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pensadores: U.G.Krishnamurti: Una vida...2. La vida entre los teósofos.
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De: x-x-loly_ta-x-x  (Mensaje original) Enviado: 26/10/2003 21:59

U.G.Krishnamurti: Una vida

Biografía, por Mahesh Bhatt


2. La vida entre los teósofos.

Traducido por Enver Balcázar.


28 de agosto de 1991, 5:50am. Estoy en Londres. El aterrizaje fue suave. Bajé del avión con mi bolso. Es el único equipaje que cargo. Me apresuro en la inmigración y la aduana, y me dirijo a la parada de taxis. Mientras entro en uno veo un gran sol naranja escalando el cielo, anunciando un día de verano perfecto. Tenemos un tiempo inusualmente calido aquí en Londres. Mientras me adentro en la somnolienta ciudad en la radio predicen el final de la Unión Soviética. Mi mente recuerda inmediatamente lo que dijo U.G. sobre Mikhail Gorvachev hace dos años cuando todo mundo estaba aplaudiéndolo como el hombre de la década. "Gorby ha abierto una lata de gusanos, Mahesh. Este es el comienzo del final de la Unión Soviética"

Las calles de Londres están plagadas de recuerdos de ayeres a medio vivir. La nostalgia es dolor. Me acuerdo de Parveen Babi. Su recuerdo parece no haberse desvanecido con el tiempo. Fue en su compañía que por primera vez caminé por las calles de Londres. "El hombre es sus recuerdos. Tu no eres sino el pasado," dijo U.G. Recuerdo 1979, un año que marcó un punto crucial en mi vida.

La primera crisis de Parveen es una vieja historia. ¿Me pregunto si alguien puede imaginarse cómo es vivir con una persona que se esta volviendo loca? La locura de Parveen, las amenazas de la industria cinematográfica para que volviera delante de las cámaras a como diera lugar, los siquiatras renunciando a su caso, los gritos de su madre presionándola para un tratamiento de electroshock --¡Dios, que enredo era todo eso! "Esta miseria se tiene que terminar," me dije a mí mismo en ese entonces. "¡Por Dios, ayúdanos!" le grité a U.G., "Ya no sabemos más que hacer". Mi ánimo era tal que estaba listo para cualquier cosa que me dijera. U.G. vino a nuestro rescate y nos escudo de todas esas presiones. Aun ahora me siento culpable por imponerle mis problemas y la enfermedad de Parveen. Yo lo involucre en nuestro infierno privado. ¡Cómo puedo olvidar que cada vez que le pedía su ayuda, me extendía su mano! Y hasta fue culpado por eso.

En Septiembre de 1979 convencí a Parveen para ir a Kodaikanal donde U.G. iba a estar por un mes. Haber estado allí con U.G. le hizo mucho bien. Su condición lentamente mejoraba. Todos sus temores de que alguien la quería matar lentamente se disiparon. U.G. era como un árbol solitario en un campo devastado amparándonos con su sombra para que por un momento pudiéramos tomar aliento... Pero no duró mucho. Pronto Kodai se volvió como una pagina del infierno de Dante.

Parveen se encerró en su habitación y solo salía para tomar sus alimentos. U.G. no tampoco estaba muy bien debido a sus cardioespasmos. No pudo comer o tomar nada por 36 horas. Para empeorar las cosas Parveen también dejo de comer y beber -quizás como una respuesta a la condición de U.G. El húmedo, frío y desalentador clima se sumó a nuestras incomodidades.

De pronto una noche, un insoportable dolor se apoderó de U.G. Mirando a su amiga Valentine, dijo "parece que ha llegado la hora de irme." A esto Valentine respondió "U.G., no creo que sea muy conveniente morirse en un lugar como este y en un clima como este." U.G. estalló en risa -era la primera risa que se había oído retumbar en las cuatro paredes de la cabaña en una semana. Ese estallido de risa liberó a U.G. de su dificultad, para alivio de todos nosotros.

Los últimos 7 días que pase en Kodai fueron los más horripilantes, agonizantes, molestos y tormentosos que he tenido en mí vida. Pienso que debo haber sido el mas deprimido de los que estaban allí. Una noche casi a media noche U.G. estaba solo mirando el resplandor del fuego en la chimenea. Cuando entré a la sala estaba en un estado mental confuso, pensando en la incertidumbre de mi futuro con Parveen. U.G. sintió mi ansiedad, tristeza y desaliento. Me dijo que veía pocas probabilidades de una recuperación completa, que todas las enfermedades mentales eran de origen genético, "los siquiatras lo saben también pero no quieren admitirlo, eso los sacaría del negocio." U.G. sugirió que fuéramos a Bangalore y buscáramos la ayuda de sus amigos en el instituto de Salud Mental. En Bangalore la condición de Parveen mejoró.

Había oído intrigantes historias sobre las caminatas de U.G. con cobras reales. Aunque había considerado estas historias como mitos estaba curioso. Así que un día en el ashram de Brahmachari, le dije a U.G. "he oído que sales a caminar con una cobra real, eso me gustaría verlo" U.G. respondió diciendo "Ya veremos". Ese mismo día cuando caía noche Parveen y yo salimos a pasear con U.G. Mientras caminábamos, de repente, U.G. dijo; "Deténganse" y adelantándose solo dijo "Miren por ustedes mismos." No solo estaba la cobra real sino también toda la familia. Parveen y yo corrimos llenos de terror.



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