensa o tolerar falsificaciones de cualquiera de sus fundamentos es de hecho traicionar la llamada del intelectual.”

Edward W. Said 1

“No es que crea realmente en la virtud de las palabras para curar de su autismo a los que Aimé Césaire llama “nuestros vencedores omniscientes e ingenuos”, y sacar a los vencidos de sus recurrentes sueños de paraísos perdidos. No lo creo totalmente, pero sí lo suficiente como para pensar que decir las cosas a veces ayuda a no desesperar.”2

Sophie Bessis.

Me permito dirigirme a ustedes a través de los medios que estarán dispuestos a publicar esta respuesta a vuestras declaraciones de críticas a la nota enviada por el señor embajador del Líbano, doctor Hicham Hamdam, al señor gobernador de la Provincia de Buenos Aires, don Daniel Scioli..

Como argentino, descendiente de padres libaneses y también de aquellos lejanos y olvidados cananeos, debo confesar que me siento orgulloso de que el embajador de la patria de mis padres, asuma la digna y noble actitud de esclarecer al señor gobernador de la Provincia de Buenos Aires, don Daniel Scioli, después que este realizara una visita al Estado de Israel, sobre lo que representa ese Estado.

Seguramente, el gobernador Scioli desconoce que la mayor especialidad del Estado de Israel es la fabricación de armas y también las metodologías de sistemas de espionaje y represión, que significan el 40% de las exportaciones de ese Estado, (quizá hoy más) según lo denunciara hace muchos años con gran dignidad el doctor Israel Shahak, en aquel momento presidente de la Comisión por los Derechos Humanos y Civiles.3

Seguramente el gobernador Scioli desconoce que fue ese Estado el que proveyó de armas a la dictadura militar de la Argentina, durante los años 1976 a 1982, hoy tan denostada en nuestro país por el gobierno actual y el propio gobernador Scioli, y que en la tal venta de armas las organizaciones judías de nuestro país estuvieron involucradas, como lo indica en su denuncia el doctor Israel Shahak, ya que en su libro se incluyen los nombres de los generales israelíes y los generales argentinos que se reunían en los salones de esas organizaciones judías, en sus sedes en Buenos Aires, para acordar las condiciones de venta, con las respectivas comisiones que quedarían en manos de los intermediarios parasitarios de las operaciones.

El 25 de marzo de 2010, en la página web del Museo Ernesto Che Guevara Primer Museo Suramericano, se publicó: Debate: el judaísmo oficial y la dictadura, donde aparecen las declaraciones de un digno argentino, de confesión judía, el periodista y escritor Herman Schiller, quien con su habitual hombría de bien, denuncia la participación del Estado de Israel en su relación con la dictadura militar de nuestro país y la complicidad de la dirigencia judía con esta última. Y también las réplicas que las mismas merecieran de otras instituciones judías.4

Y dada la situación de desorden en algunas localidades de la Provincia de Buenos Aires, uno puede imaginar que el señor gobernador no ha ido sólo de visita.

Sobre estas particularidades y otros acontecimientos trató generosamente de informarle el señor embajador de la República del Líbano, doctor Hicham Hamdam, al señor gobernador de nuestra Provincia de Buenos Aires, y, aprovechó la circunstancia, además, para denunciar las continuadas incursiones del ejército del Estado de Israel a su país, cuya última invasión, en 2006, intentó destruir toda la infraestructura del Líbano en 5 días, hecho que fuera condenado por las Naciones Unidas y Amnistía Internacional. Y el analista político, Thierry Meyssan, sostuvo fundamentadamente que esa invasión había sido programada de muy larga data, con lo que desenmascaraba las mentiras inventadas por los gobernantes israelíes, al sostener que esa invasión se había producido por haber sido apresado un soldado israelí.5

Y, por supuesto la fotografía que recorrió el mundo es la del gobernador tocando con su mano el Muro de los Lamentos, que como todas las visitas que realizan funcionarios de cualquier país, tratan de mostrarlos como en una suerte de rendición de pleitesía al Estado de Israel.

Las recomendaciones del señor Hicham Hamdam, embajador decano del cuerpo de diplomáticos árabes en nuestro país, al gobernador Scioli, recibieron inmediatamente, como es costumbre de los funcionarios de la Embajada del Estado de Israel, críticas malintencionadas y llenas de agresiones, cargadas además de falaciosos argumentos que nada tienen que ver con la carta que el embajador Hicham Hamdam dirigiera al gobernador Scioli.

Siempre que intervienen funcionarios de la Embajada del Estado de Israel, así como los dirigentes de las organizaciones judías en nuestro país, en particular los de la DAIA, su órgano político, y filial de la Organización sionista Mundial, sus argumentos no pasan de ser superficiales diatribas y acusaciones de terrorismo tanto a Hezbollah, como a Hamas.

Con relación a Hezbollah, debemos recordar que este sector del pueblo libanés constituyó siempre para el Estado de Israel un obstáculo en su pretensión de permanecer en el sur del Líbano para abastecerse de las aguas del río Litani, aguas necesarias para la zona árida que es el norte del Estado de Israel. Pero cuando las fuerzas irregulares de Hezbollah expulsaron al Tzahal, ejército israelí, con fama de invencible, del sur del Líbano, después de haber permanecido muchos años en el territorio invadido, la locura se apoderó tanto de los mandos del Tzahal como del gobierno israelí. Su ira no se ha aplacado desde entonces y sueñan con volver, ya que no pudieron soportar haber sufrido una debacle vergonzosa frente a un grupo irregular de libaneses que le hicieron morder el polvo de la derrota al que hasta ese momento se consideraba el “invencible Tzahal”, el ejército más poderoso del llamado Medio Oriente.

Y, por supuesto, también, generalizan sus falsas acusaciones contra el pueblo palestino, porque no le perdonan su serena, tozuda e inclaudicable voluntad de no permitir que le roben su Patria los usurpadores venidos de otros países, con el supuesto presuntuoso de creerse dueños de una porción del Planeta Tierra, atribuyéndole a una deidad menor del panteón cananeo, denominada Jhwh, también supuestamente y sin que nadie en el mundo pueda comprobar tales invenciones, la concesión de una porción de terrenos en Canaán, en un texto ficcional, escrito y reescrito, arreglado y ajustado cientos de veces a los intereses de las clases judías dominantes, desde hace miles de años atrás, denominado la Torah.6

Y sin tomar en consideración las alteraciones que los sabios masoretas en Palestina y Babilonia, al insertar vocales en esos textos de sólo consonantes de la Torah, hecho acontecido entre los siglos VI y X de la era común, vocales que fueron intercaladas arbitrariamente en narraciones escritas con más de mil años de antelación y luego las traducciones al griego, generaron un texto cuya veracidad es puesta en razonable duda por las escuelas que aceptan la historicidad del mismo y, sin embargo, negada por los seguidores de la escuela minimalista de Copenhagen.7

Además, tanto el embajador del Estado de Israel, Daniel Gazit, como el ministro consejero de la embajada, Lior ben Dor, ambos en diálogos con la Agencia Judía de Noticias, se expresan como si representaran no sólo a sí mismos, o al gobierno del Estado de Israel, sino a todo el mundo, ya que utilizan un lenguaje en el que pretenden petulantemente ser los portavoces de las reflexiones de un “todo el mundo” que solamente ellos conocen o inventan.

Y como es también la costumbre de esa embajada, acusar de terroristas tanto al pueblo palestino como al libanés, y pretenden hablar desde la pureza de un Estado israelí, del cual, según estos y todos los embajadores anteriores, padece los ataques incesantes tanto de Hezbollah como de Hamas.

No voy a entrar en el análisis detallado de esas declaraciones infantiles y mentirosas, pero sí quisiera recordarles a ambos que el Estado que representan en nuestro país se constituyó luego de que europeos judíos, invasores de Palestina, apelaran a un desembozado terrorismo, como lo denunciaran grandes personalidades, de muy distantes partes del mundo, y sólo rescataré lo que escribiera, alguien absolutamente intachable en cuanto a su dignidad y honestidad, Mahatma Gandhi, quien el 26 de noviembre de 1938, escribía en el diario Harijan, lo siguiente:

“¿Por qué, los judíos, como otros pueblos de la tierra, no han hecho su hogar nacional del país donde han nacido y donde ganan su sustento?”

Y años después, el 21 de julio de 1946, en el mismo Harijan, escribía Gandhi:

“¿Por qué (los judíos) tienen que recurrir al terrorismo para hacer posible su expropiación de Palestina?

Y rescataré entre otras muchas personalidades reconocidas internacionalmente, al filósofo y científico, Bertrand Russell, y al historiador cuya obra, Estudio de la Historia, le valió el reconocimiento mundial por los extraordinarios aportes realizados al conocimiento de la historia de la humanidad, Arnold J. Toynbee. No transcribiré sus textos para no extenderme demasiado, por demás muy conocidos y que pueden verse en los lugares que señalo en nota a pié de página.8

Pero sí me parece que los funcionarios de la embajada, cuyas declaraciones mantienen, como lo señalo más arriba, la típica petulancia de obviar lo que pasa en el Estado de Israel, y se dedican a señalar, al estilo que seguramente han copiado del psicólogo y escritor Marcos Aguinis, quien también tiene la costumbre de escribir largamente sobre esta temática, que, como estos funcionarios, desconoce absolutamente, y describen lo que ocurre en el Líbano y en Palestina, como si fueran expertos estudiosos de esos países.

Y entonces, lo único que hacen es señalar hechos y acusaciones carentes de toda veracidad, pero que los ideólogos del Estado de Israel y sus organizaciones satelitales, se han encargado de difundir suponiendo que los argentinos no tenemos otra posibilidad de informarnos, como alguna vez se lo señalé al señor Jacobo Timerman, en la época en que era director del diario La Opinión, (1974) que también gustaba de darnos clases de política internacional, creyendo infantilmente que sólo los judíos sionistas pueden hablar de estos temas con autoridad y que nosotros, los argentinos, debíamos aceptar sumisamente sus inventos interpretativos.9

Tampoco voy a perder el tiempo señalando cada una de sus falaciosas argumentaciones, como alguna vez lo hice con un escrito del doctor Marcos Aguinis, puesto en Internet por el Consejo Judío Latinoamericano y el World Jewish Congress, en el que hacía lo mismo que hacen estos funcionarios: agredir libremente, pensando que nadie les contestará sus noveleras argumentaciones. Todas sus mentiras y sus imaginarias elucubraciones fueron analizadas en la extensa nota que le dediqué oportunamente, donde señalaba con respecto al artículo del doctor Marcos Aguinis: “… (su escrito) a nuestro criterio plagado de errores y de tergiversaciones de la historia, el que parecería responder a una fuerte carga de odio, producto de una actitud discriminatoria contra los que el autor, utilizando un lenguaje ambiguo y vago, denomina árabes, palestinos o musulmanes indistintamente.”10

Señor embajador del Estado de Israel, don Daniel Gazit, señor ministro consejero, don Lior ben Dor, como pareciera que ustedes provienen de otro planeta, ya que desconocen lo que ocurre en el Estado que dicen representar, para comenzar, me permito recordarles que dos antiguos primeros ministros de vuestro Estado, Menahem Begin, en su libro traducido al castellano La rebelión en Tierra Santa,11 narró con tenebroso deleite cómo, apelando al terrorismo y, según comenta, contando con la ayuda del “dios” de Irael, masacraron a las familias palestinas indefensas del pueblo de Deir Yassin, y que luego siguieron con otras poblaciones de aldeas palestinas también indefensas.

Y Yitzhak Shamir, se explayó largamente sobre sus actividades terroristas y, en un reportaje que le hiciera el diario Clarín, en la ciudad de Jerusalén, el día 4 y que el diario publicara el jueves 5 de setiembre de 1991, dijo textualmente, según transcribió el matutino:

El título de la nota lleva el siguiente texto, que les transcribo para vuestro conocimiento:

SHAMIR JUSTIFICÓ EL TERRORISMO

PARA LA FUNDACIÓN DE ISRAEL”

“El primer ministro Yitzhak Shamir, al cumplirse un nuevo aniversario del Grupo Stern, admitió hoy que los judíos extremistas que él contribuyó a fundar y dirigir, hicieron bien en apelar al “terror” para establecer el Estado de Israel.

Sus operaciones incluyeron los asesinatos de lord Moyne, ministro de Estado británico para el Oriente Medio, en 1944 (en El Cairo), y del conde Bernadotte, sueco, mediador de paz de las Naciones Unidas, en 1948 (en Jersusalén).

Desde el punto de vista moral no hay diferencia entre el terror personal y el terror colectivo, en ambos casos se derrama sangre, en ambos casos muere gente” manifestó Shamir.”

….

Con relación a la lucha del pueblo palestino por defender su territorio de la usurpación que pretendían ejercer europeos judíos, dice Shamir:

Su fin no es justo, respondió Shamir, quien ha prometido que jamás se retirará de los territorios árabes ocupados. Ellos luchan por territorio que no es de ellos, que es la tierra del pueblo de Israel, agregó.”

(Incluyo fotocopia de las declaraciones de Yitzhak Shamir al diario Clarín al final de mi texto.)

Pero lo interesante es que, al igual que el doctor Marcos Aguinis, el ministro consejero, recurre a supuestas declaraciones de argentinos descendientes de libaneses que viven en la Provincia de Buenos Aires, a los que solamente él ha escuchado y a los que menciona como “la colectividad árabe o libanesa”, que “detesta” a Hezbollah y agrega que “nadie tenía problemas en decirme cómo odiaban al grupo de Nasrallah, Siria o Irán, pero sus voces no son escuchadas”

Yo podría decirle lo mismo de muchos amigos y conocidos judíos que detestan a los funcionarios del Estado de Israel, en particular a casi todos sus primeros ministros, quienes ejercieron un terrorismo de Estado haciendo asesinar selectivamente a dirigentes palestinos y libaneses que se oponían a sus designios. También conozco argentinos que fueron a vivir al Estado de Israel, soñando o pensando que allí encontrarían una paz y tranquilidad prometida en una tierra de paz, y que luego de una breve estadía, se fueron huyendo de la discriminación y el odio a un pueblo, el palestino, que nada les había hecho ni a sus padres ni a ellos, pero que son encarcelados sin juicio alguno, [hay aproximadamente 10 mil palestinos presos] niños, hombres, mujeres y ancianos, y torturados con la aprobación de la Corte Suprema de Justicia de ese Estado, según me comentaron. Hechos por demás difundidos por Internet y harto conocidos.

Les recomiendo, señores embajador y consejero, la lectura de los escritos de crítica política del gran poeta argentino, de confesión judía, Juan Gelman, quien recibiera distinciones de honor y premios internacionales, entre otros muchos, Premio de Poesía Pablo Neruda, 2005, Premio Miguel de Cervantes (España), 2007, y que ha dedicado gran parte de sus escritos políticos a esclarecer a los pueblos de toda América latina, y también de España, sobre el terrorismo de Estado que es característico del Estado de Israel, que ustedes representan en nuestro país.

Y estos ejemplos no son sino realidades que pueden comprobarse fehacientemente y no paseos por la Provincia de Buenos Aires, y fantasiosas conversaciones con “la colectividad árabe o libanesa” que “detesta a Hezbollah”, como las que señala el señor consejero Lior ben Dor.

Para ustedes, que siempre encuentran justificaciones al acusar de terroristas a los palestinos asesinados por orden de vuestro gobierno, ya sea selectiva o masivamente, quiero recordarles, señor embajador y señor consejero, los casos emblemáticos del gran escritor palestino, Gassan Kanafani, quien murió asesinado el 8 de Junio de 1972. La explosión de una bomba colocada en su automóvil en el que viajaría con su sobrina saliendo de su casa en Beirut, se los llevó a los dos. Tenía apenas 36 años, y, a pesar que nunca utilizó armas de fuego en la defensa de su pueblo, su pluma, sus escritos fueron más eficaces, y eso era algo que los gobernantes del Estado de Israel no podían soportar, por eso comandos israelíes fueron enviados para asesinarlo.

El otro es el asesinato de Khalil Al Wazir, más conocido como Abu Jihad, mientras descansaba en su propia casa en la ciudad de Túnez, comandos israelíes, enviados especialmente para matarlo, el 16 de abril de 1988, entraron al dormitorio y lo asesinaron delante de su esposa y sus hijas.

Y, para citar un caso excepcional, seguramente ustedes, señor embajador y señor consejero, recordarán cómo el primer ministro, bautizado por Gabriel García Márquez como el Premio Nobel de la Muerte, luego de su “hazaña en Sabra y Chatila”, Ariel Sharon, enviara tres helicópteros Apaches, que lanzaron tres misiles, para hacer asesinar a un anciano, a Ahmed Yassin, ciego, paralítico y en silla de ruedas, haciéndolo volar por los aires en mil pedazos, y también a los jóvenes que le acompañaban al salir de la mezquita donde había ido a rezar. Esto ocurrió el 22 de marzo 2004, mientras Ariel Sharon observaba, dando órdenes, desde su televisor en Tel Aviv, cómo se ejecutaba el atentado. Y lo difundieron por el mundo, como una hazaña, que ustedes parecen desconocer. Ahmed Yassin, ciego, en silla de ruedas, y Ariel Sharon difundió ese asesinato como una hazaña.

Y así podría seguir, señores embajador y consejero del Estado de Israel, Estado nacido del terrorismo que llevaron a Palestina, europeos judíos, todos ellos descendientes de kázaros, pueblo mongol convertido al judaísmo entre el siglo VII y el IX de la e.c. (los historiadores aún no se ponen de acuerdo) y que nada tuvieron que ver con aquellos antiguos israelitas-hebreos de la tierra de Canaán que, por otra parte, no eran los únicos habitantes de aquella región y que seguramente desaparecieron históricamente inmersos en otras etnias o pueblos.12

Los verdaderos y genuinos descendientes de los otros pueblos que habitaron la antigua Canaán y siguieron viviendo por siglos en esa región, son los actuales libaneses, palestinos y sirios como lo señalara el gran historiador italiano, Giovanni Pettinato, en su libro Ebla, una ciudad olvidada. Arqueología e historia, cuyo mensaje excluye totalmente cualquier connotación de “pueblo elegido” y “tierra prometida”, así como “mandatos” de masacrar y asesinar pueblos enteros, como aparece en la Torah. Termina Giovanni Pettinato su libro sobre Ebla, con estas sencillas y bellas palabras:

“El mensaje que la civilización de Ebla nos dirige a todos, pero sobre todo a los que he llamado los sucesores naturales de los eblaitas, es decir a los habitantes de Siria, Líbano y Palestina, es que todos somos hermanos, gobernantes y ciudadanos sin excluir a ninguno, y como tales debemos comportarnos, viviendo los unos para los otros.” 13 

Y por qué señalo en el párrafo anterior que en la civilización cananea no existen en los textos de sus ciudades más conocidas, Ebla, Ugarit, las narraciones de crímenes, asesinatos masivos, el exterminio de pueblos enteros, como sí aparecen en la Torah, y que el gran historiador G. E. M. De Ste. Croix, el más importante historiador inglés contemporáneo, asumiendo la responsabilidad académica de describir lo que las narraciones mismas expresan fehacientemente, nos indica con claridad meridiana, sin analizar si esas narraciones son verídicas o mera literatura ficcional:

"No tengo la intención de dar a entender que los romanos fueron habitualmente la potencia imperial más cruel y despiadada de todas. No sé decir qué nación de la antigüedad aspiraría al título con más justicia, pues no conozco toda la documentación.

Sin embargo, basándome en la que conozco, puedo afirmar que sólo sé de un único pueblo que se creyera con derecho a decir que realmente tenía orden divina de exterminar a poblaciones enteras que pudiera conquistar, a saber, Israel.

Hoy día, los cristianos, al igual que los judíos apenas suelen fijarse en la despiadada ferocidad de Yahvé, tal como nos la revelan no las fuentes hostiles, sino la propia literatura que ellos consideran sagrada.

De hecho, por regla general suelen arreglárselas para olvidar incluso la existencia de este material incriminatorio." 14

Hay algo que siempre me ha llamado la atención de los defensores a ultranza del Estado de Israel, y que aparece claro también en la respuesta de Shamir al periodista, cuando le dice refiriéndose a la lucha del pueblo palestino:

Su fin no es justo, respondió Shamir, quien ha prometido que jamás se retirará de los territorios árabes ocupados. Ellos luchan por territorio que no es de ellos, que es la tierra del pueblo de Israel, agregó.”

Esa permanente recurrencia a la Torah y al supuesto de considerarse dueños de un territorio en el Planeta Tierra, que les fuera concedido en propiedad horizontal, una de las ideas más absurdas e infantiles que haya leído y escuchado en toda mi vida, y que sólo puede ser aceptada por niños en edad preescolar. Me parece ver en esa idea “es la tierra del pueblo de Israel” una referencia a Jhwh, la deidad, la de los judíos, convertida en un agente inmobiliario que otorga terrenos en el Planeta Tierra a quien le resulta más grato, pero con exigencias terribles. Y ¿por qué digo esto? Porque las exigencias de Jhwh a quienes les otorgó, en la imaginación de los redactores o escribas de tales fantasías, esto es, a los israelitas, eran de una crueldad sólo comprensibles, como lo señala el padre Michael Prior , en una deidad racista, xenófoba, militarista, genocida y etnocéntrica. Criterio este compartido por diversos autores, de los cuales sólo señalaré tres: el mismo Michael Prior, Richard Dawkins y el citado G. E. M. de Ste. Croix. 15 Me resulta, en verdad, un hecho más que infantil, y carente de seriedad, el pensar que la Divinidad, que ha creado, emanado, generado, o no sé qué, este universo de miles de millones de galaxias, de agujeros negros, de materia oscura, de antimateria, de mundos paralelos, y tantas otras posibilidades que se irán descubriendo a medida que el ser humano avance en el conocimiento del mismo, aparezca en la mente de algunos paranoicos convertido en un agente inmobiliario en ese relato fantasioso. Y, posteriormente, que esa Divinidad haya elegido a unos señores, Abraham y Moisés, cuya existencia está puesta en duda por los propios investigadores, arqueólogos e historiadores israelíes actuales, para otorgarles, de ese universo de miles de millones de galaxias, un pedacito del terreno en propiedad horizontal de una región de nuestra galaxia y que de ella haya elegido el Planeta Tierra, y que esa propiedad se la haya otorgado “en una revelación única y exclusiva a sus jefes”, revelación absolutamente no comprobable ni verificable por nadie, para que la posea en forma definitiva, sólo “el pueblo judío”. Y luego de convertir ese terreno en propiedad privada, también les otorgó, sólo a ellos, el derecho de asesinar, masacrar a los pueblos que ocupaban ese territorio con anterioridad, para obsequiárselos como a un departamento vacío, tal como lo cuentan en esos relatos también para infantes de edad preescolar, y que se han descubierto como de literatura novelera, carentes de veracidad histórica. 16 Quien mejor ha descripto esta “revelación única y exclusiva”, y las características inigualables de la misma, es el historiador Arnold J. Toynbee, en su libro El historiador y la religión, donde luego de su análisis de la misma, concluye:

"El punto de vista del historiador no es incompatible con la creencia de que Dios se reveló al hombre con el fin de ayudarlo a conquistar la salvación espiritual que el ser humano no podría obtener librado a sus solos esfuerzos; pero a priori al historiador le parecerá sospechosa toda exposición de esta tesis que afirme luego que Dios dio una revelación única y definitiva a mi pueblo en mi época, en mi satélite de mi sol, perteneciente a mi galaxia.

En tal aplicación egocéntrica de la tesis de que Dios se revela a sus criaturas, el historiador presentirá la pata hendida del diablo.

Pues lógicamente no hay conexión necesaria alguna entre la creencia de que Dios se revela a sus criaturas y la creencia de que Dios eligió como recipiente de su revelación a una criatura que resulta ser precisamente yo mismo, y que esa revelación, dada exclusivamente a mi, es única y definitiva." 17

Quiero reiterarles, señores embajador y consejero, en el supuesto de que ustedes viven en el Planeta Tierra, que me resulta totalmente absurdo que alguien pueda tomar seriamente esos relatos fantasiosos y además quieran que todos nosotros los aceptemos y acatemos pasivamente, no sólo la donación inmobiliaria sino también sus mandatos de masacrar a las etnias y pueblos enteros que los habitaban con anterioridad. Además, lo grave, lo terriblemente insólito es que los actuales rabinos con cargos de coroneles y comandantes del ejército israelí creen a pie juntillas estas fantasías y en su ascenso en la escalada para llegar en algún momento al control total del Estado de Israel, porque llegará ese momento, y convertirlo en un Estado totalmente teocrático, ya han comenzado ocupando cargos en el Tzahal y ahora comienzan a dictar normas para el Estado. El rabino Yitzhak Shapiro publicó un libro The King’s Torah ( La Torah del rey ) en el cual desarrolla la idea de que se puede matar incluso a niños o bebés palestinos si se supone que ellos pueden ser en el futuro una amenaza para el Estado de Israel. ¿Quién decide si un bebé recién nacido o un niño en edad escolar puede ser una amenaza para el Estado de Israel? Seguramente será el mismo rabino Yitzhak Shapiro o algunos de sus seguidores, que ya son muchos, y recomiendan su libro en las escuelas del Estado de Israel, los que decidirán quién o quienes son pasibles de ser asesinados. Ya un rabino de la Ribera Occidental ha resuelto que no solamente los que ellos consideran un peligro para el Estado sino aquellos que reclamen tierras que “pertenecen a Israel”, seguramente siguiendo la misma absurda línea de pensamiento que señalamos antes con relación a Yitzhak Shamir. ¿Dónde terminará esta paranoica y enfermiza idea de la propiedad horizontal concedida por Jhwh, la deidad de los judíos, y que sólo ellos aceptan? ¿Cuándo terminará? ¿Saben ustedes señores embajador y consejero, que la totalidad de los judíos en el mundo actual asciende a sólo el 0,2% de la población mundial, apenas 14 millones en total? Pero estoy seguro que, de ese 0,2%, sólo algunos pocos enfermos mentales, como esos rabinos, pretenden que todos los otros 99,8%, nada menos que casi 7.000 millones de habitantes del Planeta Tierra aceptemos semejante anormalidad. Por otra parte esos supuestos mandatos de Jhwh no serían, de ser ciertos, más que órdenes para cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad, además de infanticidios, como lo denunciara el sacerdote irlandés, Michael Prior en su libro La Biblia y el colonialismo. Una crítica moral. 18 Muchas de estas aclaraciones a la absurda respuesta del entonces primer ministro Yitzhak Shamir, cuando dice que los palestinos “ luchan por territorio que no es de ellos, que es la tierra de Israel”, las he indicado en otros escritos anteriores, pero pareciera que la ignorancia y la ceguera es una característica genética de las mentalidades de los fanáticos y de los terroristas. Y antes de terminar, reiteraré aquí un texto de Gideon Levy, dirigido a un soldado israelí, que, pareciera que quienes viven en el Estado de Israel, o ustedes que representan a su gobierno no han leído nunca, quizá, como lo señalo antes, porque vienen de otro planeta:

“Querido soldado: ..... CONTINÚA ...

Un Estado nacido del terrorismo
 
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 9 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 31/12/2010 14:24

“Querido soldado:

Los soldados han matado a 623 niños y jóvenes ¿y usted quiere decirme que ni uno de esos soldados descubrió a un niño en su mira?

La persona que disparó a la muchacha de Rafah, ¿no la vió? La persona que disparó a Amar Banaar y a Montasser Hadada en la Casbá, matándolas a ambas con una bala, ¿tampoco pudo reconocerlas? Y el que mató a Khaled Osta, el chico de 9 años, haciéndole un enorme agujero en su pecho ¿tampoco se dio por enterado? Y el que disparó desde su tanque sobre edificios residenciales en Gaza y que no vio a ningún niño en su mira, ¿no sabía que en esos edificios vivían niños y, sin embargo, apretó el botón? Y el piloto que dejó caer una bomba en un barrio densamente poblado ¿tampoco él sabía que los niños estarían entre las víctimas?

Y si un niño tira una piedra a un jeep blindado, o inclusive una bomba molotov, o hasta una carga explosiva ¿merece por ello la muerte?

Usted dice que él tiene que ser atacado para mantener la disuasión. Eso es aterrador. ¿Matar a un niño para disuadir? Y si usted mató o hirió a niños para disuadir ¿cree que ha logrado tal disuasión?

¿Usted ha pensado alguna vez por qué esos niños están enfrentándolo? ¿O los adultos? ¿Usted ha considerado alguna vez la posibilidad de que ellos pueden estar luchando por una causa justa? ¿Qué quizás ellos sólo quieran sacarse nuestra opresiva presencia de sus vidas?

¿Qué ellos no tienen ninguna otra manera de luchar? ¿Usted ha intentado ponerse en su lugar, incluso por un momento, alguna vez?

¿Qué haría usted si hubiera nacido palestino bajo esta ocupación? ¿Usted tiene el valor de decir lo que Ehud Barak dijo hace unos años: “Yo me habría unido a una organización terrorista”? No puede haber ninguna respuesta más directa, valerosa y verdadera que esa.”

Y Gideon Levy, como lo señalé en otros escritos similares a este, denuncia más adelante, las razones y causas de esa conversión infame, cruel y maléficamente deshumanizante, de esos niños judíos de 20 años, transformados, por un sistema educativo perverso, en zombies asesinos de los niños palestinos de 3 a 10 años, porque:

“Por eso existe un sofisticado sistema de educación, información, comunicación, lavado de cerebros, deshumanización y demonización, un sistema que está llevando a generaciones de excelentes jóvenes a cometer hechos espantosos porque están absolutamente desprevenidos de lo que están haciendo. Lo que el sistema instila es que nosotros somos los amos de la tierra y los palestinos son personas inferiores que bajo ninguna circunstancia tienen los derechos que nosotros tenemos; que la ocupación es justa, obligatoria en esta situación, que el terrorismo es por que sí, que los palestinos han nacido para matar, que los ataques terroristas provienen simplemente de su carácter sanguinario. Y todo esto, metido en consideraciones de seguridad, es una excusa para todo, y créame. Todo.”19

Y para concluir, quisiera recordarles un breve escrito, que transcribo de un reportaje que se le hiciera en el semanario independiente Haolam Haze, publicado en el propio Estado de Israel, al famoso filósofo judío, el profesor Yehoshua Leibowitz, el 22 de setiembre de 1982, luego de las masacres perpetradas en los barrios de Beirut, Sabra y Chatila:

“Es la consecuencia natural y necesaria de nuestra línea política desde hace 15 años. Si tenemos que dominar a otro pueblo, entonces es imposible impedir la existencia de métodos nazis. Somos los autores de esta masacre. Los falangistas son nuestros mercenarios, del mismo modo que los ucranianos, los croatas y los eslovacos eran los mercenarios de Hitler, quien los había organizado como soldados para que hicieran el trabajo por él.

Del mismo modo, hemos organizado a los asesinos en el Líbano para matar a los palestinos. Lo que pasó en el Líbano, la masacre horrible cometida en los campamentos de refugiados es un paso suplementario en el proceso de suicidio del Estado de Israel.

La Humanidad no tendrá opción, tendrá que destruir al Estado de Israel.”

Estas sabias palabras del insigne filósofo judío, el profesor Yehoshua Leibowitz, eran una recomendación a la dirigencia del gobierno del Estado de Israel, una advertencia para el cambio de rumbo de quienes detentaban el gobierno.

Lamentablemente, el tiempo ha demostrado que sus palabras no fueron escuchadas, ya que todo sigue igual y empeorando.

Las declaraciones del señor embajador Don Daniel Gazit, y del señor ministro consejero de la embajada, don Lior ben Dor, no hacen sino corroborar que desde aquel entonces siguen con los ojos cerrados y los oídos sordos a las críticas para una apertura mental que permita que el pueblo israelí y el pueblo palestino, puedan alguna vez, como lo deseamos muchos hombres y mujeres en todo el mundo, convivir fraternal y solidariamente en un Estado único, laico y democrático.

 

NOTAS

1 Edward W. Said. Representaciones del intelectual. Paidós Studio. Barcelona. 1996. p. 96.

2 Sophie Bessis. Occidente y los otros. Alianza. Madrid. 2002. p. 20.

3 Ver Israel Shahak. El Estado de Israel armó las dictaduras en América latina. Editorial Canaán, Buenos Aires, 2007.

4 Ver su página web. En particular el texto : DEBATE: EL JUDAÍSMO OFICIAL Y LA DICTADURA .

5 Amnistía Internacional, Israel/Libano. ¿Daños colaterales o destrucción deliberada? Ataques israelíes contra la infraestructura civil. http:/web.amnesty.org/library/Index/ESLMDE180072006. Los daños causados por el ejército del Estado de Israel en el Líbano ocupan 24 páginas del Informe, en cambio los daños causados por el ejército irregular de Hezbollah contra el norte del Estado de Israel, ocupan apenas 1 página y media. Ver Amnistía Internacional: Israel/Líbano. En la línea de fuego: los ataques de Hezbollah contra el norte de Israel. http://web.amnety.org/library/Index/ESLMDE020252006. Y las acusaciones de Thierry Meyssan pueden encontrarse en www.reseauvoltaire.net, del 1° de abril de 2005, “La déstabilisation du Liban a été programmé de longue date”.

6 Ver Israel Finkelstein y Neil A. Silberman. La Biblia desenterrada. Siglo XXI, Madrid, 2005. También Eric Hobsbawn & Terence Ranger. The Invention of Tradition. Cambridge University Press. 1995. Jan Willem van Henten & Anton Houtepen. Religious Identity and the Invention of Tradition. Royal Van Gorcum, Assen, 2001.   E.O.James. Los dioses del mundo antiguo. Ediciones Guadarrama. Madrid. 1962. pp. 43 y 45.

7 Thomas L. Thompson. The Bible in History. How Writers Create a Past. Pimlico. London. 2000. The Historicityof the Patriarchal Narratives. Trinity Press International. Harrisburg. 2002. Niels P. Lemche. The Israelites in History and Tradition. Westminster John Knox Press. Louisville. 1998. Albert de Pury, Thomas Römer, éds. Israël constuit son histoire. Labor et Fides. Gènève. 1996. Giovanni Garbini. Historia e ideología en el Israel antiguo. Bellaterra. Barcelona. 2002.

8 Ver Bertrand Russell, Anexo I, y Arnold J. Toynbee. Estudio de la Historia, Emecé Editores, Buenos Aires, 1951, tomo IX, Primera parte, pp. 257-8.

9 Les recomiendo la lectura de los fundamentados argumentos con los que el ing. José Petrosino viene desde hace años, deconstruyendo cuidadosamente todas las invenciones tanto de los dos fiscales argentinos como de los sucesivos embajadores del Estado de Israel, y podríamos agregar ahora, siguiendo las declaraciones de su ex primer ministro Yitzhak Shamir, fundado sobre el terrorismo, que masacró miles de palestinos y destruyó mas de 550 ciudades y aldeas, para implantar un Estado colonial, inventado en la Inglaterra imperial de 1907, según el Informe del primer ministro británico, Henry Campbell-Bannerman, recientemente desclasificado. Ver libro de Étienne Balibar y otros: Antisemitismo. El intolerable chantaje. Pp. 95-172. Publicado por la Editorial Canaán, Buenos Aires, 2009. También la historia de lo acontecido en nuestro país en la década del ’70 en Saad Chedid. Palestina o Israel. Editorial Canaán. Buenos Aires, 2005. pp. 233-292.

10 Puede verse en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=97199

11 Menajem Beguin. La rebelión en Tierra Santa. Santiago Rueda Editor. Buenos Aires, 1951. pp. 260-264.

12 Arthur Koestler. El imperio Kázaro y su herecia. Aymá S. A. Editora. Barcelona. 1980.

13 Giovanni Pettinato. Ebla, una ciudad olvidada. Arqueología e historia. Editorial Trotta. Madrid. 2000. p. 357.

14 G.E.M. de Ste. Croix. La lucha de clases en el mundo griego antiguo. Editorial Crítica. Barcelona. 1988. p. 388.

15 Michael Prior. La Biblia y el colonialismo. Una crítica moral. Editorial Canaán. Buenos Aires, 2005. pp. 253-60

G.E.M. de Ste. Croix, idem. p. 716. Richard Dawkins. El espejismo de Dios. 5ta. ed. revisada. Espada Calpe. Madrid. 2008. Cap. 2. pp. 39-85.

16 Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman. La Biblia desenterrada. Una nueva visión arqueológica del antiguo Israel y de los orígenes de los textos sagrados. Siglo Veintiuno de España. Madrid. 2003.

17 Arnold J. Toynbee. El historiador y la religión. EMECE. Buenos Aires. 1958. p. 138.

18 Michael Prior. La Biblia y el colonialismo. Una crítica moral. Editorial Canaán. Buenos Aires, 2005. pp. 253-60.

19 Israel Shahak. El Estado de Israel armó las dictaduras en América latina. Editorial Canaán. Buenos Aires, pp. 153-159.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.




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El largo camino de Israel hacia la guerra de julio de 2006»

 

 

 

“Algunas especies de camaleón son capaces de cambiar de color, lo que es su característica más famosa.

Al contrario de lo que algunos creen, no son incoloros, ni mudan de color solo de acuerdo con el del ambiente; en realidad, el cambio de su color básico expresa más a menudo una condición fisiológica (relacionada con la temperatura o la hora del día) o una condición psicológica (provocada por la proximidad de un eventual adversario o pareja).

El cambio de color también tiene un papel importante en la comunicación durante las luchas entre camaleones: los colores indican si el oponente está asustado o furioso.

Accidentalmente, el cambio de color puede ayudar a la ocultación del animal, aunque esta no es una ocurrencia frecuente, y sí ocasional.

Los camaleones tienen células pigmentarias especializadas en varias capas de la dermis, bajo su epidermis externa y transparente. Las células de la capa superior, llamadas cromatóforos, contienen pigmentos amarillos y rojos. Bajo la de los cromatóforos hay otra capa cuyas células pigmentarias, los guanóforos, contienen una sustancia cristalina e incolora, la guanina. Los guanóforos reflejan, entre otras cosas, el color azul de la luz incidente. Cuando la capa superior con sus cromatóforos determina un color amarillo, la luz azul reflejada por los guanóforos se tiñe de verde (azul + amarillo). Aún más abajo se encuentra una capa rica en melanóforos, cargados del pigmento oscuro llamado (melanina) que también tiñe la piel humana. Estos melanóforos regulan el brillo, es decir la cantidad de luz reflejada. Todas estas células pigmentarias pueden regular la distribución de los pigmentos que contienen, ampliándola o contrayéndola, lo que da lugar su vez a las diferencias de brillo, tonalidad y dibujo que distinguen a los camaleones.”

 

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El largo camino de Israel hacia la guerra de julio de 2006 (segunda parte)
Las redes terroristas
israelíes en el Líbano
por Jürgen Cain Külbel*

Presentada por casi todos los medios de prensa occidentales como una respuesta a la captura de dos soldados, la guerra que Israel desencadenó contre el Líbano fue resultado de una larga preparación que tiene sus raíces en el núcleo central del proyecto neoconservador para el Medio Oriente. En un largo artículo, cuya segunda parte ofrecemos hoy, Jurgen Cain Kulbel describe la preparación del ataque israelí sobre el terreno, específicamente las acciones terroristas orquestadas por el Estado sionista.

 

Continuación del artículo «El largo camino de Israel hacia la guerra de julio de 2006»

El Hezbollah en la mirilla

El espectacular asesinato de Hariri, cometido el 14 de febrero de 2005, y la «revolución de los cedros» que se produjo más tarde dieron lugar –después de las inevitables lágrimas de cocodrilo– a una reacción de euforia entre los dirigentes «demócratas» occidentales. En efecto, dichos acontecimientos les hacían pensar que iba a producirse un efecto de dominó: ante el impulso de la democratización del Líbano, las masas populares iban a sublevarse en Damasco y en Teherán y derrocarían a los regímenes sirio e iraní. Para los señores de la «Internacional democrática», «el nuevo Medio Oriente» se perfilaba ya en el horizonte.

Lo que en realidad sucedió fue que los permanentes –e imperiosos– dictados de la administración de Bush Jr., que exigía la sumisión «democrática» de toda la región, recibieron una primera bofetada ya desde las primeras elecciones «libres y democráticas» en el país del cedro. El 19 de junio de 2005, después de cuatro vueltas, el resultado de las elecciones no complacía en lo más mínimo a Washington y Tel Aviv, a pesar de la victoria de la oposición proestadounidense et antisiria. Para desconsuelo de Israel y de su hermano mayor estadounidense, el Hezbollah «prosirio» -a la vez partido político y milicia armada– y su aliado, el partido chiíta Amal, obtuvieron 35 escaños de diputados de los 128 que cuenta el parlamento libanés, lo cual era un éxito considerable

 

-------- ara los emperadores romanos de Washington y sus planes de saqueo sistemático de la región en beneficio de sus propios intereses políticos y económicos, así como para los dirigentes de Tel Aviv, que sueñan con una balcanización de la región bajo la hegemonía de un Gran Israel, el Hezbollah, partido político que defiende el pluralismo, la democracia y la aplicación de reformas económicas y políticas, es una espina clavada en el pie, o algo peor.

Estimulado por su éxito electoral, el partido chiíta incluso reclamó, durante la constitución del nuevo gobierno libanés, la cartera de Relaciones Exteriores. La alarma cundió inmediatamente en Washington, la secretaria de Estado envió a la región a la responsable del Medio Oriente, Elisabeth Dipple, quien voló hacia Beirut, provocando allí la caída del primer gobierno de Siniora. Como los chiítas no soltaban prenda, Dippler tuvo que intervenir de nuevo poco después y recurrir a la amenaza: «Será difícil para Estados Unidos negociar con un ministro de Relaciones Exteriores cercano al Hezbollah.» El presidente Bush y el presidente francés Jacques Chirac exigieron entonces la aplicación de la resolución 1559 de la ONU, que condujo a la salida de las tropas sirias del Líbano y que estipula también el desarme del Hezbollah. Sólo después de la aplicación íntegra de esa resolución, afirmó Chirac, «la comunidad chiíta podrá tomar parte plenamente en la vida política, económica y social del Líbano». [1]

Si las cosas hubiesen funcionado como querían los dirigentes del «País bendecido por Dios», de la «Tierra Santa» así como los de la «Fortaleza Europa», el Hezbollah hubiese sido desarmado desde hacía mucho tiempo. En efecto, ese partido se ha visto marginado por las naciones ya que Estados Unidos la acusan de ser una «organización terrorista», de ser responsable del atentado contra el cuartel general de los marines estadounidenses en el aeropuerto de Beirut (que dejó 242 muertos en 1983) y le atribuye la autoría de numerosos secuestros así como la búsqueda de la erradicación de Israel. Cuando corrió en Beirut el rumor de que el diputado «prosirio» Nabih Berri, líder del partido chiíta Amal –y presidente del parlamento libanés desde 1992– iba a ser mantenido en ese puesto, el vecino del sur montó en cólera. Esa misma noche, una portavoz del ejército israelí anunció a la opinión pública internacional que los sirios habían abierto fuego sobre los soldados israelíes estacionados en las alturas del Golán, al sur de la ciudad de Qunaytra. [Según la misma portavoz,] como nadie había sido alcanzado, «las fuerzas israelíes habían renunciado a responder, para evitar la escalada».

Israël, país que –en franca violación del derecho internacional– ocupó las alturas de Golán durante la Guerra de los Seis Días, presentó inmediatamente una nota de protesta a las tropas de la ONU encargadas de mantener la paz que supervisan desde 1973 la aplicación del cese del fuego entre ambos países. Ese mismo día, un representante del gobierno sirio echó abajo la afirmación de los israelíes: «Es mentira. Varios jóvenes lanzaron fuegos artificiales para celebrar el aniversario de la liberación Qunaytra y el fin de la ocupación israelí.» De hecho, los israelíes se retiraron de esa región en junio de 1974, luego de haber arrasado la ciudad y cerca de 122 poblados sirios.

Este incidente en las alturas de Golán coincidía con el suministro a Siria, por parte de Rusia y por valor de varios centenares de millones de dólares, de misiles rusos tierra-aire de último modelo destinados a la lucha contra helicópteros y contra aviones a baja altitud. La transacción tuvo lugar a causa de los repetidos ataques de la fuerza aérea israelí contra supuestos «blancos terroristas» situados en territorio sirio y de los vuelos, en 2004, de aviones de guerra israelíes sobre el palacio presidencial sirio. Israel y Estados Unidos -- P protestaron inútilmente contra esa transacción y el general Shakedi, jefe de la fuerza aérea israelí, temía que aquellos misiles, que pueden ser disparados por un solo hombre, fuesen puestos a la disposición del Hezbollah libanés o de «organizaciones terroristas» que operan en Irak.

Cuando, a fines de junio de 2005, la fortaleza de concreto armada hasta los dientes en que se convertido Israel comenzó a mover sus blindados y amenazó con emprender una operación militar de envergadura contra Gaza si las organizaciones palestinas Hamas y Yihad Islámica proseguían sus ataques contra Israel, el Hezbollah se convirtió nuevamente en el blanco predilecto de aquellos que, en Estados Unidos y en Israel, sueñan con una conversión democrática por la fuerza para los países árabes de la región. Según ellos, no cabe duda de que esa milicia, creada hace muchísimo tiempo para «liberar Jerusalén», representa la principal amenaza para la estabilidad en el Medio Oriente. Los servicios secretos israelíes afirmaron incluso que «Siria dio luz verde al Hezbollah y a sus aliados palestinos para que atacaran Israel a partir del Líbano.» Por consiguiente, el Hezbollah era responsable de la mayoría de los ataques provenientes de Cisjordania y de la franja de Gaza, ya que facilitaba el transporte de armas y municiones hacia Gaza a partir del Líbano y reclutaba a los autores de los atentados.

El surgimiento del «Partido de Dios» es de hecho consecuencia directa de la invasión del Líbano por el Estado sionista. El pretexto para el ataque de 1982 contra el Líbano fue en efecto la leyenda de que los autores intelectuales del atentado contra el embajador israelí en Londres estaban en el Líbano. Pero el verdadero objetivo de aquella brutal invasión era eliminar la Organización de Liberación de Palestina (OLP) que, bajo la dirección de Yaser Arafat, comandaba desde Beirut la lucha contra Israel, Estado artificial, fundado mediante el uso de la fuerza y espina clavada en la carne de Palestina.

El Hezbollah, creado en aquel entonces con ayuda de Irán y Siria, llamó a los chiítas que vivían en el sur del Líbano a tomar las armas contra la potencia ocupante a cambio de ayuda social para las capas desposeídas y de satisfacer sus necesidades. En respuesta, el entonces ministro de Defensa israelí, Ariel Sharon, redujo Beirut a cenizas y masacró a sangre fría a la población civil palestina. Después de lo cual, las tropas israelíes se replegaron al sur del Líbano, donde fueron blanco durante años de los ataques del Hezbollah. La retirada definitiva de Israel, en el 2000, es celebrada cada año en el seno de ese partido como una victoria personal. Fue precisamente gracias a esa victoria que el Hezbollah pasó a ser la principal fuerza política libanesa y comenzó a realizar sus promesas. Creó redes sociales que se encargaron de las necesidades de más de un millón de libaneses que viven en el límite de pobreza. «Hace mucho que no es un secreto para nadie que nuestras asociaciones humanitarias son financiadas por Irán» declara, en junio de 2005, un vocero del Hezbollah. Y las unidades armadas del partido defienden, con la aprobación del parlamento libanés, las fronteras del sur contra «nuestro enemigo público n°1», o sea Israel.

El 29 de junio, el anuncio oficial de la nominación de Nabih Berri como presidente del parlamento saca de sus casillas a los israelíes, que envían aviones de combate y helicópteros a lanzar cohetes contra blancos situados en la zona fronteriza entre Israel y el Líbano. Según los israelíes se trataba de una respuesta a los disparos de mortero de la milicia del Hezbollah contra la zona ocupada de las «granjas de Cheba», en el triángulo fronterizo entre Siria, Israel y el Líbano. Un soldado israelí y un miliciano del Hezbollah fueron muertos durante esos combates. Según una advertencia de Israel, el Hezbollah estaba tratando de abrir un nuevo frente en el norte de la zona fronteriza. Israel presentó una protesta ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillermann, responsabilizó al gobierno libanés por dichos incidentes: «El gobierno de Beirut debe desarmar inmediatamente al Hezbollah.». Al día siguiente, el Consejo de Seguridad se apresuró a exigir al gobierno de

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Beirut «el cese inmediato de todo ataque desde su suelo». Diputados del Hezbollah ante el parlamento de Beirut presentaron un desmentido y acusaron a Israel de haber violado la frontera: «Por esa razón fueron atacados.»

Ya entonces la intención del gendarme de Estados Unidos, Israel, resultaba clara: Tel Aviv quería presentar a la «comunidad internacional» las actividades supuestamente «terroristas» del Hezbollah y de su cómplice, Siria. El apoyo –proclamado a voz en cuello por el «mundo democrático»– al desarme total de la «milicia» por el bien de Israel sería resultado de un próximo «incidente fronterizo», por muy artificial que fuera. Rumsfeld, el secretario de Defensa estadounidense, era todavía menos favorable al compromiso. A él le parecía más provechoso, según fuentes cercanas a los medios de la «guerra contra el terrorismo», crear «una agitación» en el valle de la Bekaa, cercano a la frontera siria, mediante el posicionamiento de unidades especiales estadounidenses ante las bases militares del Hezbollah con el fin «de provocar a las tropas sirias a comenzar el conflicto, cosa que ciertamente harán si nosotros los provocamos.». El ángel de la muerte estadounidense preveía expulsar después al presidente Assad de su cargo, cortar el apoyo logístico que se supone que Siria preste a la resistencia palestina, confiscar lar armas de destrucción masiva que se encontrarían en Siria y finalmente destruir el Hezbollah para el mayor beneficio de los sionistas [2]. Pero este proyecto de intervención directa estadounidense en el Líbano fue rápidamente desechado.

Atentado frustrado contra el jeque Nasrallah

Sin embargo, una intervención directa de otro género estaba prevista para abril de 2006. Pero los servicios secretos del ejército libanés lograron prevenirla. Durante el primer fin de semana de abril de 2006, el ejército arrestó a nueve «miembros bien entrenados de una red» , 8 libaneses y un palestino, que conspiraban para asesinar al jefe del movimiento chiíta Hezbollah, el jeque Sayyed Hassan

 Nasrallah. Aquel «grupo de individuos bien organizados, todos profesionales y bien entrenados» había planificado el atentado para el 28 de abril, o sea durante la próxima reunión del «dialogo nacional» que estaba teniendo lugar entre los jefes de las fracciones políticas libanesas rivales.

El general de brigada Saleh Suleiman, vocero del ejército, declaró que el [atentado] estaba «en la etapa de los preparativos» y que no había alcanzado aún la «etapa de la ejecución». El grupo había espiado, desde principios de marzo, todos los movimientos de Nasrallah y estaba equipado con cohetes antitanque que, el día del atentado, hubieran hecho saltar el vehiculo blindado del jefe del Hezbollah. Las autoridades encontraron un importante arsenal que se componía de lanzacohetes, granadas de mano, fusiles de mazorca, metralletas, pistolas y silenciadores así como toda una batería de computadoras y de CDroms.

Según el diario libanés As Safir, estaba previsto que un disparo de cohetes de fabricación estadounidense volara a Nasrallah con su vehiculo blindado, el 28 de abril en Beirut. Según los interrogatorios de los 15 delincuentes arrestados, [interrogatorios] que dirigiera Rashid Mizher, juez militar, por lo menos 90 personas estaban implicadas en los preparativos del crimen. Algunas estuvieron espiando el convoy de Nasrallah durante 40 días, mientras que otras transformaron un garaje en escondite de armas, donde al parecer escondieron cohetes estadounidenses, metralletas rusas y granadas de mano chinas. Los organizadores también trataron de conseguir C4 y otros explosivos ya que planeaban otros asesinatos de personalidades así como atentados dinamiteros, incluso contra mezquitas. Husein Rahal, vocero de la milicia, confirmó estos datos a la AFP.

Los conspiradores –que fueron arrestados cerca del cuartel general del Hezbollah en el sur de Beirut– fueron interrogados primeramente por miembros de los servicios secretos militares, antes de ser puestos a la disposición del juez de asuntos militares. Según algunos informantes libaneses, el lunes siguiente fueron inculpados «por intentos de acciones tendientes a destruir la autoridad del gobierno» y por posesión de armas. Las autoridades prosiguieron la búsqueda de más cómplices y trataron de desenmascarar a los autores intelectuales, o sea «todo Estado o partido que haya financiado, entrenado y equipado la red».

Los arrestos se produjeron poco después de la declaración, en Washington, de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, según la cual las relaciones del «Partido de Dios» con Teherán y Damasco «son el problema más importante que los libaneses tienen que enfrentar en este momento.»

Aunque en aquel momento Washington concedió al gobierno libanés un plazo para –como explicara la señora Rice– «que pueda resolver sus problemas internos mediante el diálogo nacional», se mantuvo inconmovible la exigencia del desarme de todas las milicias del país, y del Hezbollah en primer lugar, según la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Eso no impidió que Rice, junto con la fracción del mundo que se fue a la guerra contra el «terrorismo internacional», observara el más profundo silencio sobre el intento de atentado contra el jefe del Hezbollah. Ni la ONU, ni los responsables políticos en ejercicio en Washington o en Bruselas, ni los grandes medios de prensa internacionales tuvieron ni una palabra de elogio o de felicitación para los servicios secretos del ejército libanés por haber desmantelado esta importante red terrorista. Los grandes personajes del mundo político se sentían seguramente incómodos porque aquellos «terroristas» no tenían otro objetivo que el secretario general de la milicia chiíta, o sea el jefe de una organización que todo el mundo sabe que se encuentra en la lista de organizaciones terroristas, la lista que tanto le gusta a George W. Bush [3].

Lo otro que quizás le cortó el aliento a «la Internacional democrática» es la penosa revelación de que los inculpados tenían en su poder permisos de posesión de armas que les habían sido entregados de forma encubierta por el partido en el poder: un ex diputado, miembro de la formación política «Corriente del Futuro» -que dirige Saad Hariri, principal aliado de Estados Unidos e hijo del ex primer ministro libanés asesinado en 2005–, había conseguido a los conspiradores permisos para portar armas de diferentes categorías. Este ex diputado no es otro que Salim Diyab, ex director de campaña de Hariri junior, ex amigo íntimo de Hariri padre y hombre que sigue siendo considerado como el «jefe ofensivo de la rama político-militar» de su partido. Desde julio de 2005, Diyab había ordenado la entrega de armas a sus partidarios. La policía arrestó también a un miembro del Partido Socialista Progresista druso, miembro de la coalición que conformara la Corriente del Futuro. El jefe del Partido Socialista Progresista druso es Walid Joumblatt, el camaleón político libanés, y vitrina de la «revolución democrática», que después del asesinato de Hariri forzó, con el apoyo de Estados Unidos, la realización de «elecciones libres» en el Líbano, las cuales conducirían a la retirada de Siria. oumblatt y Hariri junior –que no dejan pasar la menor oportunidad J de señalar a Siria como organizadora de los crímenes en el Líbano– se veían así bruscamente implicados en este sucio asunto.

El desmantelamiento de la red terrorista había preservado al país del surgimiento de disturbios políticos internos. Según informaciones que se filtraron provenientes de los círculos de la inteligencia libanesa, el grupo terrorista contaba con el asesinato de Nasrallah para provocar en el país tensiones religiosas de tipo sectario entre sunnitas y chiítas –similares a lo que está pasando en Irak. El presidente Emile Lahoud exigió una investigación exhaustiva y lanzó una advertencia a los enemigos que atentan contra la unidad nacional libanesa. Recordó que Nasrallah, según él, había hecho una contribución esencial a la liberación del sur del Líbano y que siempre ha trabajado por la paz de la nación. El primer ministro

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Fouad Siniora declaró que «todo proyecto de ese tipo constituía una amenaza para la paz civil». El vocero del parlamento, Nabih Berri, pensaba ya en aquel entonces que Israel estaba detrás del complot para hacer fracasar el diálogo nacional –un Líbano reunificado y pacificado representaba un «peligro» para el enemigo público n°1 en la frontera sur. Berri agregó que el verdadero objetivo de todas esas operaciones era Siria, a la que se trataba de castigar por su apoyo al Hezbollah libanés [4].

Bombas de racimo sobre el Líbano

El domingo 28 de mayo de 2006 un grupo de desconocidos lanzó tres cohetes Katyusha contra un campamento militar israelí, cerca de Sabed, en el norte del país. Aquel ataque, en el que un soldado israelí sufrió heridas leves, llevó la tensión en la frontera entre ambos países a un nivel inédito en años anteriores. Aunque los responsables de las milicias libanesas, entre ellos Sheik Naim Qaouk, representante del Hezbollah chiíta en el sur del Líbano, rechazaron la responsabilidad de aquella acción, el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, declaró que no toleraría «que se dispare contra Israel» y ordenó 8 campañas de bombardeo sobre poblados de las colinas de Nuamah, en el sur de Beirut, y contra campamentos del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), cerca de Sultan Yaacoub, en el este del país. Los cazas israelíes llegaron incluso a lanzar cohetes de explosión retardada, con un período de espera de 10 minutos antes de la explosión. Simultáneamente Israel bombardeaba localidades libanesas a lo largo de la frontera, matando a un combatiente palestino y a un miliciano del Hezbollah y causando serios daños a varias casas.

Durante el lunes siguiente se encontraron en las zonas bombardeadas las llamadas «cluster bombs», bombas de racimo o de submuniciones que diseminan pequeños artefactos explosivos sobre una amplia superficie de terreno, aumentando así las probabilidades de que se produzcan «daños colaterales». El uso de dichas bombas constituye una violación del derecho humanitario internacional y está prohibido por la Convención de Ginebra ya que entre el 5 y el 10% de las submuniciones no explota en el momento del impacto y queda activo, representando así un peligro equivalente al de las minas antipersonales durante muchos años. Sus vivos colores y pequeño tamaño las hacen particularmente atractivas para los niños. Unidades del ejército libanés se apresuraron por tanto a neutralizar estos terribles artefactos de guerra israelíes.

La ONU, por su parte, se apresuró ese mismo día no a condenar a Israel por su uso de armas prohibidas por los tratados internacionales sino a sermonear al Líbano por «su ataque contra su vecino israelí»: «Es responsabilidad de las autoridades libaneses el hacer que la Línea Azul (definida por la ONU) sea respetada e impedir todo ataque en esa zona» declaró Milos Strugar, consejero del comandante de la FINUL en el Líbano.

Una fuente anónima echó a rodar el rumor de que la Yihad Islámica palestina había disparado los cohetes para vengar la muerte de uno de sus comandantes, Mahmud Al- Majzoub, muerto el 26 de mayo de 2006 en la explosión de un coche-bomba en la ciudad de Sidón, en el sur del Líbano. El jefe de la Yihad Islámica en el Líbano, Abou Imad Rifai, desmintió ese «rumor mentiroso», acusando a su vez al Mossad al declarar que el atentado «es parte de la escalada de violencia israelí contra el pueblo palestino, y en particular contra la Yihad Islámica».

En Beirut, el gobierno también condenó el atentado afirmando que «lleva el sello de la ocupación israelí». El propio primer ministro Fouad Siniora declaró que «Israel es el principal sospechoso». Resulta especialmente significativo el tipo de bomba con control remoto utilizada en Sidón: 500 gramos de explosivo altamente comprimido que producen el mismo efecto que 5 kilogramos de explosivo convencional. Según los servicios libaneses de seguridad se tipo de bomba ya había sido utilizado el año anterior en el asesinato del ex jefe del partido comunista libanés George Hawi y el periodista Samir Kassir: «Los fragmentos y perdigones, encontrados en gran cantidad en el lugar de la explosión, demuestran que la bomba era una mina especialmente concebida para asesinatos selectivos, y son idénticos a los encontrados en la escena del e atentado contra Hawi y Kassir». En aquel entonces, Shakib al-Aein, jefe de la Yihad Islámica en el sur del Líbano, declaró: «Israel acaba de cometer un error estratégico». Y, en efecto, la ONU investigó también sobre los atentados contra Hawi y Kassir en el marco de la investigación sobre el asesinato del ex primer ministro Rakik Hariri, perpetrado el 14 de febrero de 2005 [5].

Un espejismo creado por los servicios secretos

Después de estos rejuegos, comenzó una nueva fase de la batalla propagandística contra el Hezbollah. Estados Unidos, país que mató a cientos de miles de personas al utilizar las bombas nucleares «Fat Man» sobre Nagasaki y «Little Boy» sobre Hiroshima, había agregado una nueva dimensión a su campaña contra el programa nuclear iraní. A principios de junio de 2006, en Washington, representantes de los servicios secretos expresaban públicamente inquietud ante la posibilidad de que el «Estado renegado» iraní pudiese «en las próximas semanas utilizar las numerosos y amplias redes de la milicia chiíta Hezbollah en el Líbano para realizar ataques contra objetivos occidentales.». Según la Associated Press, los servicios secretos habían «detectado indicios que muestran que agentes encargados de transportar fondos y de reclutar combatientes así como militantes del Hezbollah podrían ser utilizados para prestar ayuda logística en proyectos de atentados contra intereses occidentales». La administración Bush y sus aliados dijeron estar convencidos de que Irán podía ordenar atentados terroristas. Otros «expertos» afirmaban incluso que se había creado una «unidad secreta» del Hezbollah que tenía como único objetivo la eliminación del vicepresidente estadounidense Dick Cheney.

 

Simultáneamente, la prensa digital Yedioth Internet afirmaba que «Israel ha advertido a los servicios secretos de Europa y Estados Unidos sobre la posibilidad de que células del Hezbollah organicen atentados durante la Copa Mundial de fútbol en Alemania». Según aquella información, Teherán utilizaría esa estrategia para « probar su capacidad de hacer daño a la comunidad internacional y advertirla sobre posibles represalias terroristas si el país fuese atacado militarmente». El diario israelí Ha’aretzafirmaba, por su parte, que el Hezbollah disponía ya de cohetes de 200 kilómetros de alcance y por consiguiente capaces de asestar golpes a todas las grandes ciudades israelíes. El Estado de Israel, única potencia nuclear de la región, se negó a comentar dichas informaciones.

Días después fue la televisión libanesa LBC quien atacó al secretario general del Hezbollah, Hassan Nasrallah. En un «sketch» se le preguntaba a un actor caracterizado como Nasrallah si la milicia aceptaría deponer las armas a cambio de una retirada israelí de la región conocida como «granjas de Chebaa», ocupada por Israel. El falso «Nasrallah» contestaba entonces que no porque las armas serían necesarias después para «liberar la casa de Abu Hassan, en Detroit, de sus vecinos judíos». Miles de chiítas protestaron contra esas calumnias en Beirut, Baalbek, Sidón, Tiro y Nabatiya, incendiaron neumáticos y levantaron barricadas impidiendo el paso, por ejemplo, hacia el aeropuerto internacional de Beirut. El «verdadero» Nasrallah calmó los ánimos pidiendo a los manifestantes que «dejen de manifestar y regresen a sus casas». La estación de televisión LBC fue fundada en 1980 por las Fuerzas Libanesas, conocidas por su estrecha colaboración con Israel durante los 15 años de guerra civil en el Líbano.

Asesinatos por orden del Mossad

En medio de todo esto, una nueva tempestad se desencadenó –una vez más gracias a las investigaciones de los servicios secretos del ejército libanés. La seguridad militar estaba investigando el atentado con coche-bomba cometido en Sidón, el 26 de mayo de 2006, que ausó la muerte de un alto responsable de la Yihad Islámica, Mahmud Al-Majzoub, y de su hermano.

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De: albi Enviado: 31/12/2010 16:12

A mediados de 2006, los servicios secretos libaneses descubrieron una red terrorista creada en el Líbano por los servicios secretos israelíes, red a la que pertenecían los autores del atentado de Sidón. Entre los 7 miembros del grupo que fueron arrestados se encontraba Mahmud Rafé, un libanés de 59 años originario del poblado druso de Hasbaya. Rafé es un gendarme libanés jubilado, ex miembro de las Fuerzas de Seguridad Interna (FSI). Este hombre confesó a la policía que el Mossad lo había reclutado en 1994 y que su grupo había sido entrenado en Israel y equipado con la tecnología más moderna también por el Mossad, que dirigía todas sus operaciones. Entre las demás personas arrestadas se encontraba otro oficial retirado de las FSI, Charbel Samara. Rafé confesó que durante los últimos años había organizado, por cuenta de Israel, varios atentados en el Líbano contra cuadros de la milicia del Hezbollah y contra facciones palestinas prosirias. El asesino también había sido miembro del Ejército del Líbano Sur, milicia c creada y armada por Israel durante la ocupación del sur del Líbano, de 1982 al 2000.

Elias Murr, ministro de Defensa libanés, indicó, el jueves 15 de junio de 2006, que un avión israelí había hecho explotar por control remoto el coche-bomba de Sidón: «Las informaciones obtenidas hasta ahora permiten deducir que, muy probablemente, ladetonación del coche-bomba fue desencadenada desde un avión israelí que seguía los movimientos del auto en cuestión mediante una cámara de vigilancia instalada en un camión de seguimiento.». El ministro Murr precisó también que «es la primera vez, en 30 años de intervenciones militares israelíes en el Líbano, que se realiza una operación con el uso de tecnología tan sofisticada. Ante tanta supremacía en materia de tecnología terrorista y de explosivos, nadie está seguro en ningún lugar». [6]

El ejército libanés presentó en televisión las pruebas del atentado de Sidón. Entre ellas se encuentra un tipo particular de cámara israelí, permisos para conducir vehículos y documentos de identidad falsificados así como un sistema de aire acondicionado modificado para facilitar el transporte de explosivos y un altoparlante convertido en bomba. El ejército declaró que el grupo terrorista optó finalmente por el uso de una puerta de auto llena de explosivos y que esta fue enviada al Líbano de contrabando.

El ejército libanés precisa además, en su comunicado: «La investigación de la seguridad militar demuestra que esa sofisticada red terrorista estaba en contacto desde hacía varios años con el Mossad israelí y que sus miembros fueron formados por este último, tanto en Israel como en el exterior del país. La red (…) fue equipada por los servicios israelíes con material que permitía la comunicación y la vigilancia discreta así como la identificación de los blancos seleccionados. Hay también documentos falsificados y bolsas con doble fondo.» El Mossad también ponía las municiones.

Además del reciente atentado de Sidón, que había dejados dos muertos, el jefe de la red terrorista confesó el asesinato de los cuadros del Hezbollah Ali Hassan Dieb, cometido en Arba el 6 de agosto de 1999, y Ali Saleh, perpetrado el 2 de agosto de 2003; el asesinato, con un coche-bomba, de Jihad Ahmad Jibril, hijo del comandante del Frente Popular para la Liberación de Palestina, Hamad Jibril; un intento de atentado frustrado por la policía el 18 de enero de 2005 cerca de Al-Zahrani; y finalmente una bomba cerca de Jiss Al-Nameeh, el 22 de agosto de 1999, contra un cuadro del movimiento palestino.

El ministro del Interior se negó, durante su conferencia de prensa, a vincular esta red terrorista con la serie de atentados que sacudió el Líbano después del atentado con bomba contra el ex primer ministro Rafik Hariri, cometido el 14 de febrero de 2005. El propio ministro Murr había sido objeto de uno de esos atentados: en Antelias, en el oeste de Beirut, cuando un auto estacionado al borde de la carretera explotó al paso de su propio auto, hiriéndolo gravemente. Pero, según Murr «no hay por el momento ningún indicio que permita vincular a los sospechosos arrestados (…) y los atentados dinamiteros» ya que, según dijo, «las técnicas de fabricación de las bombas no son las mismas».

Hay que señalar, sin embargo, que, según ciertas fuentes de información en el Líbano, el jefe de la red terrorista, Rafé, confesó haber «desempeñado un papel de apoyo logístico en otras operaciones». Afirmó que, desde la primavera de 2005, había entregado varias bolsas negras que contenían bombas en diversos lugares de Beirut este, en el Monte Líbano y en el sur del Líbano. El ministro libanés del Interior indicó por su parte: «comandos especiales israelíes traían por vía marítima bolsas llenas de explosivos a Rafé, quien las recibía al norte de Beirut».

Rafé afirmó también que, en ciertas acciones criminales, había trabajado con Hussein Khattab, miembro del FPLP. Este palestino, que dirige su propia red y está acusado de haber cometido asesinatos y atentados por cuenta del Mossad, desapareció después y se afirma que está escondido en Israel. Su esposa, quien fue arrestada e interrogada, proporcionó informaciones importantes que, según algunos investigadores, podrían conducir a nuevas pistas en la investigación. Según afirma Rafé, Khattab participó en el atentado cometido en Sidón, el 26 de mayo, y en el coche-bomba del 20 de mayo de 2002 que mató a Jihad Ahmad Jibril, el hijo de Ahmad Jibril, jefe del FPLP Comando General [7].

Hussein Khattab, quien fuera posiblemente reclutado por el Mossad en 1982, cuando se encontraba en una prisión israelí, fue liberado en 1985 como consecuencia de un intercambio de prisioneros y desde entonces trabajaba para los israelíes. Luego del asesinato del hijo de Jibril, el FPLP lo tuvo preso durante 6 meses en Siria (donde esta organización tiene su base) antes de que fuera entregado a la seguridad libanesa. Pero esta última lo dejó en libertad.

Según afirma Nicholas Blanford en un artículo publicado en el Times el 15 de junio de 2006: «las recientes revelaciones sobre redes israelíes de espionaje en el Líbano podrían llevar a sorprendentes implicaciones, tanto en el caso Hariri como en los 14 atentados dinamiteros, asesinatos e intentos de asesinato posteriores a ese hecho e incluidos en la investigación de Serge Brammertz».

«El caso toma un rumbo sorprendente al saberse que Hussein Khattab, miembro palestino de la red de espionaje (…), es también hermano de Cheikh Jamal Khattab, un imam radical sospechoso de haber reclutado combatientes árabes para Al-Qaeda en Irak.» [8]. Ciertos autores utilizaron ese hecho para sugerir que existía una relación entre el Mossad y Al-Qaeda, si es que esta última realmente existe.

Pero existe un vínculo aún más importante por el que habría que interesarse urgentemente –y sobre todo en la investigación sobre la muerte de Hariri. El hermano de Hussein Khattab, el jeque Jamal Khattab, colabora estrechamente con el jeque Abu Obeida. Y Abu Obeida es la persona que ayudó a Abu Adas cuando este último estaba en Ain Al-Hilweh. Y Abu Adas es designado en el primer informe de Mehlis como el kamikaze responsable del atentado contra Hariri.

El propio Mehlis confirma la relación entre Abu Adas y el jeque Abu Obeida. El servicio de seguridad Al-Ahbash ha comprobado que Adas «iba a menudo a Ain Al-Hilweh» a visitar a Abu Obeida, que se desempeñaba como «representante del jefe de Jund Al Sham» y «jefe interino del grupo terrorista Asbat Als Ansar» [9]. El investigador alemán rechazó sin embargo estas informaciones como poco confiables. Pero es precisamente a causa del rechazo por parte de un investigador aficionado como Mehlis, cuyos informes al Consejo de Seguridad de la ONU oscilan entre ficción y realidad, que habría que verificar profundamente esa información.

Para el presidente libanés Emile Lahoud esas revelaciones prueban que «Israel no ha dejado de tratar de sabotear el Líbano». Lahoud declaró que continuarían las investigaciones y que sus resultados serían entregados al enviado de la ONU, Serge Brammertz, quien dirige la comisión investigadora sobre el asesinato del ex primer ministro libanés Hariri y sobre otros 14 atentados terroristas.

El primer ministro libanés Fouad Siniora felicitó a la seguridad militar por haber descubierto las redes del Mossad y afirmó: «Consideramos esas acciones como actos de agresión contra nuestro país». El gobierno de Beirut decidió entonces presentar el caso al Consejo de Seguridad de la ONU, cuando terminara la investigación. El ministro libanés de Relaciones Exteriores, Fawzi Salloukh expresó su esperanza de que el Consejo de Seguridad se ocupara también de «las continuas violaciones del espacio aéreo libanés por aviones de guerra y cazas israelíes utilizados en la planificación de las actividades terroristas contra el Líbano» [10]. En cuanto al ministro libanés de Información, Ghazi Aridi, este habló incluso de que la comunidad internacional, ante «las contundentes pruebas presentadas por su país, condenaría la agresión constante y las belicosas intenciones de Israel.».

Por su parte, las autoridades israelíes, que niegan toda implicación en los atentados del 26 de mayo en Sidón contra el jefe de la Yihad Islámica, se negó a responder a las declaraciones de Rafé. Sólo el diario israelí Jediot Aharonot reclamó la creación de una comisión investigadora sobre el asunto [11].

Meir Dagan, el jefe del Mossad, en la tormenta

Pero el siguiente incidente fue más impresionante todavía. Según el servicio israelí de información Debka File, fue el propio Meir Dagan, antiguo compañero de armas de Ariel Sharon y actual jefe del Mossad, quien reclutó al criminal Rafé. El agente arrestado confesó que el propio Dagan lo había reclutado en 1989 para crear un «centro logístico y de inteligencia que prepararía el terreno para las operaciones israelíes contra los objetivos seleccionados por el Estado hebreo» [12]. En 1981, Meir Dagan, quien era entonces oficial de Tsahal, ocupaba el puesto de comandante del sur del Líbano, ocupado por los israelíes. Dagan había organizado atentados con coches-bomba destinados a la eliminación de cuadros palestinos. Al convertirse en jefe del Mossad, en 2002, se apresuró a aplicar ese mismo método de asesinatos selectivos en el Líbano [13].

Durante sus acciones en el país del cedro, los servicios israelíes ponían especial cuidado en no informar a sus colaboradores libaneses sobre la identidad del verdadero «blanco» de cada operación. El papel de dichos colaboradores consistía «simplemente» en depositar «elementos» en ciertos lugares secretos donde debían recuperarlos, en su debido momento, los «colegas» israelíes. En el caso de sobre la identidad del verdadero

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De: albi Enviado: 31/12/2010 16:13

«blanco» de cada operación. El papel de dichos colaboradores consistía «simplemente» en depositar«elementos» en ciertos lugares secretos donde debían recuperarlos, en su debido momento, los «colegas» israelíes. En el caso de Mazoub, por ejemplo, dos agentes del Mossad llegaron con pasaportes falsos por el aeropuerto de Beirut, tres días antes del atentado. Dichos agentes prepararon el coche-bomba en Sidón y salieron del país poco después del «éxito de la operación». Los colaboradores libaneses recibían el «equipamiento» proveniente de Israel por vía terrestre, entre Kfarkila y Chebaa o mediante enlaces marítimos clandestinos. Rafé, entrenado en Israel, estaba en contacto directo con el Mossad desde su casa en Hasbaya y utilizaba comunicaciones codificadas; Israel le había entregado una computadora de último modelo, equipos de grabación y pasaportes falsos, documentos y licencias. Durante los registros, los investigadores encontraron también un aparato electrónico que permitía transmitir las coordenadas de los «blancos» seleccionados a los aviones israelíes.

Los libaneses estaban muy molestos. El 24 de junio de 2006, dos semanas antes del comienzo de la guerra, el ministro libanés de Relaciones Exteriores, Fawzi Salloukh, declaró que «se reservaba el derecho de recurrir al Consejo de Seguridad de la ONU para que este se ocupara del espionaje del Mossad israelí, recientemente descubierto en el Líbano». Salloukh también declaró que quería comunicar al secretario general de la ONU, Kofi Annan, las informaciones recogidas sobre la red israelí de espionaje y las personas implicadas. El ministro estaba furioso porque la ONU no había incluido el caso en su informe mensual. «Este caso es muy peligroso, sobre todo debido a la violación del espacio aéreo libanés por los israelíes.» [14].

Cuando los libaneses tuvieron finalmente el coraje de presentar al Consejo de Seguridad de la ONU una queja contra Israel por «sabotaje continuado y violación de la integridad territorial», el representante de la ONU Gere Pederson, el embajador británico James Watt y el embajador estadounidense en Beirut Jeffrey Feltman corrieron como gallinas ante el zorro y se pusieron a mover los hilos para sacar del lío a su cómplice israelí.

A Feltmann se le ocurrió una idea. Según su visión de las cosas, no fueron «los servicios secretos libaneses sino el Hezbollah» el que «descubrió» la red de espionaje, lo cual significaba «un intento (por parte del Hezbollah) de ir más allá de sus atribuciones en el seno de la coalición gubernamental.». Para el Señor SabeloTodo de Estados Unidos, «ese factor podría tener una influencia negativa en las relaciones líbano-estadounidenses y afectaría también la ayuda militar al país».

Por su parte, David Satterfield, consejero para las cuestiones iraquíes de la secretaria de Estado Condoleezza Rice, llegó incluso a advertirle a Damasco que «la stabilité de la Syrie (!) podría verse amenazada por el extremismo en Irak.». Según Satterfield, el Hezbollah no se conformaba con actuar contra «el enemigo hereditario» israelí en la frontera sur del Líbano sino que también había participado «activamente, al lado de Irán, en acciones violentas (en Irak) que habían causado la muerte de soldados iraquíes, estadounidenses, británicos y de otros países de la coalición. La participación iraní en esta violencia adopta formas múltiples pero su aspecto más nocivo es probablemente la diseminación de artefactos explosivos sofisticados y hay que poner fin a eso.». Satterfield se negó a ofrecer detalles, contentándose con agitar bajo las narices de la «Internacional democrática» la misma afirmación que ya había proferido Dagan: Irán y su «hijo bastardo», el Hezbollah, son los responsables directos del terror y de los atentados dinamiteros en Irak.

A mediados de junio de 2006, durante una conferencia de prensa con el belicoso Donald Rumsfeld, el general George Casey, comandante del ejército estadounidense en Irak, remachó el mismo argumento: «Tenemos indicios de que el Hezbollah está siendo utilizado para ciertas acciones de entrenamiento de los iraníes».

El objetivo de toda esta agitación y de estas elucubraciones estadounidenses era poner freno a las interrogantes cada vez más numerosas en las que se planteaba que, en vez de Siria, podía ser Israel el implicado en el atentado contra el ex primer ministro Rafic Hariri.

Asesinato de Hariri: ¡no ignorar la pista israelí!

El 26 de junio, el autor del presente artículo envió una carta abierta a Kofi Annan, secretario general de la ONU, y a Serge Brammertz, responsable de la Comisión Investigadora Internacional e Independiente de las Naciones Unidas (UNIIIC), encargado de encontrar a los culpables del asesinato del ex primer ministro libanés. La carta les fue entregada directamente y su texto se publicó también en Internet mientras que una traducción al árabe aparecía en primera plana del diario libanés Ad Diyar:

Muy estimados señores:

Gracias al eficaz trabajo investigativo del ejército libanés, la Comisión Internacional e Independiente de las Naciones Unidas (UNIIIC) se encuentra desde hace días en una ventajosa situación que suscitaría la envidia de cualquier investigador criminalístico del mundo que tuviese que resolver un caso cuyos autores son desconocidos. El señor Brammert tiene a su disposición una banda de malhechores detenidos, cuyo interrogatorio permitirá quizás obtener nuevas pistas para aclarar la investigación sobre el crimen cometido contra Rafic Hariri e incluso identificar a sus verdaderos instigadores.

Como usted sabe, la seguridad militar libanesa descubrió recientemente dos redes terroristas instauradas por el Mossad, servicio secreto israelí, y que se dedicaban desde hace años al espionaje, al sabotaje y a [cometer] asesinatos y atentados con coches-bomba en el Líbano, contra palestinos y activistas del Hezbollah. Una de sus más recientes víctimas es Mahmud Majzoub, jefe de la Yihad Islámica, asesinado en mayo pasado en Sidón mediante un coche-bomba. Al parecer fue un avión militar israelí el que detonó la bomba, mediante un láser. Además, la banda confesó, entre otras cosas, el asesinato de los cuadros del Hezbollah Ali Saleh, en 2003; Ali Hassan Dieb, en 1999, y Jihad Jibril, en 2002.

Se ha comprobado que fue Meir Dagan, actual jefe del Mossad, quien reclutó personalmente a uno de los «jefes» de la red terrorista, el druso Mahmud Rafé. Este último confesó haber sido reclutado en 1989 por Dagan para crear un centro de apoyo logístico y de búsqueda de información para preparar el terreno para las operaciones israelíes contra blancos terroristas. Los libaneses estaban encargados de recibir el equipamiento necesario para esas operaciones y de depositarlo en los lugares donde sus «colegas» israelíes pudiesen recuperarlo. De esa forma, en el caso Majzoub, dos agentes del Mossad con pasaportes falsos llegaron a Beirut 3 días antes del atentado. Prepararon el coche-bomba en Sidón antes de salir del país poco después del «éxito» de la operación. Los colaboradores israelíes recibían todo su equipamiento de Israel, mediante un contacto terrestre entre Kfarkila y Chebaa así como por vías marítimas clandestinas. Rafé, entrenado en Israel, estaba directamente en contacto con el Mossad desde su casa en Hasbaya y se comunicaba mediante sistemas codificados; Israel le había entregado una computadora de última tecnología, aparatos de grabación así como pasaportes falsos, documentos y permisos, y otros equipos. Durante el registro, los investigadores también encontraron un aparato electrónico que permitía transmitir las coordenadas de los «blancos» seleccionados a los aviones israelíes. En 1981, Dagan, oficial del ejército israelí, era comandante en el sur del Líbano ocupado y responsable de la campaña de coches-bomba contra jefes palestinos. Cuando, en 2002, se convirtió en jefe del Mossad, reactivó, en el Líbano, ese método de asesinato.

Independientemente de la decisión del Líbano de hacer uso o no de su derecho a presentar una queja contra Israel ante el Consejo de Seguridad de la ONU por «sabotaje continuado y violación de su territorio», es importante que ustedes, señores, actúen sin demora para que no se pierda tiempo y no se perjudique la investigación. La opinión mundial preferiría conocer, hoy mejor que mañana, la verdad sobre los responsables del infame atentado que costó la vida a Rafic Hariri.

Por consiguiente, en nombre también de numerosos amantes de la verdad y de militantes por la paz del mundo entero, les ruego que extiendan el campo de su investigación sobre el asesinato de Hariri y que estudien la hipótesis de una implicación de Israel y del Mossad así como de sus colaboradores locales.

Dado que ese tipo de actos criminales del Mossad –como lo ha demostrado el caso Majzoub– no puede realizarse sin la aprobación del primer ministro israelí, le invito, muy estimado señor Annan, a que permita que la UNIIIC –de ser necesario por resolución del Consejo de Seguridad de la ONU– interrogue a los responsables del gobierno israelí, y en primer lugar al primer ministro Ehud Olmert y al jefe del Mossad, Meir Dagan. En efecto, como lo demuestran las investigaciones de la seguridad militar libanesa, Israel dispone de una amplia experiencia y de un especializado “savoir faire” en la criminal y cobarde actividad de la organización de atentados con el uso de coches-bomba.

Por otra parte, la UNIIC y Serge Brammertz así como los minuciosos investigadores tienen la oportunidad única de lograr penetrar un aparato terrorista que actúa con un nivel logístico y técnico muy elevado, lo cual les permitirá obtener respuesta a numerosos interrogantes que se mantienen abiertas en su investigación –o por lo menos entender mejor y comparar ciertos elementos. Y, sobre todo, descubrir los métodos de alta tecnología utilizados en la ejecución del atentado contra Hariri.

Como se dice en este oficio, sigan el rastro mientras que todavía está fresco.

Claro está, paralelamente a esto deberían verificar si el ambiguo testigo Mohammad Zuheir al-Saddiq, interrogado por Detlev Mehlis, no es también miembro de esta red del Mossad. No olviden que sus muy dudosas declaraciones dieron lugar a que los ex policías Ali Al Hajj, Jamil El Sayyed, Mustafa Hamdan y Raymond Azar estén encarcelados desde 2005 y mantenidos incomunicados… sin que ninguna prueba válida haya sido presentada contra los acusados. Esa situación, y ustedes lo saben por experiencia, es indigna de las democracias europeas. Les ruego que verifiquen sin demora si, además de motivaciones como la venganza política, existen pruebas reales que justifiquen el mantener detenidos a esos hombres. De no ser así, en virtud de los principios de un Estado de derecho, esos cuatro presuntos inocentes deben ser puestos en libertad. De resultar que el derecho libanés no prevé ese tipo de situación, le ruego entonces, señor Kofi Annan, que presione a los responsables libaneses, de ser necesario amenazándolos con una denuncia por posible violación de los derechos humanos.

Les ruego que tengan a bien estudiar sin más demora la hipótesis de una implicación israelí. Esa pista podría resultar la clave de la solución de la investigación sobre el abominable asesinato de Hariri. Les deseo éxito en esta empresa y que, mediante un enfoque objetivo, logren resolver rápidamente el caso y puedan anunciar pronto los resultados a la opinión pública internacional.

Saludos respetuosos

Jurgen Cain Kulbel, Berlín Autor del libro «Mordakte Hariri. Unterdrückte Spuren im Libanon», marzo de 2006 [15]

Cuatro días antes del comienzo de la guerra, los agentes del Mossad estaban en estado de alerta

Entretanto, los preparativos israelíes para la guerra habían entrado en su última fase. El 7 de julio, el Daily Star nos informaba que «el ejército israelí se encuentra desde hace dos semanas en estado de alerta máxima» a lo largo de la frontera libanesa «y ha recomenzado sus violaciones del espacio aéreo libanés» [16].

Cuatro días después, el martes 11 de julio de 2006, el boletín informativo del canal televisivo Al Manaranuncia que el gobierno libanés exige del Consejo de Seguridad de la ONU, en Nueva York, una resolución –o como mínimo una declaración– de condena, en nombre del derecho internacional, de las actividades terroristas perpetradas por Israel en territorio libanés desde principios de año. El boletín de Al Manar precisa por otro lado que fuentes diplomáticas anónimas en el Líbano indicaron que «países occidentales ejercen presiones sobre Beirut para que no exija que el Consejo de Seguridad convoque a una reunión sobre las redes del Mossad en el extranjero.» [17]».

El ministerio libanés de Relaciones Exteriores confirmó ese mismo día que «entre los presionaron a los representantes del gobierno libanés» para obligar a Beirut a abandonar sus exigencias al Consejo de Seguridad «se

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De: albi Enviado: 31/12/2010 16:13

encontraba también el embajador estadounidense Jeffrey Feltman». El ministerio libanés de Relaciones Exteriores prosigue «deplorando que las potencias occidentales practiquen una política de doble rasero pero Beirut continuará exigiendo una reunión

.

del Consejo de Seguridad sobre la cuestión» [18].

Horas más tarde, la milicia del Hezbollah hacía prisioneros a los dos soldados, dando así un pretexto a la máquina militar israelí para desencadenar su inhumana guerra, planificada desde mucho antes, contra el Líbano. Pero, a pesar de los bombardeos, los servicios de seguridad libaneses prosiguieron su trabajo.

El diario Liwaa, publicado en árabe en Beirut, publicaba así, el 27 de julio de 2006, que las autoridades habían arrestado a 53 personas desde el principio de la guerra «por entendimiento con el enemigo y por haberle transmitido información y haber señalado localidades que fueron después atacadas por aviones de combate y barcos de guerra enemigos.». El diario de Beirut Ad Diyyarescribía el día anterior que más de 70 agentes habían sido arrestados hasta ese momento, sospechosos de espionaje a favor del enemigo, 20 de ellos sólo en los barrios periféricos del sur de Beirut.

El domingo anterior, el reputado diario libanés Al Safir había publicado un artículo en el que se relataba que uno «de los responsables de esa red de espionaje» había confesado durante el interrogatorio que «cuatro días antes de la captura de los dos soldados, Israel había puesto a todos sus agentes en alerta máxima y había dado órdenes y tecnología a los agentes durmientes para que vigilaran los diferentes centros así como las oficinas del partido Hezbollah en todo el territorio, pero sobre todo en la periferia sur de Beirut».

Según ese mismo diario, una «personalidad de alto nivel en los servicios secretos israelíes» habría proporcionado información sobre «una red que se extendía sobre el territorio libanés, compuesta de numerosos agentes israelíes en Beirut y en el sur del Líbano, y activa desde hace muchos años». La policía libanesa habría arrestado a un «israelí que habría confesado haber marcado varios edificios en Beirut con un polvo fosforescente para que la aviación israelí los localizara y bombardeara con precisión. Este agente habría conducido también a la policía a escondites que contenían aparatos sofisticados y equipos de espionaje». El artículo prosigue diciendo que «los miembros de esta red tenían acceso a tecnología sofisticada y aparatos de comunicación de última generación que permitían identificar con precisión blancos [situados] en la periferia sur de Beirut, marcarlos y guiar a los bombarderos israelíes hacia esos blancos.». La cadena de televisión Al Arabijaya había anunciado, el 20 de julio de 2006, que los espías habían preparado los bombardeos, incluso antes del comienzo de las hostilidades, al comunicar al ejército israelí «informaciones sobre blancos libres. Según el diario Liwaa, los agentes israelíes también utilizan pintura fosforescente para facilitar la labor de los pilotos de los bombarderos.»

En los círculos de la inteligencia se estima que «las confesiones de los sospechosos arrestados en los últimos días podrían permitir el descubrimiento de cierta cantidad de células israelíes de espionaje en el Líbano». Se sabe, por fuentes informadas, que « la envergadura de las acciones realizadas por la red de espionaje descubierta durante los últimos días sobrepasa ampliamente a todas las demás redes descubiertas hasta ahora.» Por supuesto, hasta ahora el ejército israelí se ha negado a comentar el tema.» [19]

En conclusión

A pesar de la inhumana guerra de Israel contra el Líbano y de las investigaciones de las autoridades libanesas sobre la envergadura de las actividades criminales del Mossad en el país del cedro, los «líderes democráticos» del mundo occidental se siguen negando tan siquiera a tomar en cuenta la hipótesis de que el Estado de Israel pueda estar implicado en el asesinato de Hariri y en la campaña de atentados que estremeció posteriormente el Líbano.

El presidente francés Jacques Chirac, cuyo intelecto aparentemente se niega incluso a considerar los resultados de las investigaciones de los servicios de policía libaneses, siguió proclamando, en plena guerra, que Siria tenía que aceptar participar en la investigación sobre los autores del atentado contra Hariri –es indudable que hablaba también a nombre de sus compadres de Inglaterra, Estados Unidos e Israel, entre otros.

Y su ministro de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy, advirtió a Siria, el 25 de agosto de 2006, ante los micrófonos de la radio RTL, que «no explote el conflicto israelí-libanés para tratar de regresar a la comunidad internacional y abstenerse de participar en la investigación (sobre el asesinato de Hariri)» [20].

¿Qué conclusión se puede sacar de todo esto? Que, a pesar de tener las manos cubiertas de sangre, Israel sigue siendo considerado inocente. Y que sus cómplices están en los palacios presidenciales de Europa y del otro lado del Atlántico, donde fingen creer en la democracia.

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http://www.voltairenet.org/es

http://www.voltairenet.org/article153504.html

 


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De: albi Enviado: 31/12/2010 16:30


5b415a0a74765006f122f979f487f751Los militares de Israel confirmaron a un programa del Canal 2 (de Israel, obviamente; no el de México, donde es impensable algo similar mientras Enrique Krauze Kleinbort funja, de su propia confesión, como su Torquemada censurador) que su "práctica (sic) había tenido lugar (…) de manera informal (¡súper-sic!) y sin permiso de los familiares", y juraron que su actividad (sic) concluyó hace una década.
Un niño palestino camina frente a su casa, dañada durante el ataque israelí de tres semanas el año pasado, en Beit Lahiya, en el norte de la franja de Gaza. Le asiste toda la razón a Debka, presunto portal del Mossad (servicios de espionaje israelí), que sentencia que Israel fue el gran perdedor en el Medio Oriente en el año 2009 (Debka Net Weekly, No. 426, 18/12/09): una empinada (sic) declinación en la cotización (sic) militar, diplomática y regional de Israel.
Agregaríamos que el declive de su imagen fue en todo el mundo, si tomamos en cuenta el lacerante Reporte Goldstone de la ONU sobre el infanticidio palestino en Gaza que, a nuestro juicio, marca el barómetro de los derechos humanos y la bioética del siglo XXI.
Tampoco se puede soslayar que, desde el punto de vista geopolítico, Israel sufrió dos severas derrotas diplomáticas en Turquía (ver Radar Geopolítico, Contralínea, 1/11/09) y Brasil (la recepción de Lula al presidente Ahmadinejad y su apuntalamiento al programa nuclear pacífico persa).
Cabe señalar que el gobierno filosionista de Calderón se abstuvo de votar a favor -como si el infanticidio fuese negociable- del demoledor reporte Goldstone.
Algo telúrico ha de estar ocurriendo subterráneamente en las relaciones de Gran Bretaña con Israel y cuyo epifenómeno se trasluce en una serie de eventos y revelaciones desgarradoras, que van desde el esclavismo atávico de los banqueros Rothschild -presuntos controladores de sionismo financiero global, que incluye a George Soros, formulador del gobierno mundial (ver Bajo la Lupa, 8/7/09; 1 y 4/11/09)-, pasando por la espectacular orden de aprensión girada por un juez británico a la anterior canciller Tzipi Livni (hoy líder del partido Kadima de oposición) por los crímenes de guerra israelíes en Gaza (Haaretz, 14/12/09), hasta la publicación, en el periódico británico The Guardian (21/12/09), muy cercano al premier Gordon Brown, de la confesión por Israel de su tráfico de órganos palestinos (del que ya habíamos alertado: ¿Israel está detrás del tráfico global de riñones?; Bajo la Lupa, 23/8/09).
Cabe destacar que Livni, ex agente del Mossad, es un caramelo comparada con su sucesor, Avigdor Lieberman, quien desea(ba) la solución final de lanzar bombas nucleares (¡extra-súper-sic!) para exterminar a los palestinos de Gaza y concluir favorable y rápidamente la guerra, al estilo de Estados Unidos con Japón (Mondoweiss, 13/1/09; ¡existe ya casi un millón de citas en Google al respecto!).
Ian Black, editor de asuntos mediorientales en The Guardian, expone que Israel admitió que sus patólogos cosecharon (¡súper-sic!) órganos de palestinos muertos (sic) sin el consentimiento de sus familias. ¡Qué feo!
El galeno (sic) Yehuda Hiss, anterior director del Instituto Forense Abu Kabir, cerca de Tel Aviv, admitió su execrable culpabilidad como consecuencia de "un pleito feroz (sic) provocado por la publicación de un periódico sueco (nota: Aftonbladet, el de mayor circulación) de que Israel estaba asesinando palestinos para usar (sic) sus órganos, acusación que Israel negó (¡súper-sic!) y calificó de antisemita (sic)" y libelo sanguinario.
Ian Black considera que el documental televisivo (donde extrañamente aparece el Instituto Forense Leopold Greenberg en lugar del de Abu Kabir) probablemente (sic) generará enojo en los mundos árabe e islámico (nota: y en todo el mundo civilizado que se entere) y reforzará los estereotipos siniestros (sic) de Israel y su actitud con los palestinos.
Por lo pronto, Press TV de Irán ha difundido la macabra historia y ha coincidido con sus competidoras, las televisoras árabes de Al Jazeera y Al Arabya, las cuales la han reproducido ampliamente. No es para menos.
Los militares de Israel confirmaron a un programa del Canal 2 (de Israel, obviamente; no el de México, donde es impensable algo similar mientras Enrique Krauze Kleinbort funja, de su propia confesión, como su Torquemada censurador) que su "práctica (sic) había tenido lugar (…) de manera informal (¡súper-sic!) y sin permiso de los familiares", y juraron que su actividad (sic) concluyó hace una década.
Nancy Sheppard-Hughes, profesora de antropología de la Universidad de California en Berkeley, quien reveló la confesión del galeno israelí Yehuda Hiss, destaca el profundo simbolismo de despellejar (súper-sic) a la población considerada enemiga.
La estrujante revelación de Nancy Sheppard-Hughes concede razón al periódico sueco Aftonbladet y a su reportero Donald Bostrom, el exhumador del tráfico de órganos palestinos por Israel, quien comentó a la televisora Al Jazeera (21/12/09) que funcionarios de la ONU lo alertaron sobre la desaparición de jóvenes palestinos, quienes reaparecían en sus aldeas con una autopsia, contra la voluntad de sus familiares.
Cabe señalar que Yehuda Hiss fue removido de la dirección (¿Misión cumplida?) pero sigue laborando como jefe de patología en el instituto forense (¡ni mandado a hacer!).
¿No amerita Yehuda Hiss, émulo del galeno alemán Josef Mengele en Auschwitz-Birkenau, un juicio en la Corte Penal Internacional?
Ian Black atenúa la culpabilidad israelí al pretender que no existe evidencia (sic) de que Israel asesinó palestinos para quitarles sus órganos (nota: el alegato del periódico sueco denostado por el gobierno de Bibi Netanyahu, lo cual desembocó en una crisis con Suecia que defendió la libertad de expresión de su rotativo muy irritador) y concluye con la autoexculpación del Ministerio (sic) de Salud israelí de que desde hace 10 años el instituto forense trabaja de acuerdo con la ética y las leyes judías, ya que antes no existían guías claras (sic). ¡Cómo no!
Sin desparpajarse, el Ministerio (sic) de Salud israelí consideró que se trataba de un viejo tema. ¿Qué tan viejo?
¿Pueden surgir evidencias del despellejamiento palestino, cuando ni siquiera existe una investigación que imperativamente debe ser internacional?
¿Se puede deslindar el despellejamiento palestino del tráfico de riñones trasnacional: una práctica y/o actividad muy lucrativa de cierto tipo de rabinos ultraortodoxos de Brooklyn, aliados de Avigdor Lieberman, tan proclive a la exterminación nuclear de los palestinos de Gaza?
Al Arabya (20/12/09) fue mucho más feroz que The Guardian: un video israelí confirmó las acusaciones de que Tel Aviv estaba robando ilegalmente (sic) órganos de los cadáveres palestinos y justificó la práctica (sic) en nombre de la investigación científica y el progreso médico. Los órganos ajenos fueron donados sin permiso familiar al hospital Hashomer y al Centro Médico Hadassah, de Jerusalén. Sin comentarios.
Los derrelictos palestinos han sido despojados por los israelíes no solamente de su país, sus tierras y su derecho a (sobre)vivir, sino hasta de sus órganos vitales, además de sus pieles, huesos largos (sic), córneas y válvulas cardiacas con fines experimentales.
Desde 1986 (toda una generación) fue creado un banco (sic) de piel en Israel, cuyos tejidos, provenientes del despellejamiento palestino, fueron dados a los soldados israelíes que sufrieron quemaduras de guerra. ¡Ni lo agradecen!A los supervivientes palestinos parece solamente quedarles la protesta eterna.

 

 

 


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